¿Cómo está afectando el COVID-19 a la inversión temática?

Carla_Bergareche
Cedida por Schroders

TRIBUNA de Carla Bergareche,  directora general de Schroders para España y Portugal. Comentario patrocinado por Schroders.

Mientras el coronavirus sume al mundo entero en la confusión, el ingenio y la innovación están uniendo fuerzas para hacer frente a la enfermedad. Por ello, analizamos el impacto de esta crisis en los ocho temas de inversión que creemos que tienen el potencial de transformar el mundo.

Innovación sanitaria: esta pandemia pone de relieve la importancia que tiene para la sociedad la innovación en materia de atención sanitaria. Pensamos que la ciencia y la tecnología serán cruciales a medida que las empresas aprovechen los datos, la potencia de computación y los conocimientos médicos para alcanzar estos objetivos. Esto favorecerá el desarrollo de terapias avanzadas, tecnología médica y servicios de atención sanitaria. Además, se impulsará la atención sanitaria digital, donde la tecnología en forma de telesalud ha demostrado su valor durante esta crisis.

Fabricación inteligente: la disrupción causada por el coronavirus demuestra la importancia de la innovación en la fabricación para garantizar la capacidad de respuesta y la productividad en cualquiera de los contextos, por ejemplo, la impresión en 3D, la automatización robótica o sensores. Pese a que en el corto plazo los fabricantes se enfrenten a grandes retos, la disrupción causada por el coronavirus demuestra la importancia de la innovación en la fabricación para garantizar la capacidad de respuesta y la productividad en cualquiera de los contextos.

Cambios en el estilo de vida: el confinamiento de la población está impulsando las compras online, que continuarán al alza. Además, otras temáticas enfocadas al bienestar también se intensificarán con el aumento de la concienciación de los beneficios de una vida más sana.Advertisement Creemos que el turismo, los eventos en directo y el consumo de lujo, que se han visto frenados durante la crisis, se reanudarán muy rápido cuando todo vuelva a la normalidad.

Disrupción: el teletrabajo se convertirá en algo común para muchos sectores tras esta crisis, lo que favorecerá a las empresas que facilitan esta práctica, como el soporte de videollamadas. Una poderosa convergencia de tecnologías como la inteligencia artificial, la computación cuántica y el internet de las cosas impulsará innovaciones disruptivas en la tecnología financiera, las comunicaciones y muchas otras industrias durante esta crisis. Pero, lo más importante es que permanecerán una vez esta crisis se haya resuelto.

Ciudades globales del futuro: el virus ha acelerado varias tendencias existentes en el uso del suelo urbano. Por un lado, esperamos que aumente el desarrollo de centros de investigación médica y de los centros de datos, fundamentales para la infraestructura tecnológica de las ciudades. Por otro lado, puede suponer un reto para el sector de oficinas y del comercio minorista, en vista de la explosión del teletrabajo y del comercio online respectivamente.

Cambio climático: el primer efecto que se está notando es la reducción de los viajes y desplazamientos, tanto de ocio como de trabajo, contribuyendo significativamente a reducir la contaminación. Tiene sentido que nuestra manera de trabajar haya cambiado para siempre y que las tecnologías que contribuyan a desarrollar el teletrabajo, las videollamadas, etc. supongan un nuevo foco de oportunidades de inversión a tener en cuenta. Es cierto que los bajos precios del petróleo no incentivan la descarbonización. Sin embargo, esperamos que las medidas fiscales de los gobiernos estén alineadas con sus prioridades en la lucha contra el cambio climático.

Transición energética: a medida que las nuevas tecnologías, la demanda de los consumidores y los cambios políticos y normativos impulsen estas inversiones, la transición energética es un tema que creemos que seguirá siendo poderoso y persistente en los próximos años.

Crecimiento sostenible: la crisis actual ofrece una desafortunada oportunidad para demostrar que las empresas más sostenibles se comportan mejor en épocas difíciles. Es interesante ver cómo índices sostenibles como el MSCI ESG Leaders superan a sus homólogos principales en la mayoría de las geografías. Por otro lado, la importancia de una buena relación de las compañías con sus grupos de interés (empleados, proveedores, clientes…) se pone cada vez más de manifiesto y estamos convencidos de que las compañías que en esta crisis están ayudando a la sociedad más allá de sus obligaciones, o que están apoyando a sus empleados más que a sus ejecutivos, se verán reconocidas por el mercado.