Carmignac reconoce que subestimó el castigo a los emergentes pero mantiene su positiva visión

Aunque no cree que las revoluciónes políticas en mundo árabe desemboquen en riesgos geopolíticos de enfrentamiento comparables con los de los años 50 y 70 que hagan presagiar uan crisis petrolera grave y obliguen a modificar la exposición al riesgo, en Carmignac Gestión consideran que la actual etapa de incertidumbre debe inspirar prudencia y justifica en todo caso una ligera reducción de la exposicón a la renta variable del fondo Carmignac Patrimoine, que se situaba en el 38% a finales de febrero. De hecho, la gestora continúa con sus previsiones de reducción progresiva de la prima de riesgo en los mercados de valores.

 

 

En la carta mensual de la gestora correspondiente al mes de marzo titulada “La ola y el efecto dominó”, Didier Saint-Georges, miembro del Comité de Inversión, analiza las implicaciones de los últimos acontecimientos y, aunque descarta que la crisis se contagie a Arabia Saudí, cree que la subida del petróleo de las últimas semanas “no es un trueno aislado en un cielo azul. Más bien se inscribe en una fuerte tendencia al alza de los precios de las materias primas, más bien energéticas, provocada en gran parte por problemas de oferta frente a un crecimiento inexorable de la demanda”, comenta. Razón por la que sus carteras siguen posicionadas bajo esta perspectiva, con asignaciones en dólares y minas de oro como refugios fundamentales.

En su análisis, Saint-Georges se pregunta si la inflación frenará la ola de crecimiento emergente, ante la vulnerabilidad de los mercados en desarrollo desde enero y hace autocrítica de su escasa reacción. “Podríamos haber demostrado más capacidad de reacción táctica en nuestros fondos internacionales y tomamos nota, porque hemos subestimado la magnitud de la reacción del mercado, que encuentra en el aumento del precio del crudo una razón adicional para alejarse de los emergentes, tradicionales pararrayos del nerviosismo”, afirma.

Sin embargo, tras analizar la situación, considera que los castigos del mercado brasileño y chino han sido excesivos, más aún cuando las medidas restrictivas tomadas en China no pueden poner en peligro el dinamismo de su crecimiento, en un momento de reasignación de la riqueza que favorece el consumo. “Incluso si las tensiones inmediatas sobre los precios de las materias primas han provisto al mercado de una cómoda justificación para el salvaje baile de recogida de beneficios en los países emergentes a principios de año, nuestras convicciones permanecen inalterables”, apostilla.

Alerta en los bancos europeos

También siguen sin cambios en la temática de recuperación estadounidense, según la carta de marzo, y con respecto a las críticas hacia la zona euro ante “las disparidades que encierran los datos macro y la continua debilidad de la situación”, que Carmignac tilda de cada vez más problemática. De hecho, la gestora no cree que la cumbre del 24 y 25 de marzo sobre la renegociación del plan de rescate financiero europeo sirva para aportar una solución duradera. “Lo dudamos, ya que ni Alemania ni el BCE están dispuestos a afrontar los costes”, dice Saint-Georges, por lo que temen el inicio de una nueva partida de dominó, esta vez mucho más próxima y más cercana al balance de los bancos europeos.

La gestora cree que aunque EEUU, al igual que Europa, no está en la envidiable situación de los países emergentes, tiene al menos una importante ventaja, “que puede apoyarse en una economía reactivada y un Banco Central que la protege”. Con todo, afirma que la necesidad de ocuparse del déficit público se va a convertir inevitablemente en un tema clave en los próximos meses para la administración de Obama.