Conclusiones de la última sesión del International Advisory Board for Fund Selection

GuendalinaBolis
Funds People

El International Advisory Board (IAB) for Fund Selection fue fundado por Inversis Banco en 2014. Se trata de un organismo independiente de Inversis, creado con un enfoque exclusivamente filantrópico, cuyo objetivo es contribuir al desarrollo de las mejores prácticas en la complicada tarea de la selección de un fondo de inversión. Para ello, ofrece indicaciones sobre cómo seleccionar un buen gestor y cómo evitar seleccionar uno malo, ya que una buena o mala selección de un producto de inversión puede generar un gran impacto a medio y largo plazo en el ahorro de un inversor privado, así como en los resultados de gestión de un inversor profesional.

En la actualidad, seis asesores conforman el IAB, todos ellos presentes desde el inicio del proyecto. Son responsables de departamentos de Selección de Fondos de importantes gestoras y de consultorías internacionales, además del decano de la Cass Business School de Londres: Peter Lindgren (Skandia), Adam Smears (Russell Investment), Dirk Rathjen (Swedbank), Ramon Eyck (Sovereign Fund–Abu Dhabi), Andrew Clare (Cass Business School), además de Guendalina Bolis en representación de Inversis Banco y como presidenta del IAB. No obstante, el organismo está abierto a la incorporación de nuevos profesionales.

Con motivo de la última sesión del IAB, realizada en Madrid, Bolis analiza para Funds People algunas de las principales conclusiones extraídas de ella.

Funds People: ¿Qué grandes temáticas se trataron en la última sesión del IAB y cuáles fueron sus principales conclusiones?

Guendalina Bolis (IAB): Una de ellas fue las implicaciones de las finanzas comportamentales en la selección de fondos. Una de las trampas a la cual los selectores tienen que prestar atención es la sobreconfianza. En general, el disponer de un elevado número de datos e información mejora nuestro proceso de toma de decisiones hasta un determinado punto, porque la mente humana no puede procesar correctamente mucha información. A partir de un determinado nivel, el tener acceso a un mayor número de datos sirve sólo para mejorar nuestra confianza en la selección. Por lo tanto, un buen gestor (y también un buen analista) tiene que concentrarse en el análisis de lo que es verdaderamente importante y no perderse en el último detalle. Además del factor confianza, otro comportamiento muy típico es el de la autoconfirmación. Muchos gestores y analistas buscan datos que autoconfirmen su propia teoría y no que la pongan en discusión. Una forma para evitar este fenómeno es que alguien implemente el rol de abogado del diablo en el momento en el que se apruebe una idea de inversión. Outcome bias es otro comportamiento al cual tendemos cuando juzgamos una decisión pasada en función del resultado, y no en base a la calidad de la misma en el momento en el que se tomó (con la información disponible en ese momento). Para limitar este factor, tanto gestores como selectores pueden tener un diario de inversión en el cual ir apuntando la justificación de la decisión tomada y poder ser objetivos a la hora de valorarla. Finalmente, los selectores de fondos tienen también que prestar mucha atención al narrative fallacy, es decir, a la tendencia que tenemos de interpretar la historia a nuestro favor debido a la incapacidad de contar la pura secuencia de hechos reales. “He observado X y, por lo tanto, sabía que iba a pasar Y”. En realidad, lo que ha pasado ha sido uno de los varios resultados posibles, por lo tanto, el selector tiene que evitar ser seducido por el gestor.

¿Qué estrategias de inversión observa internacionalmente que sean de utilidad para el inversor español y que aún no están presentes en España o que, si lo están, no están del todo desarrolladas?

Un producto que está teniendo éxito más allá de lo esperado en el mercado italiano es el piano individuale di risparmio (PIR). Se trata de unos fondos de inversión para residentes en Italia que invierten, por lo menos, el 70% de su patrimonio en acciones o en deuda emitida por empresas italianas. La inversión es por un periodo mínimo de cinco años con un máximo de 30.000 euros anuales. El inversor, a cambio de esta iliquidez, recibe un beneficio fiscal relevante: no paga los impuestos del 26% sobre la ganancia de capital y está exento de impuestos de sucesiones. La iliquidez es ficticia porque, si el inversor quiere liquidar su posición antes de los cinco años, la única penalización que tiene es la pérdida del beneficio fiscal. El objetivo de este producto es fomentar el ahorro, algo parecido a lo que se viene haciendo en Reino Unido con los ISA (individual savings account), en Francia, Suecia y Japón.

Durante el último año, ¿qué estrategias han ganado mayor peso en las carteras de los inversores?

A lo largo del 2017, hemos observado un incremento de los ETF en las carteras de los inversores. La gestión pasiva tiene grandes ventajas para el inversor: acceso a los mercados globales, bajo coste, transparencia y flexibilidad. Además, al estar altamente regulados, dan un plus de seguridad al inversor. Los riesgos que presentan, por otro lado, son asumibles por un inversor bien informado y asesorado por un experto.

¿Qué activos sobreponderar y en cuáles mantenerse cautos en 2018?

En este caso, desde Inversis Banco, apostamos por una estrategia de cartera con sobrepeso de la renta variable sobre la renta fija, debido sobre todo a que las primas de riesgo de EE.UU. y Europa siguen por encima de la media y que se ha abierto una brecha en el crédito que nos hace decantarnos por la renta variable, que pasa a concentrar una mayor proporción del riesgo. Dentro de ésta, ponemos el foco en una infravalorada Europa, a la espera de que la actual fase de crecimiento se consolide. El excelente comportamiento de muchas bolsas emergentes durante este año refleja una aceleración de los beneficios que va a ir frenándose en los próximos trimestres, por lo que el potencial que le vemos a este activo es moderado y desigual. En renta fija, tan solo el sector de emergentes podría ofrecer rentabilidades superiores al 2%, y en divisa local. Recomendamos evitar el high yield en Europa y reducir la exposición a este activo en EE.UU., reasignando presupuesto de riesgo a la renta variable, además de evitar la exposición a duración en las carteras con carácter general en los próximos meses, hasta que las curvas capturen una parte de las acciones anunciadas por los bancos centrales y los diferenciales empiecen a recoger una parte de los efectos del aumento del endurecimiento monetario y el consiguiente deterioro del crédito. Pero es posible que eso no suceda hasta que los bancos centrales dejen de comprar. En cuanto a las materias primas, estimamos que el petróleo se estabilice por encima de los 50 dólares con un techo a la baja de 60 dólares.