Claves y estrategia a seguir en el mercado de renta fija corporativa a corto plazo

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Foto cedida

En estos momentos, los inversores se encuentran en una situación difícil dado que en Europa existe una incertidumbre política que produce una alta volatilidad de los mercados que afecta a toda clase de activos. El retorno de los activos seguros de los países más importantes se encuentra en niveles históricamente bajos, pero al mismo tiempo los diferenciales de los países periféricos son muy altos. Con este telón de fondo, la deuda corporativa con grado de inversión a corto plazo podría ser una oportunidad atractiva para los inversores interesados en aumentar sus retornos, aunque también es cierto que la situación requiere una evaluación muy razonada y prudente de los riesgos y los beneficios.

Así al menos lo asegura Fabrizio Viola, experto de Generali Investments en deuda corporativa europea y gestor del fondo, quien apunta algunas claves sobre los mercados y su estrategia. “Basándose en su dilatada experiencia y su excelente historial como uno de los mayores gestores de activos en Europa con una sólida apuesta por la renta fija, Generali Investments puede ser un socio muy valioso para invertir en deuda corporativa a corto plazo a través de su SICAV Short Term Euro Corporate Bonds”, asegura. “El enfoque a corto plazo de este fondo permite a los inversores interesados en invertir en esta estrategia obtener una rentabilidad adicional por encima de los tipos monetarios, manteniendo al mismo tiempo duraciones cortas en su cartera”.

“Ante todo, los inversores tienen que distinguir entre títulos financieros y no financieros. Estos últimos ofrecen diferenciales interesantes en estos momentos. Podemos invertir en empresas que hayan reestructurado con éxito su balance financiero tras la crisis de liquidez de 2008-2009, reduciendo gastos no productivos, vendiendo activos secundarios y refinanciando de forma anticipada su perfil de deuda. La mayoría de estas empresas ya están preparadas para aprovechar la próxima oleada de crecimiento, que vendrá inducida por estímulos políticos (el Pacto de estabilidad y crecimiento)”, afirma.

En lo que respecta a los valores financieros, Viola cita a los continuos cambios normativos y la presión de nuevas emisiones de capital como algunos ejemplos de la dinámica que afecta al sector. “Con todo, estos elementos ofrecen continuas oportunidades de inversión. Eso sí, es fundamental estar al corriente de las noticias más relevantes para operar en consecuencia”.

Según explica, Generali Investments es uno de los mayores inversores en renta fija de Europa. Gestiona cerca de 250 000 millones de euros invertidos en valores de renta fija, de los cuales 100 000 millones se invierten en renta fija corporativa y valores de crédito. Cuenta con un equipo de crédito con dedicación exclusiva, que trabaja con analistas bottom-up propios, especialistas en macroeconomía y expertos en reglamentación. “Asimismo, los elevados volúmenes que mueve la entidad nos dan un gran poder de negociación con las contrapartidas, además de acceso al mercado primario, lo cual permite alinear mejor nuestros intereses con los de nuestros inversores”, indica.

Pero, ¿cómo selecciona la deuda en la que invierte? “La construcción de la cartera combina información descendente y ascendente. En nuestra opinión, la rentabilidad a largo plazo viene dada por la economía real y las empresas que se desenvuelven en ella. Por eso, es primordial conocer a fondo el escenario macroeconómico y posicionar la cartera en consecuencia. Y para ello es preciso evaluar, entre otras cosas, el posicionamiento de duración, la asignación geográfica y sectorial, y la gestión general de los riesgos de la cartera”.

En este sentido, Viola asegura contar con distintos comités de inversión que aportan competencias propias en cuestiones macroeconómicas. “El papel de todos los gestores de carteras consiste en ejecutar la visión de la empresa y definir la asignación y las posiciones individuales, teniendo en cuenta los objetivos de inversión y las limitaciones específicas. Nuestros analistas y nuestros propios modelos cuantitativos (basados en el spread ajustado a la duración de cada título) ofrecen la necesaria aportación ascendente”.

A su juicio, este modelo también es útil para plantear escenarios hipotéticos y simular cambios en la cartera en caso de liquidaciones-suscripciones o de cambios tácticos en la asignación de activos. “La estructura del esquema de inversión mejora la solidez y estabilidad de la rentabilidad a lo largo del tiempo. Igualmente, mantiene bajo control el tracking error ex-ante”, señala.

En general, Viola asegura que tienden a minimizar el impacto de la duración de los tipos de interés sobre las carteras. “No obstante, teniendo en cuenta los niveles extraordinariamente bajos en que se encuentran los principales tipos de interés en el corto plazo de la curva (Alemania), de momento hemos decidido mantener una posición corta de al menos 30 puntos básicos frente al índice de referencia (duración total inferior a un año y medio)”.

Por otro lado, los derivados de crédito forman parte del universo de inversión que tienen a su disposición y representan una opción adicional —aunque marginal— de asignación de activos. “Nuestro fondo puede utilizar CDS de forma no provisionada hasta un 25% de los activos gestionados como máximo; la legislación aplicable es la de UCITS IV. En los últimos dos años hemos utilizado derivados de crédito para cubrirnos contra riesgos sistémicos, aportando con ello una clara protección a nuestros accionistas”.

En su opinión, la recuperación inducida por la abundancia de liquidez ofrecida por los bancos centrales obligó a muchos agentes no convencionales a entrar en el mercado para beneficiarse de las oportunidades a corto plazo y participar de la recuperación, pero ahora existe un gran riesgo de que se pierda la confianza y que esta situación se invierta. “Muchos gestores de carteras también analizan el estado real del PIB mundial y la demanda global de bienes y servicios; en este sentido, los datos macroeconómicos chinos son el termómetro perfecto para medir la situación”.

Por el momento, Viola considera que todo apunta a un aterrizaje suave bien controlado en China, lo que resulta positivo a escala mundial, a diferencia de los datos de la industria manufacturera en Europa, que siguen mostrando mucha debilidad. “Creemos que en los próximos meses desaparecerán muchas de las dudas de los inversores; el panorama será más claro y resultará más fácil posicionarse para el resto del año.”

En consecuencia, aunque desde la entidad siguen manteniendo una posición positiva en los diferenciales de crédito a medio plazo, “mantendremos el riesgo general de la cartera cercano a una posición neutra, con algunas apuestas muy específicas a largo plazo en valores de deuda con factores técnicos o fundamentales positivos (ideas de generación de alfa). En cuanto a los títulos financieros, mantenemos una postura prudente, a la espera de la evolución del marco normativo”, concluye.