Cinco ideas que el inversor no debería olvidar sobre la Bolsa europea

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Foto cedida

La austeridad y las reformas que se está viendo obligada a afrontar Europa hace que, según Rory Bateman, responsable de renta variable europea de Schroders, al Viejo Continente aún le queden por delante tiempos difíciles. “En tres años, sin embargo, creemos que los inversores volverán la vista atrás y verán el momento actual como una gran oportunidad para invertir en renta variable europea, si bien la selección de acciones será clave para poder identificar compañías de calidad que sean capaces de seguir siendo rentables en un entorno de bajo crecimiento, al mismo tiempo que continúen enfocadas a aumentar el valor para el accionista”.

En un informe dado a conocer por el gestor, Rory asegura que “el miedo crea oportunidades y, en este sentido, continuamos encontrando en la Bolsa europea un mundo de oportunidades de inversión muy atractivas, sobre todo teniendo en cuenta que existen muchas compañías que se han visto penalizadas por el indiscriminado castigo al que han sido sometidos los mercados”. Y es que, según explica el experto, a pesar de los desafíos a los que se enfrenta la eurozona y la necesidad de que la región camine hacia una mayor integración fiscal, “creemos que Europa ofrece una clase de activos únicos, muchos de los cuáles están cotizando con un significativo descuento con respecto a sus competidores a nivel global”.

En este sentido, Rory destaca una serie de aspectos que los inversores pueden aprovechar para sacar partido de algunas anomalías que se están produciendo en el mercado:

Valoraciones atractivas: El primero, unos precios atractivos que se encuentran en niveles muy bajos atendiendo a distintas métricas, tanto si se compara en términos históricos como con otras regiones y clases de activos.

Actividad M&A: La reciente actividad de M&A en la región revela el atractivo del mercado europeo. Por ejemplo, las compañías americanas han estado comprando compañías europeas beneficiándose de las bajas valoraciones.

Fortaleza corporativa: El sector corporativo está en buena forma y los balances son sólidos tras un periodo de desapalancamiento en el que las compañías han acumulado importantes reservas de efectivo.

Dividendos crecientes y sostenibles: Existe un creciente número de empresas que están más dispuestas a comenzar a pagar dividendos. Los dividendos en Europa crecieron un 18% en 2011 y se espera que crezcan otro 12% en 2012.

Oportunidades de crecimiento: Europa es la casa de muchas grandes empresas con un negocio global. En los mercados emergentes, el apetito de los consumidores aumenta rápidamente y genera una enorme demanda hacia marcas clave de consumo, como Christian Dior o Richemont en el sector de bienes de lujo.