Cómo generar alfa en un entorno de rentabilidades bajas

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Cedida por Schroders

TRIBUNA de Chris Taylor, responsable de Alpha Equity de Schroders. Comentario patrocinado por Schroders.

2018 fue un año difícil para los inversores. Las caídas experimentadas por la mayoría de mercados bursátiles en todo el mundo constituyeron un reto para la generación de retornos. De cara al futuro, los inversores se enfrentarán a un período de rentabilidades reducidas que desafiarán a los mercados de renta variable y obligarán a buscar estrategias alternativas.

En Schroders prevemos que la renta variable global generará una rentabilidad a medio plazo del 4,2% anual, una cifra bastante inferior a los retornos que arrojó el índice MSCI AC World durante los últimos cinco años (10% anual). Como consecuencia, los inversores que durante la última década han confiado exclusivamente en fondos indexados o de gestión pasiva difícilmente obtendrán los mismos resultados en el futuro. La coyuntura se volverá más compleja y la capacidad de generación de alfa adicional se convertirá en un factor de gran relevancia.

El aumento de la volatilidad en 2018 ha venido acompañado de una caída en las correlaciones de los activos, y un repunte en la dispersión de las rentabilidades entre los valores y sectores con mejor y peor comportamiento. Todo ello nos hace pensar que se avecina un periodo muy beneficioso para los profesionales de la gestión activa. En este escenario, es recomendable que los inversores, en vez de seleccionar un único producto, diversifiquen, definan un horizonte temporal de inversión y eviten dejarse llevar por el sentimiento del mercado y las decisiones irracionales. Y es que ser paciente y mantener el control durante períodos de ventas masivas, puede dar lugar a oportunidades interesantes para aquellos inversores que sepan mirar más allá del corto plazo.

En un entorno en el que los inversores no podrán confíar en la beta tanto como en el pasado, será fundamental encontrar nuevas estrategias de inversión que añadan rentabilidad a sus carteras. Y es precisamente en este contexto donde un profesional de la gestión activa que haya demostrado ser capaz de generar alfa a lo largo del tiempo y en distintas fases del mercado, puede cobrar protagonismo. Además, no hay que olvidar que adoptar un enfoque de inversión activo ofrece la capacidad de dialogar con las compañías en las que invertimos y, por ende, promover los cambios necesarios para hacer frente a los desafíos sociales, medio ambientales y de gobernanza a los que nos enfrentamos. Y esto, no solo es beneficioso desde un punto de vista sostenible si no que también lleva a la obtención de mejores resultados en el futuro.

Sin embargo, en Schroders somos conscientes que dedicarse a la gestión activa no es suficiente para afrontar el panorama de inversión de las próximas décadas. La forma de generar alfa cambia con el tiempo y, por esta razón, cualquier firma de activos que quiera estar preparada para el devenir futuro debe evolucionar e innovar. Precisamente con este objetivo, en Schroders desde hace cinco años asignamos una importante cantidad de recursos a nuestra unidad de Data Insights. Esta unidad, que consta con un equipo de 30 profesionales, ayuda a los gestores a tomar mejores decisiones de inversión gracias al análisis de una cantidad significativa de datos (big data) que hace cinco años no existían. Así, este equipo convierte los datos en información relevante que da lugar a nuevas oportunidades.

Nuestro entorno está experimentando cambios de gran calado y debemos ser conscientes de que la única manera de hacer frente a este nuevo panorama es dotando a nuestros gestores y equipos de inversión de las mejores herramientas para desarrollar su trabajo. El futuro está lleno de retos en la búsqueda de la generación de alfa y en Schroders estamos preparados para afrontarlos.

Más información sobre la generación de alfa en renta variable en Schroders.

 

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