Cinco conclusiones sobre lo que piensan los inversores de los ETF de smart beta y factor investing

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El interés por los ETF de smart beta ha ido creciendo a lo largo de los últimos años. Un estudio llevado a cabo por EDHEC en colaboración con Amundi a 163 profesionales europeos aporta cinco conclusiones clave sobre la visión de los inversores sobre el uso de ETF de smart beta e inversión factorial. Las conclusiones se pueden agrupar en cinco puntos:

1. Incremento del uso. Desde 2006, el incremento del porcentaje de encuestados que usan los ETF en clases de activos tradicionales ha sido espectacular: en 2006 el 45% de los encuestados usaban ETF para invertir en renta variable y 10% en renta fija, frente al 92% y 65% respectivamente en 2018. Cerca de dos tercios de los encuestados (67%) utilizan ETF para invertir en smart beta en 2018, un incremento considerable respecto al 49% de 2014.

2. Objetivos y preocupaciones. Ampliar la exposición de mercado sigue siendo el principal foco de los usuarios de los ETF, con un 71% de encuestados. Mejorar la rentabilidad y gestionar el riesgo se encuentran entre las motivaciones más importantes para usar estrategias smart beta y factor investing Los principales criterios que preocupan a los inversores para usar ETF son el coste y la calidad de la réplica.

3. Interés por los productos de renta fija. Los encuestados utilizan exposiciones smart beta y factor investing más frecuentemente para cosechar primas a largo plazo (frente a un uso táctico). Muestran un interés significativo en smart beta y factor investing para renta fija, planeando incrementar sus inversiones en estas estrategias, si bien consideran que no hay suficiente análisis en este área. Los encuestados identifican el desarrollo de las estrategias smart beta y factor investing de renta fija como una prioridad.

4. Información relevante. La información que consideran importante para evaluar productos de smart beta y factor investing son la liquidez y la capacidad, la metodología de construcción del índice y los costes de transacción, pero hay un gap entre la importancia de la información y su accesibilidad. Por ejemplo, el riesgo de data mining, la liquidez y capacidad son informaciones clave y son de las más difíciles de obtener.

5. Futuro. El 50% de los inversores planea incrementar su uso de ETF en el futuro, a pesar de la madurez del mercado y las tasas actuales de adopción (frente al 55% en 2014 y 57% en 2015). La reducción de los costes de la inversión es el primer conductor para la adopción futura de ETF para un 86% de los encuestados.