La preocupación por la sostenibilidad –entendida como la capacidad para satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la de las generaciones futuras- de los recursos del planeta han ido abriéndose camino en los últimos años a través de prácticas como el reciclaje o el consumo responsable, así como en nuevas legislaciones en países de todo el mundo para proteger especies y espacios naturales y regular las emisiones de contaminación. Esta tendencia está llegando al mundo de la inversión: “La crisis financiera ha subrayado la necesidad un modelo más sostenible de crecimiento global y la industria de gestión de activos tiene el potencial de ser un importante catalizador”, afirman los expertos de Pictet Asset Management, desde donde añaden que la sostenibilidad “se ha convertido en una opción de inversión legítima para un número creciente de inversores privados e institucionales con visión a medio y largo plazo”.
Son varias las razones que aducen sus expertos para seguir esta filosofía. Gonzalo Rengifo, director general de Pictet AM para Iberia y Latinoamérica, afirma que la sostenibilidad “hace a las empresas más atractivas y resistentes”, porque los inversores socialmente responsables buscan tanto rentabilidad como “menor riesgo asociado a dimensiones extra-financieras de las empresas en las que invierten, factores de sostenibilidad ASG (ambiental, social y de gobierno corporativo) que hace a las compañías más resistentes a choques y más atractivas a largo plazo”. Rengifo asegura que “de hecho, es posible crear valor restringiendo el universo de inversión a empresas de sostenibilidad superior, ‘los mejores de su clase’, líderes en sus respectivos sectores”.
El director general para Iberia y Latinoamérica alude también a la sostenibilidad financiera, es decir, a todas las políticas que adopte el equipo directivo de una empresa para garantizar su superviviencia a largo plazo, contribuir a la estabilidad de los mercados y a que la economía esté reforzada para resistir a shocks. Para cumplir estos estándares se deben vigilar la estabilidad del crecimiento, el nivel de endeudamiento y el riesgo sistémico.
Patricia de Arriaga, subdirectora general de la firma para España, enfoca la sostenibilidad financiera desde el punto de vista de la deuda: “Muchos países renuevan deuda con nueva deuda y pueden entrar en un círculo vicioso que afecte a su capacidad de pagar cupones y devolver principal”, como ha sido el caso de Grecia. “De hecho, hay que partir de la capacidad de generación de riqueza e ingresos fiscales del país de forma sostenible, en base a fundamentales, además de la capacidad y voluntad de pagar la deuda”, añade.
Para continuar con esta línea de inversión, la casa suiza ha fichado a Eric Borremans (en la imagen), procedente de BNP Paribas Investment Partners y con más de 20 años de experiencia en este campo, como nuevo experto glogal en sostenibilidad. Formará parte del equipo de gestión de inversión socialmente responsable cuantitativa, dirigido por Laurent Nguyen.
Pictet lleva participando en inversiones socialmente responsables desde 1997 y se ha convertido en una de las gestoras líder en este ámbito gracias a su gama de fondos temáticos que invierten en tierra, agua, energía y madera desde el respeto al medioambiente y fomentando los estándares de eficiencia y buen gobierno a través de una rigurosa selección de compañías. “No pretenden ser solución a todos los problemas de sostenibilidad, pero permiten trasladar ideas a inversiones”, afirman desde la gestora.
