Cinco grandes tendencias disruptivas que los inversores deben tener en cuenta

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Cedida por Morgan Stanley IM

TRIBUNA de Miguel Villalba, responsable de Morgan Stanley Investment Management para Iberia. Comentario patrocinado por Morgan Stanley IM.

¿Qué oportunidades de inversión a largo plazo podrían surgir de la disrupción? Stan DeLaney, analista de Morgan Stanley Investment Management especializado en cambios disruptivos, aconseja estar atentos a las tendencias emergentes de la próxima década.

Es difícil pensar en un sector que no vaya a ser afectado de alguna manera por la disrupción tecnológica durante la próxima década. Es por eso que el equipo Growth de Morgan Stanley Investment Management cuenta con Stan DeLaney en su equipo. Como investigador sobre cambios disruptivos, DeLaney trabaja con los gestores de carteras para detectar las grandes ideas y tendencias emergentes con implicaciones de largo alcance para las economías, los diferentes sectores y el comportamiento social.

“El cambio disruptivo es parte de nuestro equipo, hasta tal punto que, analizamos todas nuestras inversiones a través de una óptica disruptiva”, señala DeLaney. “Nuestros análisis sobre cambios disruptivos se centran en apoyar la estrategia del equipo Growth de invertir a largo plazo, encontrar compañías con ventajas competitivas sostenibles y asegurarnos de que no mantenemos posiciones en compañías que podrían quedar rezagadas”.

Presentamos las cinco grandes tendencias disruptivas en las que DeLaney está trabajando actualmente, así como los sectores que podrían verse afectados y lo que, en su opinión, los inversores deben tener en cuenta:

1. Aprendizaje de máquinas

“El aprendizaje de máquinas tiene el potencial de ser uno de los mayores factores disruptores en la próxima década”, afirma DeLaney. Es probable que los sectores de transporte y atención sanitaria sean los primeros en padecer la disrupción. “Si pensamos en qué consiste realmente el aprendizaje de máquinas, nos damos cuenta que se basa en el reconocimiento de patrones. Podríamos ver cómo la radiología y los escáneres detectan los tumores más rápido que actualmente. Y es posible que en el futuro también podamos usar el aprendizaje de máquinas para explorar genes que puedan predisponernos a ciertos tipos de enfermedades”.

Para mantenerse actualizados con los cambios que se avecina, los inversores deben “seguir los datos”, dice DeLaney. Quien posea los datos poseerá la tecnología, ya que la calidad del aprendizaje de máquinas depende de los datos disponibles.

Uno de los mayores riesgos de inversión es la regulación. “Es posible que los sectores que podrían ser objeto de disrupción busquen nuevas regulaciones y otras protecciones contra la disrupción. Los inversores deben analizar esto especialmente en campos ya regulados como la medicina y el transporte”.

2. Vehículos autónomos

La conducción autónoma dependerá de la capacidad de procesamiento de datos del aprendizaje de máquinas, pero sus capacidades de disrupción son tan amplias que Delaney lo considera una categoría separada.

“En el caso de los vehículos autónomos, pensamos que el transporte puede pasar a convertirse en gran medida en viajes compartidos”, dice DeLaney. “Los coches suelen ser la compra más cara después de una casa y son costosos de mantener. El 90% de los accidentes son causados por errores humanos1, por lo que previsiblemente los reguladores y los consumidores estarán interesados en vehículos autónomos como una alternativa potencialmente más segura.

Otros sectores pueden verse afectados indirectamente, prosigue DeLaney. “De media, una persona que viaja a diario entre su hogar y el trabajo invierte 55 minutos diarios conduciendo2, de modo que es tiempo que recupera. Una de las cosas que probablemente haga durante todo ese tiempo es utilizar servicios móviles por Internet, los cuales, en nuestra opinión, podrían ser los grandes beneficiarios”.

Los inversores también deben observar atentamente los movimientos de las compañías del sector de la automoción. “¿Están reconociendo este factor disruptivo de cara al futuro? ¿Y qué tienen previsto hacer al respecto?”, pregunta DeLaney. “Algunos han realizado movimientos estratégicos, pero otros no”. Al igual que con otros cambios disruptivos, la regulación también jugará un papel importante a la hora de determinar dónde y cuándo la conducción autónoma se convierte en una realidad.

3. Realidad aumentada

“Se trata de una tecnología emocionante que probablemente tendrá múltiples aplicaciones”, dice DeLaney. “Podemos ver que esto es útil en el sector de la educación y la formación porque básicamente superpone imágenes virtuales a la realidad”. La realidad aumentada puede simular escenarios del mundo real. Eso permite que los cursos o la formación tengan lugar en un entorno seguro frente a un entorno real que puede ser más peligroso. Los cirujanos podrán practicar procedimientos complejos antes de operar en pacientes, por ejemplo”. La realidad aumentada también puede tener valor de entretenimiento, al permitir a los consumidores disfrutar de experiencias únicas, como sentarse sobre el terreno en un evento deportivo o viajar a lugares exóticos.

“La realidad aumentada está en las primeras etapas de desarrollo, por lo que el potencial se descubrirá con el tiempo”, indica DeLaney.

4. Blockchain

En teoría, la cadena de bloques (blockchain) podría impactar a cualquier transacción que requiera compartir un documento o un contrato. Las compañías financieras son más propensas a percibir la disrupción ya que el enfoque de registro contable compartido utilizado por el blockchain podría afectar dramáticamente al tiempo, coste y complejidad del registro actual de las transacciones y del desarrollo del negocio de custodia, dice DeLaney. Errores, como los casos en que se reclama la propiedad de un número de acciones mayores a las emitidas por la compañía, serán cosa del pasado. “Eso no sucederá si se desarrolla softwares de blockchain donde los datos de transacciones se mantengan en un registro contable compartido, que se codifica y se actualiza en tiempo real y está disponible abiertamente para los participantes en la operación”, afirma DeLaney.

Cree que el mercado inmobiliario también podría beneficiarse del blockchain, especialmente en ciertos mercados emergentes, donde los registros centralizados pueden ser insuficientes. Los inversores deben vigilar las regulaciones que podrían afectar al uso de la cadena de bloques. “En este ámbito, creo que el gran riesgo es la presión institucional. Hay muchas personas en organizaciones cuyos trabajos podrán quedar suprimidos con la adopción del blockchain”. 

5. CRISPR

CRISPR es una nueva herramienta para la investigación genética que permite a los científicos localizar segmentos específicos de ADN y a continuación reemplazarlos o eliminarlos fácilmente. “Esto podría causar una gran disrupción en la forma en que la atención sanitaria se presta en la actualidad, dice DeLaney. “Ofrece la capacidad de curar una enfermedad a escala genética. Para los inversores, tiene el potencial de crear nuevos sectores y que los tratamientos médicos existentes sean objeto de disrupción”.

Los inversores deben observar la investigación y el desarrollo en el sector de la atención sanitaria. “Las compañías que están invirtiendo en investigación y desarrollo, en lugar de concentrarse en la rentabilidad del capital a corto plazo, como las recompras de acciones, son aquellas en las que hay que centrarse”, señala DeLaney. No obstante, añade que la inversión en biotecnología es difícil, incluso para los gestores de carteras profesionales. “La biotecnología es probablemente la tecnología disruptiva de mayor riesgo a la hora de invertir. Esas compañías suelen ser negocios en etapa inicial, sin flujo de caja demostrado. También es muy difícil saber en qué invertir, a menos que se tenga experiencia y conocimientos de un área específica de la biología. Incluso en ese caso, puede ser muy difícil prever qué compañías recibirán la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y el posible camino hacia el éxito”.