La prohibición europea del uso de plaguicidas perjudiciales para las abejas cumple un año: ¿qué ha cambiado?

Derek_Ip_BMO
Cedida por BMO Global AM

TRIBUNA de Derek Ip, asociado sénior y analista del equipo de Inversión Responsable, BMO Global AM. Comentario patrocinado por BMO Global AM.

En abril de 2018, los Estados miembros de la UE aprobaron la propuesta de la Comisión Europea de prohibir el uso de tres insecticidas neonicotinoides en cultivos al aire libre. Un año después, y con el objetivo de revisar nuestro compromiso con la seguridad química y los riesgos para la biodiversidad, contactamos con diez empresas agroquímicas para ver cómo se están adaptando al nuevo Reglamento.

¿Qué son los neonicotinoides?

Los neonicotinoides son productos fitosanitarios para el control de plagas en el sector agrícola. Sus efectos nocivos para los insectos polinizadores, como las abejas y los abejorros, han sido objeto de un intenso debate durante años. A principios de 2018, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) llegó a la conclusión de que el uso de neonicotinoides representa una amenaza para casi todas las especies de abejas.

Su posterior prohibición en toda la UE, aprobada en abril de 2018, no fue algo completamente nuevo, ya que este tipo de insecticidas llevaba muy restringido desde 2013. EE.UU. y Canadá también cuentan con diferentes medidas para restringir su uso.

No obstante, la prohibición europea de 2018 contempla que los Estados miembros de la UE puedan autorizar su uso en casos de emergencia. Por ejemplo, en diciembre de 2018, Dinamarca autorizó el uso de neonicotinoides en los cultivos de remolacha azucarera.

Nuestro compromiso

A lo largo del último año, contactamos con 10 fabricantes de neonicotinoides, en concreto con FMC Corp, Nufarm Ltd, K+S AG, Israel Chemicals Ltd, Monsanto Co, Yara International ASA, Mosaic Co, CF Industries Holdings Inc, Syngenta AG y BASF SE.

Obtuvimos respuesta de seis de ellos, que se mostraron más o menos abiertos a la hora de tratar este tema; de hecho, no todos estuvieron dispuestos a hablar en profundidad sobre cómo gestionan los riesgos para la biodiversidad. Seguiremos comunicándonos con las empresas que no nos facilitaron información sobre esta cuestión para garantizar que los riesgos relacionados con la biodiversidad, incluidos los riesgos reputacionales, se gestionan de forma transparente.

Principales tendencias observadas

De las empresas que respondieron, nos llevamos una buena impresión de BASF, Mosaic, CF, Nufarm y FCM. Algunas de estas empresas han empezado a tomar como su referente de riesgo los estándares regulatorios más estrictos del mundo, con el fin de evaluar el posible impacto sobre su negocio en caso de que esas normas se aplicasen a nivel mundial. De hecho, muchas de estas normas han sido aprobadas por la UE, incluyendo la prohibición de los neonicotinoides en 2018 y las mayores exigencias del Reglamento REACH, que regula el registro, la evaluación, la autorización y las restricciones de sustancias químicas peligrosas.

Varias empresas también nos indicaron que son conscientes de que existe la necesidad de disponer de productos de reemplazo y que han iniciado programas de I+D para desarrollarlos. Sin embargo, no todas las alternativas a los neonicotinoides resultan inocuas para los insectos polinizadores. Por ejemplo, la prohibición de la UE no afecta a los insecticidas que contienen flupyradifurone o sulfoximina, que presentan una estructura química diferente a la de los neonicotinoides. Ahora bien, diversos estudios recientes han demostrado que estos productos también pueden provocar efectos secundarios graves entre los insectos polinizadores y otras especies no objetivo, por lo que su uso está empezando a ser prohibido en algunos mercados.

Por eso, es importante garantizar que los recursos se invierten en el desarrollo de una nueva generación de pesticidas que no supongan un peligro para la biodiversidad. Por ejemplo, el desarrollo a gran escala de los biopesticidas(1) podría contribuir de forma decisiva a la adopción de un enfoque más sostenible. Los principales reguladores también están incentivando el desarrollo de productos alternativos (por ejemplo, la Agencia de Protección Ambiental estadounidense ha acelerado su proceso de aprobación), lo que se ha traducido en un mayor número de biopesticidas registrados en los últimos años.

Facilitar la innovación gracias a una mejor comunicación con el sector agrícola

La prohibición de los neonicotinoides no solo afecta a las empresas agroquímicas, sino también a los agricultores particulares. Durante el proceso legislativo de la UE, muchos sindicatos de agricultores se opusieron a la prohibición y manifestaron su preocupación por las posibles implicaciones para la productividad de los cultivos. Con el fin de minimizar las consecuencias negativas para los pequeños agricultores, los gobiernos están colaborando con el sector agrícola para identificar métodos alternativos para proteger las cosechas.

Junto con el desarrollo de sustitutos de los neonicotinoides, creemos que tanto la educación continua como el apoyo a la comunidad agrícola resultan determinantes para el éxito de cualquier producto alternativo. Un enfoque de este tipo fomentaría que los pequeños agricultores, en particular, se muestren más dispuestos a usar los nuevos pesticidas más sostenibles cuando estas soluciones puedan aplicarse a gran escala.

Creemos que las empresas agroquímicas podrían desempeñar un papel decisivo en este cambio de mentalidad. A través de nuestras interacciones, continuaremos animando a estas empresas para que:

  • reconozcan que la biodiversidad es una cuestión importante y en constante evolución que afecta a la gobernanza, a las estrategias de negocio, a las prácticas de lobby y a la innovación de producto;
  • tomen como su referente de riesgo los estándares regulatorios más estrictos del mundo;
  • evalúen y fomenten la transparencia corporativa en todo lo relacionado con el impacto de los productos en la biodiversidad;
  • inviertan en el desarrollo de productos fitosanitarios de bajo riesgo para la biodiversidad como, por ejemplo, los biopesticidas, que puedan usarse en cultivos al aire libre y en explotaciones agrícolas;
  • fomenten la interacción con los agricultores y desarrollen programas educativos sobre el impacto en la biodiversidad de los productos que se comercializan actualmente y sobre métodos de agricultura alternativos.

Puede obtener más información en https://www.bmogam.com/es-es/intermediary/

Notas:
(1) Pesticidas elaborados con materiales naturales como animales, plantas, bacterias y determinados minerales.