“Me parece bien que se exija una titulación para poder acceder a la profesión, pero no creo que sea bueno una lista cerrada de títulos” explica Borja Durán presidente de CFA Spain. Al hilo del nuevo reglamento que en Portugal exigirá a todos aquellos que quieran ser analistas financieros una titulación emitida por una entidad certificadora, entre las que se encuentra CFA Institute, Durán opina que “es difícil precisar qué nivel de formación es el adecuado, pero está claro que acreditar conocimientos sobre una parte ética y una parte teórica además de otras, sí sería necesario”.
Con independencia de las oportunidades laborales que se puedan abrir para los CFA de España, Brasil y Reino Unido la nueva normativa portuguesa, Durán pone el acento en lo que de aviso a navegantes lleva implícito el reglamento portugués. “Es muy raro que un país vaya por libre dentro de la UE, y desconozco que otros países estén exigiendo un certificado, así que esta norma bien puede ser un aviso de lo que está por venir y puede ser el inicio de una corriente dentro de la UE”, advierte.
Para Durán, el hecho de que ser CFA permita acceder a la profesión en Portugal “pone en valor, respalda a CFA y crea un estándar que le distingue del resto”. Pero no cree que sólo esta titulación sea la válida, “debe haber una oferta muy amplia para que se pueda dar cobertura a todos”. En su opinión, el alto nivel exigido para obtener el CFA no se le debe pedir a todo el mundo. En la actualidad, en España hay unas 500 profesionales con CFA, de las que no todas trabajan en el asesoramiento financiero, una profesión que bien puede aglutinar a más de 3.000 personas. En Portugal, los profesionales con CFA apenas son unos 50. Otro certificado que la normativa portuguesa también enumera como válido para acreditar un grado de conocimiento es el CIIA (Certified International Investment Analyst CIIA), al tiempo que deja la puerta abierta a otras titulaciones que valore la CMVM (homóloga de la española CNMV).
Dado que la exigencia de una titulación en Portugal será requisito indispensable para acceder a la profesión a partir de enero y que quienes ya estén trabajando, tarde o temprano, podrían tener que enfrentarse a la obtención de un certificado, los profesionales que ya cuenten con él tienen, sin duda, una oportunidad laboral en el país vecino. A la inversa, podría darse el caso de profesionales portugueses que preferirían dirigirse a países sin certificación.