Cómo gestionar la carrera profesional ante la realidad actual

Más allá de la coyuntura económica actual, vivimos una realidad empresarial en permanente cambio, marcado por fusiones, compras, equipos que desaparecen de un día para otro por decisiones tomadas a miles de kilómetros… La verdad es que ningún puesto en la empresa privada es hoy seguro (profesionalmente hablando), y que en el mercado no casan las demandas de los empleados (económicas y de carrera) con lo que la propia empresa puede ofrecer en la situación actual. Hay ineficiencias y rigideces por ambas partes, pero en última instancia debemos ser nosotros quienes nos adaptemos. 

Comencemos por repasar los skills principales demandados en los tres grandes bloques de la pirámide laboral. La alta dirección hoy debe aportar, por supuesto, experiencia, capacidad de gestión orientada a la continua mejora, network, liderazgo, ser capaz de ver lo que otros no ven (estratega)…. Los mandos directivos intermedios: creatividad, inquietud, flexibilidad y liderazgo (360º) mediante la ilusión, ambición y el sentido comercial. Y el joven profesional no queda exento: debe ser fuente de capacidad e ilusión por aprender (guía por mentor), alegría, implicación, humildad, compromiso (léanse: horas!) y sentido de la responsabilidad.  

Os propongo realizar un pequeño ejercicio de introspección sirviéndonos de varias preguntas clave.

  • ¿Cuáles son mis puntos fuertes y débiles? 
  • ¿En qué medida se adecua mi perfil personal a la cultura corporativa actual de la empresa? (¿Me veo aquí en el futuro?)
  • ¿En qué medida casan mis skills técnicos con mi puesto? 
  • ¿Qué debo potenciar y trabajar para ser más efectivo?  

Y, crucialmente:

  • ¿Puede la empresa en su situación actual aportarme la evolución que quiero para mi plan de carrera?  ¿Soy realista con mis expectativas económicas y de carrera en la situación actual de la compañía?  

Ahora volvamos a empezar con el puesto concreto al que aspiramos, o aquel con el que soñamos. ¿Es realista plantearse un cambio?¿mejor buscar en otro equipo?  

Si la respuesta es sí, ¿cómo llevar a cabo una transición exitosa? La realidad que tenemos hoy, y que se acentuará mañana, es que debemos gestionar nuestra carrera como si fueran unidades de negocio: aquellos que buscan ser más atractivos que cualquier alternativa tendrán más éxito y más posibilidades. El mercado de trabajo no deja de ser un mercado, en el que para que un producto siga alcanzando precios más altos tiene que lograr convocar una demanda fuerte. ¿Cómo? Ofreciendo un verdadero valor añadido.  

¿Qué significa esto para mí? Tengo que aportar valor desde mi puesto al conjunto, ser apreciado, ¡ser conocido!; debo alimentar y potenciar mi network (clientes, proveedores, interno, personal…), debo prepararme, saber quién es quién y qué es qué, lo cual me ayudará a saber anticiparme a mi entorno en vez de reaccionar a él. En fin, ¿qué soy capaz de aportar distinto que me haga más atractivo ante mis ‘competidores’? 

Esta reflexión, que por falta de espacio no toca la consideración inversa, de la empresa hacia sus empleados, está basada en los resultados de entrevistas realizadas este año a candidatos disconformes con su situación profesional o salarial actual, y que no logran la evolución esperada en su entidad o ser atractivos para otros proyectos. Debemos ser realistas, y prepararnos para un mercado de trabajo mucho más flexible y competitivo.