Carmignac da un giro a su estrategia tras varios ejercicios "decepcionantes"

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Nuestros resultados no han sido buenos. Hemos hecho un examen de conciencia”. Sincero y realista,Didier Saint-Georges, managing director y miembro del Comité de Inversión de Carmignac, arrancaba su ponencia anual ante medios afrontando errores. La firma francesa arrastra tres años de resultados decepcionantes para sus clientes, incapaz de recuperarse por completo del traspiés con la crisis china de 2015.  

Y el dinero les ha castigo. Tan solo en el último año han visto salidas de patrimonio por valor de 9.000 millones de euros. Así, el patrimonio bajo gestión de Carmignac cerró 2018 en los 42.000 millones, de vuelta a niveles de 2011.

De la macro a los mercados a la ISR

La boutique parisina se labró una buena fama por su don para encontrar ideas distintas, buenas, y un poco contrarían en periodos difíciles para los mercados. Pero tras tres años “decepcionantes” han decidido dar un giro a su estrategia. Su análisis macroeconómico seguía siendo acertado, pero como explica Saint-Georges, “se nos escapaba de las manos cómo extraer conclusiones de estas fuertes convicciones e implementarlos en ideas que generasen retornos”. Es decir, entender cómo el mercado iba a reaccionar y generar la estrategia top-down correcta. “Es algo que debimos haber visto hace tiempo”, reconoce.

También han repensado su manera de aplicar apuestas bottom-up. La firma ha hecho esfuerzos en mejorar sus equipos de generación de ideas concretas, tanto en renta fija como en renta variable. Es algo que, aseguran, se ha notado ya en 2018. Ciertamente, aquellos fondos de la casa con un enfoque más bottom-up han salvado los muebles. Un buen ejemplo es el Carmignac Long/Short European Equity, que se ha hecho un hueco entre los alternativos más rentables de 2018

Y por último, la firma también ha querido resaltar su compromiso con la inversión responsable. Tres fondos de Carmignac han recibido un rating ISR del gobierno francés. “Para nosotros es un gran reconocimiento ya que no se tiene a Carmignac como una casa ISR. Pero es que en nuestro ADN está la gestión del riesgo, por lo que factores como la cultura empresarial es algo que nos preocupa”, explica Saint-Georges. 

Tres ideas en las carteras de Carmignac

Con ese espíritu de renovación, la gestora se adentra en un nuevo ejercicio vigilante a tres sucesos claves:

A. El (no) crecimiento de China. Aunque las cifras oficiales comunicadas hace unos días sitúan el crecimiento del país en el 6,5%, en Carmignac estiman que más bien se mueve en el 5%. La política monetaria y fiscal están actuando como viento de cara, el problema es que tanto presiones internas (la inmensa y creciente deuda) como externas (el menguante superávit por cuenta corriente) dificultan cualquier cambio sustancial.

B. La Fed debe extremar el cuidado. El mercado inmobiliario estadounidense está claramente menguando, pero la Fed debe cerciorarse de que la inflación está bajo control antes de poder cambiar el rumbo de su política. “Y esto es negativo también para China”, explica Frédéric Leroux, miembro del Comité de Inversiones Estratégicas.

C. La capacidad de maniobra del BCE es limitada. “Tienen armas muy pequeñas para la gran desolación que vemos en Europa”, resume Leroux. 

Tres grandes problemas que no tienen fácil solución.