Cómo aplicar la gestión del riesgo a una cartera de renta variable con una perspectiva de 360 grados

Fiona Frick Unigestion
Unigestion

Unigestion es una boutique independiente, pero con escala para generar soluciones de inversión globales y adaptadas para su independencia. Uno de los sellos de identidad de la firma es el fuerte enfoque en la gestión del riesgo, al que han dedicado buena parte de sus capacidades de análisis. Fiona Frick, consejera delegada de la firma desde 2011, ha contribuido al desarrollo del modelo a partir de su experiencia en renta fija, área en la que inició su carrera en 1990 como analista, para posteriormente empezar a analizar renta variable.

La experta cuenta que, al realizar la transición de un activo al otro, le sorprendió que la gestión del riesgo, tan importante para la inversión en renta fija, quedase desplazada en el terreno de la renta variable por un mayor protagonismo de las expectativas de retorno. A partir de esta observación, empezó a investigar en maneras de incorporar la gestión del riesgo como una fuente de retorno más de la renta variable, y se convirtió así en pionera en aplicar la filosofía de Mínima Varianza al segmento de la renta variable. Frick ha sido nombrada en repetidas ocasiones desde 2007 como una de las 100 mujeres más influyentes de la industria financiera europea.

Riesgo 360º

“Siempre decimos que el riesgo es una herramienta de 360 grados, tienes que analizarlo desde distintas dimensiones”, afirma la experta. Por eso, al desarrollar el modelo de análisis cuantitativo que hoy caracteriza a Unigestion, se tuvo en cuenta tanto la volatilidad y las correlaciones entre activos como el riesgo fundamental, expresado por las valoraciones. “Con frecuencia se tiene la idea de que los modelos cuantitativos miran al pasado, porque se basan en comportamientos que ya se han producido en el mercado. Sin embargo, nosotros queríamos que nuestro modelo también fuera capaz de anticipar los posibles riesgos en el futuro, y por eso no nos centramos sólo en la volatilidad y la correlación, también damos mucha importancia a las valoraciones”, explica Frick.

Esta pone como ejemplo que uno de los puntos fuertes de la estrategia de Unigestion consistió en invertir en valores que el mercado consideraba aburridos hace años por sus características defensivas, pero que poco a poco estos valores se han vuelto muy populares en las carteras de los inversores y han alcanzado unas valoraciones tan elevadas que han perdido su carácter defensivo. Cita como caso concreto el de la farmacéutica Novartis.

Uno de los riesgos a los que prestan mayor atención en Unigestion es al overcrowding, o exceso de participantes haciendo las mismas apuestas en partes concretas del mercado. En la gestora prestan especial atención a la evolución de los flujos hacia ETF y la liquidez que representan estos flujos respecto al volumen total de trading de cada valor, para evitar aquellos que muestren una saturación mayor. Frick matiza no obstante que cree que “no existe un exceso de popularidad entre gestores con énfasis en el riesgo, porque la manera en que se construyen los índices es diferente, pone el acento en otros estilos”.

Desde la firma también monitorizan los riesgos ESG, ya que consideran no sólo que pueden tener un impacto directo sobre el valor si se materializan, sino que además van a cobrar más importancia en el nuevo contexto regulatorio: “La regulación va a plantear un escenario más estricto en las actuaciones de las compañías con respecto al medioambiente. Desde hace tiempo estamos infraponderados o directamente no invertimos en compañías que no veamos capaces de atajar la transición energética”, afirma Frick. La consejera delegada también pone énfasis en el análisis del Buen Gobierno de las compañías, ya que afirma que “las compañías que tienen un problema de gobernanza sólo presentan riesgos a la baja”. “Un gobierno correcto aporta la estrategia correcta de inversión”, zanja la experta.

Frick termina su análisis con una observación importante sobre la evolución del mapa de riesgos. Señala que, después de un 2017 marcado por el escenario Goldilocks (crecimiento global sincronizado, tipos bajos, inflación en niveles muy bajos, baja volatilidad), este año el entorno para los mercados es distinto: “Vemos una sincronización menor del crecimiento, y esto significa un incremento de la dispersión entre valores y sectores, por lo que el stock picking y el sector picking se van a volver muy importantes”. Frick añade que, aunque la volatilidad haya experimentado un par de fuertes rebotes y ahora se encuentre en niveles algo más elevados que el año pasado, “aún no parece alta, pero están sucediendo muchos procesos subyacentes en la renta variable a los que hay que prestar atención”.