Cómo construir una cartera estable de fondos y ligada a la renta variable ante el primer gran reto francés

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Palm z, Flickr, Creative Commons

El 2017 afronta uno de sus primeros retos políticos y, por tanto, de mercado. Este domingo 23 de abril se celebra la primera vuelta de las elecciones francesas, con cuatro de los aspirantes muy cercanos en estimación de voto según los sondeos (Le Pen, Macron, Fillon y Mélenchon, en niveles del 20%), las cuales se resolverán en segunda vuelta dos semanas más tarde, el domingo 7 de mayo.

Es un gran evento al que todo analista y gestor de fondos prestará atención prioritaria, más si su universo de inversión es la renta variable europea. No obstante, el consenso de expertos apunta hacia mayores posiciones de riesgo en las carteras de los inversores en este 2017, por lo que ni este evento ni otros de la misma o distinta naturaleza deberían hacer cambiar demasiado el asset allocation predispuesto a principios de año por los profesionales.

Así lo creen desde Fidentiis Gestión. “Los activos de bajo riesgo vuelven a estar en el punto de mira, pero deberían surgir oportunidades para incrementar el riesgo”, confían sus responsables. En los últimos nueve meses, han ocurrido eventos que el mercado no esperaba -el Brexit y la elección de Donald Trump en Estados Unidos-, el conflicto sirio se ha recrudecido y todavía queda mucho año por recorrer con una agenda repleta de eventos políticos y una posible escalada de conflictos internacionales. Por eso, “no sorprende que los inversores huyan de los mercados de riesgo y busquen una mayor estabilidad para sus inversiones”. Sin embargo, en Fidentiis creen que “esta reciente debilidad e incertidumbre es pasajera” y que “el mercado ha reaccionado de forma exagerada”. La gestora española sigue convencida de que “la renta variable tendrá un buen comportamiento en 2017” y que “estas repentinas caídas son sólo una oportunidad para incrementar riesgo”.

En esa misma línea trabaja el equipo de Análisis de Bankinter, liderado por Ramón Forcada. Dentro de sus carteras modelo de fondos de inversión, los analistas del banco español diseñan una estrategia llamada Selección Estabilidad, con enfoque de retorno absoluto, volatilidad baja, buen control de riesgos y una gestión históricamente demostrada dirigida a la preservación del patrimonio. Pero, “considerando la experiencia acumulada de 2016 y un contexto de mercado más pro-riesgos y, estimamos, menos volátil que el de 2016”, estos profesionales han subdividido su Selección Estabilidad 2017 en dos niveles diferenciados por riesgo, uno más conservador y otro con sesgo hacia productos de renta variable, denominado Selección Estabilidad 2017 Plus.

En este segundo nivel de riesgo, Bankinter recomienda tres fondos de renta variable que cumplen las primeras características de retorno absoluto. Son el DWS Top Dividende, el Aberdeen Global European Equity Dividend y el First Eagle Amundi International. De media, estos fondos acumulan sólo un año en negativo (dos el First Eagle y ninguno el Top Dividende, en los extremos), una volatilidad anualizada a un año del 10,4% y una rentabilidad media durante la última década del 6,4%.

Los dos primeros productos tienen un enfoque dividendo en sus respectivas carteras. El DWS Top Dividende invierte en compañías de cualquier lugar del mundo de gran capitalización que paguen dividendos atractivos y cuyas perspectivas de negocio y balance permitan creer que éstos sean sostenibles en el tiempo. Por su parte, el Aberdeen Global European Equity Dividend, especializado en renta variable europea, combina en su selección de valores la solidez de la compañía y el atractivo de su dividendo. El First Eagle Amundi International, sin embargo, es un fondo mixto que persigue la mayor rentabilidad posible con un enfoque bottom-up y sin un benchmark que igualar o batir.