CIO (españoles) para Europa en banca privada suiza: su visión del negocio y los clientes

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Imagen cedida

César Pérez (Pictet Wealth Management; en la foto, a la izquierda) y Prem Thapar (Lombard Odier, a la derecha) tienen varias cosas en común. Atesoran casi dos décadas y media de experiencia profesional en la industria de gestión de activos y de patrimonios y se incorporaron a sus actuales y respectivas entidades en 2015. Pero, sobre todo, son directores de Inversiones para Europa en bancas privadas suizas -Thapar es codirector junto a Philippe du Chatelier- y ambos son españoles, un puesto directivo de alto rango al que es difícil llegar pero desde el que se tiene una gran comprensión del negocio de banca privada y del cliente a lo largo y ancho del Viejo Continente. Por esta razón, Funds People ha querido saber su opinión acerca de algunos de los grandes temas que rodean al sector, que se encuentra en plena transformación legislativa, tecnológica y, por tanto, de modelo de negocio.

Cómo cambiará el negocio a partir de 2018 con MiFID II

El cliente español no está acostumbrado a pagar por asesoramiento, pero esta práctica es una tendencia en Europa. Según Pérez, “vamos a ver una más destacada evolución hacia comisiones de éxito”. El pago por asesoramiento y las comisiones de éxito son servicios y formas de tarificación que Pictet WM ofrece desde hace años y en los que “los clientes han percibido valor añadido”, asegura. La transparencia y el respeto a los intereses del cliente son otros de los valores que MiFID II impondrá a partir del año próximo, aspectos en los que, afirma Thapar, “el modelo de negocio de Lombard Odier se ha anticipado a la nueva normativa”.

Las fortalezas de la banca privada suiza

La confidencialidad, unida al prestigio y seguridad de sus bancos, hacen que Suiza continúe siendo una de las principales plazas financieras de todo el mundo. Sin ir más lejos, el 25% de los patrimonios extranjeros del planeta está en Suiza, una estadística aún demoledora para las plazas financieras competidoras. “El conocimiento del negocio, la proximidad con el cliente y la capacidad de adaptación a los nuevos retos marcan la diferencia de la banca privada suiza frente al resto”, cree Thapar. Los bancos suizos sabían que tenían que salir de su país, hacia los grandes países europeos como primer paso natural. “De hecho”, considera Pérez, “proporcionan a los clientes una imagen de fortaleza adicional”. Entre los bancos helvéticos, no obstante, hay diferentes formas de gestión del negocio y, por tanto, también del cliente. En opinión de Pérez, “nada tiene que ver la banca privada de un grupo que cotiza con uno con estructura de socios”, caso este segundo correspondiente tanto a Pictet como a Lombard Odier.

Diferencias entre los clientes europeos y particularidades del inversor español

Como explica Pérez, los clientes europeos tienen distintos perfiles de riesgo en función de su procedencia y del origen de su fortuna. Los anglosajones y del Este de Europa son más tolerantes al riesgo, mientras que alemanes, franceses, italianos y españoles son más conservadores. En concreto, puntualiza Thapar, “llama la atención la tolerancia a duraciones más largas en las inversiones en renta fija en Holanda y Alemania frente a España, donde parece haber un temor permanente a las subidas de tipos, y también es llamativa la mayor tolerancia al riesgo de renta variable de los clientes anglosajones frente a los españoles”. Respecto al origen de la fortuna, “las primeras generaciones son normalmente más tolerantes al riesgo”, indica Pérez. También entra en juego la fiscalidad y las diferencias entre países en las inversiones según ésta. “En un entorno de fiscalidad homogénea, habría pocas diferencias”, está convencido Thapar. Por ejemplo, la ausencia de impuesto sobre plusvalías en Holanda, frente a la posibilidad de traspasar entre fondos en España, provoca que en España se invierta una proporción mayor del patrimonio a través de fondos.