Compatibilizar prioridades ante una mayor liberalización de los mercados financieros

Helen_Zhu

TRIBUNA de Helen Zhu, managing director y responsable de Renta Variable China de BlackRock. Comentario patrocinado por BlackRock.

Es posible que algunos inversores se sintieran decepcionados por las reformas realizadas en los mercados capitales chinos este año. Sobre todo debido a la volatilidad del yuan y de las acciones A, algunos esfuerzos por abrir este mercado —sometido a un férreo control— han terminado por frenarse, como demuestra la ralentización de las concesiones de licencias para operar en la bolsa local como Inversor Institucional Nacional Cualificado (QDII).  No obstante, el calendario de reformas está sujeto al arte de la priorización: algunas se frenarán y otras, por el contrario, saldrán adelante.  En mi opinión, la prioridad actual del Gobierno es abrir los canales para que entre la inversión.

El mercado nacional de bonos ya está abierto: atención a las entradas de capitales

China abrió su mercado interbancario de bonos (CIBM) a inversores institucionales a principios de este año, facilitando el acceso a esta plaza nacional de deuda corporativa, que registra poca demanda.  En una dilatada coyuntura global de tipos de interés bajos o incluso en terreno negativo, la mayor parte de los bonos corporativos de China continental a corto plazo arrojan un rendimiento de entre el 2% y el 5%, unas cotas relativamente elevadas frente a los bonos de los mercados desarrollados con calificaciones y vencimientos similares.  Aún no hemos visto un marcado interés, ya que los inversores se muestran cautos ante la volatilidad tanto de la divisa como del mercado local.  No obstante, una vez se estabilice el yuan, el mercado nacional de renta fija se revelará interesante ya que estos niveles de rendimientos son atractivos para los inversores que buscan rentabilidad, especialmente para aquellos que se encuentren en países cuyas divisas se estén depreciando frente al yuan.  El hecho de que accedan al sistema inversores en renta fija con más experiencia será positivo para el desarrollo de este mercado.  Aunque los rendimientos de la deuda pública podrían seguir cayendo en un contexto de políticas monetarias acomodaticias, el repunte de los bonos corporativos de China continental probablemente se acelerará con la ampliación de los diferenciales para reflejar mejor el riesgo crediticio.

Programas de conexión de los mercados de renta variable y renta fija: existe margen de maniobra

Los flujos de inversión hacia el sur del país a través del programa Shanghai-Hong Kong Stock Connect continuaron mostrando buen tono el mes pasado.  La demanda de mayores rentabilidades por dividendo y la asignación a los pesos pesados de las acciones H presentes en los índices ha aumentado, lo que ha inyectado liquidez al segmento de las acciones chinas cotizadas en Hong Kong y ha impulsado la rentabilidad de esta clase de acciones en general. Se prevé que la cuota de este programa de conexión de mercados se incremente y aumente así el volumen de capital transfronterizo.

Además, el tan ansiado lanzamiento del Shenzhen-Hong Kong Stock Connect está previsto para este año, aunque es posible que ya no corra tanta prisa, dado que MSCI ha anunciado que no incluirá acciones A en sus índices. Las diferencias de valoración entre las acciones cotizadas al mismo tiempo en las bolsas de Shenzhen y Hong Kong (las que cotizan en Shenzhen son, por lo general, más caras) siguen siendo importantes, por lo que continuamos pensando que, probablemente, los flujos de inversión hacia el sur del país serán más importantes que los dirigidos al norte; un hecho que podría mejorar la liquidez del mercado hongkonés e impulsar las valoraciones de las acciones que coticen en el mismo. 

Más allá de Hong Kong, se lleva hablando de un posible programa Shanghai-London Connect desde la segunda mitad de 2015. Puesto que Londres es el principal centro extranjero de liquidación en yuanes al margen de Hong Kong, parecería lógico que conectar los mercados de Shanghái y Londres fuera una de las prioridades de China para avanzar en su agenda de internacionalización del mercado de acciones A. Esto crearía una pasarela hacia occidente y fortalecería su argumento para incluir esta clase de acciones en los índices MSCI.  Dicho plan para conectar ambos mercados de valores se ha sometido a estudios de viabilidad, y una posibilidad podría ser acceder primero a las principales acciones chinas que cotizan en la Bolsa de Londres a modo de certificados globales de depósito (GDR, por sus siglas en inglés).  Sin embargo, el voto a favor del brexit que tuvo lugar en junio podría complicar el plan, ya que China podría querer valorar los posibles cambios en el parqué londinense.

Más allá del mercado bursátil, el debate sobre la posibilidad de una conexión entre los mercados de bonos de China continental y Hong Kong también ha acaparado titulares. En Alemania, Deutsche Boerse también ha mostrado interés en conectarse con CIBM.  No obstante, algunas diferencias clave entre los mercados de renta variable y de renta fija —que además complicarían la estructura del programa, como la relativa falta de liquidez y de envergadura del mercado de bonos hongkonés— podrían derivar hacia el norte los flujos de inversión en un programa de conexión de este tipo de mercados. El hecho de que los bonos suelan negociarse de forma extrabursátil (OTC) en vez de en un mercado regulado también genera dificultades técnicas para este programa de conexión.  

La estabilidad de la moneda, fundamental para acometer reformas en los mercados de capitales

En mi opinión, al compatibilizar prioridades en lo referente a la liberalización de los mercados financieros, China está creando un entorno en el que se fomenta la inversión facilitando el acceso a los activos chinos. Esto, a su vez, crea un colchón de capital antes de que se reanuden las reformas en los mercados, que podrían generar salidas (como la licencia QDII). Sin embargo, la estabilidad de la moneda continúa siendo clave para promover mejores condiciones de cara a una nueva liberalización de los mercados, ya que si los inversores no están preocupados por la depreciación del yuan frente a sus divisas (como el euro o la libra), es probable que los activos chinos, actualmente poco masificados, les resulten más interesantes.