Cautos en lo económico, pero oportunistas en los mercados

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Annie Sowards on Unsplash

En los últimos seis meses, los inversores han vivido el hundimiento sin precedentes y sincronizado de la economía global y a su vez una intervención de los bancos centrales que ha eclipsado a cualquier otro estímulo monetario anterior tanto en tamaño como en velocidad. Esa dualidad en la fuerza del impacto y las medidas adoptadas por gobiernos e instituciones también se refleja en la diferencia entre el rendimiento de los mercados y las previsiones económicas.

“Nos sentimos cautos con nuestras estimaciones de PIB. Desde luego no vemos una recuperación en V. Más bien será una U o L con una vuelta a niveles previos más allá de 2022”, cuenta Maya Bhandari gestora de multiactivos en Columbia Threadneedle.grafico_1_ct

Y puede que de la sensación de que las bolsas se han desligado del termómetro económico con las fuertes subidas, pero una radiografía más profunda nos desvela que los inversores sí han sido selectivos. “A nivel general, todo colapsó en los mercados. Y la recuperación inicial ha reflotado todos los barcos, pero no todos han salido igual”, afirma Toby Nangle, responsable global de asignación de activos de Columbia Threadneedle. “Ha habido una discriminación significativa entre los activos de riesgo”. Y se aprecia muy bien en el gráfico que comparte Nangle.

Más riesgo, pero en calidad, no cantidad

“Si hay algo positivo de sacar de la Gran Crisis Financiera es que la Reserva Federal aprendió cómo restaurar los mercados”, comenta Nangle. Con la velocidad a la que actuaron los bancos centrales, en la gestora se sintieron cómodos “inclinándose hacia el riesgo”, como lo pone el experto. “Determinamos que el riesgo de iliquidez se había solucionado”.

¿Y ahora? Pues siguen aumentando en activos de riesgo, pero con un matiz: creciendo en calidad, que no cantidad. “Buscamos fuentes de crecimiento persistente”, explica Nangle. Y aún en medio de una crisis económica histórica puede asegurar que encuentra compañías fuertes con márgenes resistentes.

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“La teoría dictaría lo contrario, que una compañía cuyos beneficios estuvieran creciendo lo notaría en una caída de sus márgenes”, nota. Pero como vemos en el gráfico siguiente, hay contados casos que son la excepción; que crecen sus beneficios y a la vez sus márgenes.

Son nombres que reconocerán al instante, no solo por su popularidad en la vida real sino también por las jugosas rentabilidades que han dado en los últimos años y meses en particular. Por eso se hace difícil optar por estas ideas, sobre todo en comparación con otros mercados desarrollados, como Europa, que siguen rezagados. “Pero es que el retorno de estos activos no ha venido de una expansión de múltiplos sino de un reconocimiento del aumento de su negocio”, justifica el experto. De hecho, señala que la bolsa europea ha dado mejores retornos por unidad de crecimiento de beneficios que la americana, por ejemplo. “Los mercados no son la economía. Estamos apostando por valores de calidad para capturar el crecimiento de los compounders seculares”, sentencia.