¿Cómo han reaccionado los gestores de renta fija corporativa europea a la corrección del mercado de renta fija?

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Fotos cedidas

Para algunos, la corrección registrada por el mercado de renta fija europeo ha sido toda una sorpresa. Para otros, se trata de un movimiento esperable. Independientemente de ello, todos han reaccionado, realizando algún tipo de cambio en sus estrategias. Algunos han optado por moverse en términos de duración. Otros, en cambio, han preferido jugar otro tipo de apuestas. Funds People ha preguntado a los gestores de los tres fondos de renta fija corporativa europea con más patrimonio en España según el barómetro que cada mes se publica en la revista –el Schroder ISF Euro Corporate Bond, el M&G European Corporate Bond y el Invesco Euro Corporate Bond- qué cambios han introducido en sus carteras durante la reciente corrección experimentada por el mercado de deuda europeo, con el objetivo de conocer cómo se están moviendo en el actual entorno.

Las estrategias de Patrick Vogel que mejor han funcionado en el Schroder ISF Euro Corporate Bond han sido dos: las apuestas fuera del índice y destinar parte de la cartera a la inversión en high yield. Aunque se trata de una cartera formada principalmente por activos con grado de inversión de la zona euro, la flexibilidad del fondo le permite al gestor destinar hasta el 20% de la cartera a apuestas fuera del benchmark (actualmente la exposición que mantiene a este tipo de activos es del 9,88% en crédito libras esterlinas y 8,94% en crédito americano, todo cubierto a euros). Vogel siente especial predilección emisiones en dólares y libras esterlinas de compañías europeas en las que confía, lo que en el actual entorno de mercado le permite ganar puntos básicos en comparación de lo que le ofrece el mismo bono emitido en euros.

El segundo pilar de la estrategia es aprovechar la flexibilidad del fondo para invertir en high yield europeo, clase de activo que ha resistido mejor durante la actual corrección y al que puede exponer hasta el 20% de la cartera (el peso actual es del 13%, el 11% está en activos con rating BB y el 2% en B). La calidad crediticia media de la cartera es del BBB+, por debajo de la del índice, que es de A-, un aspecto que le ayuda a la hora de tener una cartera con una rentabilidad a vencimiento (yield) superior a la del selectivo (1,6% del fondo frente al 1% del índice). En términos de duración, el gestor de Schroders no suele hacer apuestas en este sentido y sigue manteniéndose ligeramente por debajo del índice (4,9 años, frente a los 5,1 años del benchmark). Quien sí ha movido la duración de la cartera tras la corrección del mercado ha sido Stefan Isaacs, gestor del M&G European Corporate Bond. “El fondo estaba posicionado con una duración ligeramente por debajo de la del índice antes del sell-off, y la he movido a un nivel muy próximo a neutral en respuesta al comportamiento del mercado”, revela.

“Los bonos corporativos con grado de inversión han respondido razonablemente bien en las últimas semanas, y sigue siendo positivo sobre esta clase de activo. Dado que el fondo ya estaba sobreponderando el riesgo de crédito, no he hecho ningún cambio significativo en la cartera, si bien he añadido un par de nuevas ideas que, en mi opinión, parecían ofrecer una buena oportunidad en términos de valor relativo”, afirma el gestor de M&G Investments. La visión de Paul Read en el Invesco Euro Corporate es muy diferente. Para el gestor, la reciente corrección registrada por el mercado refuerza su visión sobre lo caro que está actualmente el mercado de renta fija. Al mismo tiempo que la rentabilidad del bono alemán a 10 años subía del 0,1% al entorno del 0,6%, Read reducía en la primera semana de mayo la duración del fondo desde los cinco hasta los tres años, lo que –según explica- “probablemente haya sido el mayor movimiento realizado en la cartera en el último año”.

“Lo hicimos vendiendo deuda pública alemana con los vencimientos largos, deshaciendo posiciones en bonos corporativos e incrementando la cobertura de la duración, lo cual nos sitúa con una duración más corta que nuestros competidores”, explica. El gestor de Invesco se muestra convencido de que el movimiento registrado por el mercado podría ser una llamada de atención y, en consecuencia, su estrategia pasa por tratar de proteger la cartera de un movimiento correctivo más profundo. “Las rentabilidades que ofrecen los bonos siguen siendo muy bajas, por lo que no hay protección si te cogen en el lado equivocado. Podríamos realmente añadir duración a la cartera y sostener que hemos encontrado valor en los niveles actuales, pero la verdad es que esto no nos parece adecuado”. El 38% de la cartera del Invesco Euro Corporate Bond está en liquidez o activos AAA o AA, mientras que el 9% está invertida en bonos flotantes.