“China se halla en una desaceleración en el crecimiento estructural que no ha hecho más que empezar”

Durante casi dos años, los mercados emergentes han ido a la zaga de los desarrollados. Sin embargo, en septiembre los emergentes de pronto comenzaron a registrar un mejor comportamiento, gracias fundamentalmente al repunte en las cifras de crecimiento de China y los primeros signos de recuperación cíclica mundial. “Más de dos meses han pasado desde entonces y poco a poco puede empezar a hablarse de una nueva tendencia”, asegura Maarten-Jan Bakkum, estratega de mercados emergentes de renta variable de ING Investment Management. “El principal problema en los últimos años ha sido China”.

El crecimiento económico chino se desaceleró de manera significativa, al pasar del 12% en 2010 al 7% este año. “Esto reforzó las preocupaciones del mercado acerca de las vulnerabilidades del sistema financiero chino. En un breve espacio de tiempo, China pasó de ser el mayor impulsor a ser la mayor amenaza para el crecimiento en el mundo emergente. Hubo otros asuntos que ensombrecieron las perspectivas de los mercados emergentes -fatiga en el proceso de reformas y, en algunos casos, un empeoramiento de la política económica en los países importantes, como la India, Brasil y Sudáfrica-, si bien China sigue siendo el factor dominante que crea la negatividad.

“Desde el verano hemos asistido a una mejora en los datos económicos en China, principalmente como resultado de la nueva ronda de las políticas de estímulo puestas en marcha por Pekín. Las inversiones en infraestructura y el mercado inmobiliario han dado lugar sin duda a una mejora de la situación. Esto significa que las perspectivas de crecimiento en China han mejorado, en todo caso, para los próximos trimestres. La actual debilidad en la economía global, los problemas de la zona euro (el mayor socio comercial de China), la contracción que se espera en el mercado laboral chino y el rápido aumento del ratio de deuda en la economía china desde el año 2008 son todas buenas razones para suponer que la aceleración del crecimiento actual no puede durar mucho tiempo”, afirma Maarten-Jan Bakkum.

“China se encuentra en una desaceleración en el crecimiento estructural que no ha hecho más que empezar”. A pesar de esto, el experto de ING IM cree que es importante que el crecimiento se acelere –aunque sea de manera provisional- y que la desaceleración no persista, al menos por ahora. “Esto hará que cualquier temor a una posible crisis sistémica en China pase a un segundo plano. Esta es una buena noticia para los emergentes en su conjunto, que son tan sensibles a las perspectivas de crecimiento de China”.

Pero, además de una mejora en China, hay también una visible recuperación cíclica en la mayoría de los demás mercados emergentes. “Parece que en agosto se tocó fondo en el crecimiento económico. A todo ello hay que añadir que hay un montón de espacio en las condiciones financieras en casi todo el mundo emergente, una situación que infunde confianza en el crecimiento económico y los flujos de capital hacia los mercados de valores de cara a 2013. Con todo, las perspectivas de los mercados emergentes han mejorado significativamente durante los últimos meses. China sigue siendo un riesgo, pero en los próximos trimestres la recuperación del crecimiento chino hará que las preocupaciones sobre un aterrizaje brusco de su economía amainen”, afirma Maarten-Jan Bakkum.