Clases de acciones de fondos: la eterna demanda de las EAFI y consecuencias en la industria

Transcurridos ya tres años desde la entrada en vigor de la MIFID (Directiva Europea de Mercados e Instituciones Financieras)  y en espera que la comision europea presente de forma inminente el borrador de modificación a dicha directiva, la conocida como MIFID II; se abre un profundo debate en el sector sobre la conveniencia o no del cobro de comisiones o retrocesiones así como la posible unificación de clases de acciones y su comercialización.  

Desde la aparición de las primeras Empresas de Asesoramiento Financiero - EAFIs - en el mercado español, una de sus principales reinvidicaciones ante las entidades financieras y gestoras, se ha centrado en la posibilidad de acceder a las clases intermedias o institucionales de los fondos, siempre argumentado la defensa de los intereses del cliente. 

 

A modo de breve recordatorio, como Vds bien conocen los Fondos de Inversión ofrecen mas de una clase de acciones, dependiendo básicamente del perfil del cliente final (Institucional, cliente de Banca Privada, cliente Retail), asi como de las particularidades del fondo: reparto de dividendo o bien de capitalización. Bajo dicho esquema, cada clase de activo se “bautiza” con una letra A,B,C,D etc.., y a dicha clasificación se le asigna una diferente estructura de comisiones, gastos o minimos de inversión (siempre recogidos en el folleto de fondo); como habrán intuido la consecuencia es la diferencia de rentabilidades entre las distintas clases del mismo fondo, cuyos objetivos y politica de inversión no ha cambiado. 

 

Es en este punto donde pueden existir diferencias de intereses según modelos de negocio de los EAFIs y entidades financieras. Nos explicamos; imaginemos, antes de MIFID, que el ROA (“Return on Assets”) de un cliente de Banca Privada era del uno por ciento (1%) dónde éste no sabía bien porqué conceptos pagaba ya que toda la cadena de servicio se incluía en “el mismo saco” – asesoramiento, custodia, ejecución – especialmente en fondos de inversión. 

 

Ahora imaginemos, era post MIFID de mayor transparencia, el ROA de ese mismo cliente suponemos también del 1% aunque aparece una primera derivada, el asesoramiento ya no lo da la entidad financiera sino otra Empresa de Servicio de Inversión regulada por la CNMV, la EAFI ( que factura aproximadamente el 50% del margen que genera el cliente). En este caso, la entidad financiera ya no daría todo el servicio sino sólo (que no es poco) la ejecución y custodia y la EAFI la parte de asesoramiento (que también es importante), ese ROA del 1% debería repartirse al 50% (“supuestamente”) quedando 0,5% para el EAFI y otro 0,5% para la entidad financiera.  Incorporamos ahora la segunda derivada,  clientes que cumplan con las condiciones del folleto de fondos de inversión o el compartimento de turno de la Sicav/f más barato para el inversor final (“principio de best execution”), adiós al ROA del 1%.

 

Y como no hay dos sin tres; la tercera derivada, el EAFI desea seguir percibiendo el mismo porcentaje de rebates sea cual sea el tipo de acciones de fondos de inversión o Sicav/fs (su 50%), la entidad con el margen que ahora ingresa, no puede ofrecer el servicio de atención que tanto el inversor final como el EAFI desean  para el cliente, se formaría “La Tormenta Perfecta” para que por unas causas o por otras el inversor final (verdadero protagonista de la historia) no perciba que la calidad de servicio y antención estén mejorando.. Solución: entidades y EAFIs están abocadas a entenderse. 

 

Las EAFIs han centrado una parte de sus esfuerzos en lograr que las entidades y gestoras les permitan acceder a las clases más baratas para sus clientes, y pese a los primeros rechazos de las entidades (por los bajos ingresos que les producen y por cierta laguna legal existente a falta de clarificación del regulador), lo han ido consiguiendo; de forma que en gran medida las carteras de sus clientes estan compuestas de fondos de clases mas baratas (Banca Privada) e incluso alguna institucional. Si bien es cierto que en este punto muchas de ellas aceptan o aceptarán ver reducido su porcentaje de comisiones de manera proporcional en función del tipo de acciones. 

 

La situación nunca fue del agrado del regulador (CNMV), que siempre mantuvo una posicion desfavorable – con razón - a que puedan existir agravios comparativos entre los participes de un mismo fondo donde soporten distintas estruturas de comisiones. Esta situación estaba mas extendida entre las gestoras internacionales (Sicav Luxemburguesa o irlandesas) que entre las gestoras nacionales. Es en este punto donde la mayoría de las entidades se pierden en la legislación vigente y no saben si pueden dar acceso al inversor final a las acciones de Banca Privada frente a las de Retail, una aclaración por parte del regulador ayudaría en el proceso de cambio que estamos viviendo. 

 

Este discurso que parecía de cierto interés, puede quedarse sin contenido en caso que al final vea la luz una de las iniciativas que se está tratando para mejorar la MIFID, la eliminación de los incentivos que cobran de la Banca las EAFIs ( tendencia en Europa,  en particular en UK donde su eliminacion esta prevista para el 2013 – “Retail Distribution Review”), y que en caso de prosperar, forzará la adaptación de muchos de los actuales modelos de ingresos de las mismas. Aclarar que este punto no incide sobre los Agentes Financieros – “Tied Agents” -  que son considerados como comercializadores de productos y si que pueden seguir con dicha dinámica de cobro de retrocesiones siempre y cuando el banco también pudiese cobrar esas comisiones o retrocesiones de las gestoras. 

 

En cualquier caso y por poner la “última derivada” en todo este asunto con el fin de evitar injusticias. Si la EAFI es una Empresa de Servicios de Inversión – ESI – como cualquier Agencia de Valores, Sociedad Gestora de Inversión, Sociedad de Valores y/o Bancos; la futura regulación debería ser justa y ética con todas las ESIs por lo que si se prohibe el cobro de comisiones o retrocesiones de fondos de inversión a las EAFIs también debería prohibirse al resto de ESIs; ¿entonces de que vivirían las ESIs o cómo compensarían esta falta de ingresos? A nosotros nos queda claro, el inversor final se acostumbrará a pagar por Asesoramiento Financiero, lo que redundará en su propio beneficio, en transparencia y en saber lo que paga y por qué paga. 

 

Como decía Markowitz, no existe rentabilidad sin riesgo, en este caso concreto el cliente por un mal asesoramiento podrá demandar a la ESI que le de el servicio en el caso de mala entrega del mismo. La historia nos dice que no hay quien esté dispuesto a asumir riesgos de ningún tipo (imagen reputacional, legal, económicos, etc..) sin cobrar por ello. 

 

El debate esta abierto, todo por decidir, no sabemos si será recomendación o norma, pero aquellos que estén pensando en constituirse próximamente como EAFIs, deberá valorar el modelo de negocio que quieren implantar y por prudencia que su cuenta de resultados no esté basada en los incentivos de las entidades y sí en el cobro directo al cliente por su asesoramiento. La moneda está en el aire, hagan juego señores.

Private and Bankers es el blog de José Luis Blázquez y Emilio Andreu