Cómo usan los gestores de fondos activos los ETF

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Inajeep, Flickr, Creative Commons

Aunque son muchos los inversores que siguen pensando que los fondos de gestión activa y los de inversión pasiva son antagónicos, la realidad es bien distinta. Lo demuestra el uso que los gestores hacen de los productos indexados en sus fondos de gestión activa. De hecho, el número de gestores que reconocen abiertamente sentirse interesados por los ETF va en aumento, al ser vehículos que en muchos casos dan respuesta a sus necesidades del día a día, publica Expansión. “La combinación de las estrategias activas y la indexación es hoy una realidad y, además, es donde los ETF están teniendo gran cabida”, indica Stephen Cohen, responsable de estrategia de inversión de iShares.

Pero… ¿en qué le puede ayudar a un profesional que hace una gestión activa un fondo indexado? La respuesta a dicha pregunta la han ido contestando los propios gestores a través del uso que han ido haciendo de los ETF. En España, uno de los pasos iniciales fue utilizar estos productos como herramienta de liquidez. Los gestores que quieren estar completamente invertidos aprovechan los fondos cotizados para indexar parte de la cartera. Lo más habitual es hacerlo al índice de referencia sobre el que se compara el fondo. En este sentido, el ETF supone una ventana de liquidez muy cómoda en caso de afrontar reembolsos. Así, en lugar de tener que vender una posición de la cartera que en circunstancias normales el gestor no desharía, lo que se vendería sería el ETF.

Otro de los usos más habituales que los gestores de carteras hacen de los ETF es para ganar exposición de manera táctica a mercados de difícil acceso. Al cotizar como una acción, el gestor puede posicionar rápidamente parte de la cartera en productos que replican índices en los que el gestor detecta oportunidades de inversión. No hay que olvidar que, a lo largo de los últimos diez años, los mercados que han alcanzado el primer puesto por rentabilidad a nivel mundial han sido países de difícil acceso, como Turquía o Tailandia, donde hacer una gestión activa tiene menos sentido y lo que se busca es recoger de la manera más fiel posible el comportamiento de los índices.

Sin embargo, el modo en el que los gestores utilizan los ETF continúa evolucionando. Tan es así que cada vez un mayor número de gestores están apoyándose en estos productos para posicionar una parte ‘central’ de la cartera. La estrategia es sencilla. El gestor selecciona uno de los ETF que replica el índice sobre el que se está comparando, invirtiendo en este producto una parte importante del patrimonio del fondo. Con el resto del capital el experto hace una gestión activa tomando aquellas posiciones donde considera que puede generar alfa. Para que esta estrategia tenga éxito, resulta crucial seleccionar aquel producto que haga la réplica más eficiente, es decir, que recoja de una manera más exacta la evolución del índice sobre el que se indexa, ya que de lo contrario el esfuerzo que el gestor tendría que hacer para batirlo sería mucho mayor. Lyxor anunciaba recientemente haber desarrollado un innovador indicador para evaluar la rentabilidad de los ETF.

Aunque cuantificar el número de gestores que aplican ya una estrategia de este tipo se antoja un ejercicio muy difícil, Iván Pascual, director de iShares para Iberia, se muestra convencido de que más de la mitad de los gestores españoles ya la han adoptado. “En el futuro, vamos a ver a las gestoras españolas haciendo todas sus inversiones a través de ETF”, asegura.