¿Cómo se mide la sostenibilidad de un país?

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Gino Carteciano, Flickr, Creative Commons

La inversión socialmente responsable se ha convertido en clave para todas las gestoras de activos y cada vez son más las que incluyen el criterio de sostenibilidad ya no solo en sus fondos ESG sino en toda su gama de productos. Para ello utilizan firmas de medición externas pero en los últimos años cada vez son más las que las que combinan esa información externa con la que realizan ellas de manera más interna.

Por ejemplo, la gestora británica Schroders acaba de anunciar el modelo SustainEx con el que ha identificado algunos de los sectores y mercados de inversión más sostenibles del mundo al analizar los costes o beneficios netos que las empresas generan por cada 100 dólares de ingresos que generan. Según ese modelo,  siete de los diez mercados más sostenibles son europeos, mientras que los menos sostenibles son aquellos emergentes que dependen de recursos naturales y por países es Suiza el que  ocupa la primera posición en la clasificación debido a la elevada concentración de firmas cotizadas del sector farmacéutico y tecnológico.

No en vano, en  el plano sectorial, las compañías de los sectores biotecnológico, farmacéutico y relacionados con el agua ofrecen los beneficios sociales más notables, mientras que las compañías de juego generan los costes sociales más cuantiosos, todo ello en relación con su peso en los mercados bursátiles, según apuntan en la gestora.

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Degroof Petercam AM es otra de las gestoras que ha optado por desarrollar un modelo para medir en este caso la sostenibilidad aplicada al universo de la renta fija y, más concretamente de los bonos gubernamentales de cada país. Para determinar cuán sostenible es un país tienen en cuenta tres aspectos: el legal ,relacionado con las acciones de los Gobiernos, el papel que juegan los accionistas  en los mismos y el tratamiento que reciben y el aspecto de la exclusión que consiste en la exclusión directa de aquellos que llevan a cabo actividades muy controvertidas como pueden ser la caza de ballenas o medidas de deforestación entre otras. 

A partir de ahí han elaborado un ranking de sostenibilidad por países en el que los de mercados desarrollados obtienen notas mucho mejores que las de los países emergentes, que además de los criterios comunes a los de los países desarrollados tienen otros específicos como es que cuenten con sistemas democráticos o que por lo menos estén avanzando hacia sistemas de ese tipo.

Así, en los primeros puestos del ranking de países desarrollados figuran algunos como Noruega, Suiza o Dinamarca mientras que en la lista de países emergentes las primeras posiciones son para República Checa, Singapur y Chile.

 

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