Cómo interpretar el último mensaje de la Fed: primeras reacciones de los analistas internacionales

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El tono acomodaticio de los bancos centrales a nivel mundial está siendo el sustento general de los mercados en lo que va de 2019. La respuesta de la Reserva Federal a un crecimiento económico más moderado el año pasado fue pausar su senda de subidas de tipos. Un movimiento que los inversores rápidamente interpretaron como el fin de este ciclo de normalización. “Hemos visto la última subida de tipos por parte de la Fed”, han afirmado expertos como Nick Maroutsos, de Janus Henderson, o Marika Dysenchuk, de JP Morgan Asset Management. Tal es la convicción del mercado en que la Fed ha terminado de normalizar que actualmente descuenta incluso una bajada de tipos este año y otros dos en 2020

Quien no lo ve tan claro es la propia Fed. No se esperaban grandes cambios en su posicionamiento en la reunión de mayo, celebrada este pasado miércoles, pero sí hay un detalle en su mensaje que ha hecho reflexionar a los expertos. En su discurso, Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, afirmó que no ve motivos para subir los tipos… pero que tampoco los ve para bajarlos. Para Kevin Flanagan, analista de WisdomTree, hay una desconexión entre el mercado y la Fed.  

La inflación es la nueva obsesión del mercado”, explica Flanagan. Y quizás haya motivos para ello. “El espíritu de Yellen estuvo presente en la reunión cuando Powell habló de factores idiosincráticos para explicar la reciente debilidad en la inflación core del país”, apunta Bart Hordijk, analista de Monex Europe. Según recuerda el experto, Yellen usó esa misma terminología para hablar de los precios durante un periodo de baja inflación a mediados de 2017. “Esto puede ser una señal de cuidado ya que al final tenían razón en que era transitorio y puede que vuelva a ser el caso”. 

James Knightley, economista jefe de ING, ve argumentos que apoyan a la Fed y cree que los mercados están demasiado relajados. “La subida de costes laborales tanto en forma de salarios como en otros beneficios se podría transmitir al consumidor mientras unos precios del crudo más altos impactará otro componentes”, asegura. En Estados Unidos el coste de la gasolina ha repuntado un 30% en lo que va de año y esto pronto se dejará sentir en los precios del transporte y distribución.  

Una inflación baja demasiado tiempo es el principal argumento que usa el mercado para justificar un recorte de tipos, defiende David Kohl, analista de Julius Baer, pero Knightley recuerda que dado el crecimiento decente, una mejora de las condiciones financieras, y la perspectiva de que la inflación al final repunte, hay pocos motivos para explicar una bajada.  

Porque otro de los aspectos destacables de la última reunión es que la historia macroeconómica parece haberse despejado en apenas meses. Powell se refirió al crecimiento y al ritmo de creación de empleo como “sólido”. Es un tono ligeramente más optimista que el de la reunión de marzo cuando hablaban de que la economía se había ralentizado. “Un mercado laboral robusto y una firme confianza pueden parcialmente compensar que el apoyo de los estímulos fiscales se estén disipando”, explica Knightle.y

La primera reacción de las bolsas ha sido ligeramente negativa. Los índices europeos se mueven en la mañana del jueves con ligeras pérdidas, siguiendo la estela de Wall Street, que ayer cerró en rojo al dar un giro a la baja tras el discurso de Powell. 

El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años, que se negoció en torno al 2,5% durante la mayor parte del miércoles, se situó en un mínimo del 2,45% poco después de que se publicara el comunicado, pero aunque Powell minimizó las posibilidades de que se produjera un recorte en sus preguntas y respuestas, se recuperó rápidamente de ese nivel de cierre sin cambios en el día. Esta mañana, los rendimientos están subiendo (algo más del 2,53% a las 10.30 GMT), lo que para Eoin Walsh, fundador y gestor de TwentyFour (Vontobel AM), no es sorprendente. 

"En ausencia de noticias económicas negativas (como el fracaso de las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China), no nos sorprendería ver rendimientos aún más altos", afirma Walsh. "Tendremos que esperar y ver si esto es el comienzo de una nueva tendencia - las expectativas sobre los futuros para un recorte han caído al 16% para julio y al 51% para diciembre-, pero estas expectativas revisadas pueden tardar algún tiempo en llegar a los rendimientos reales".

En la renta fija, Flanagan ve que el mercado del Tesoro americano se va a tener que ajustar a un crecimiento económico más fuerte de lo que se pensaba en un principio y con una Fed en pausa. Es decir, que los inversores se podrían despertar un día y preguntarse: “¿Se ha quedado rezagado a la curva la Fed?”.