Carmignac deshace posiciones en deuda periférica y suprime sus cortos sobre el bund

Didier
Foto cedida

Cambio importante de estrategia en Carmignac. Si hasta ahora el posicionamiento mantenido por la firma francesa era la de estar largos en deuda periférica europea y cortos sobre los bunds alemanes, la crisis políticas que viven España e Italia ha hecho que la visión de la casa haya cambiado de manera radical. “Hemos reducido aún más nuestras posiciones largas sobre los mercados de deuda periféricos y cortado nuestras posiciones cortas sobre el bund alemán”, revela Didier Saint-Georges, miembro del Comité de Inversión de la gestora francesa.

El nerviosismo de los inversores sobre la inestabilidad política en el sur de Europa se ha hecho evidente tanto en los mercados de renta variable como de renta fija, donde las primas de riesgo español e italiana han subido en las últimas horas hasta el entorno de los 150 puntos básicos y 300 puntos básicos, respectivamente. Esta vez, en Carmignac han creído que lo mejor era tomar medidas. Y así lo han hecho aún a pesar de que “el gran test para las economías periféricas vendrá cuando se produzca una contracción de la actividad económica. Ahí será cuándo se vea de verdad si las reformas estructurales implementadas por estos países han sido suficientes”.

Según Saint-Georges, la crisis institucional que están atravesando Italia pone al presidente del BCE en una importante tesitura. “Mario Draghi tiene dos opciones. La primera, volver a la palestra y decir que hará lo que sea necesario para garantizar la supervivencia del euro, con el propósito de relajar a los mercados. La segunda, cruzarse de brazos y dejar que sean los propios mercados los que hagan el trabajo. Es decir: si el nuevo Gobierno quiere poner en marcha medidas populistas que en la práctica suponen duplicar el déficit, que lo haga, pero que asuma las consecuencias que esta política tendrá sobre el coste de financiación del país. Deben  asumir las responsabilidades de sus actos, para que el electorado sepa por lo que está votando”.

En la práctica, el QE del BCE ha hecho ganar tiempo a los distintos países para acometer las reformas necesarias. Ahora, el problema es que ese tiempo se agota. “El ciclo económico está avanzado y la retirada de los estímulos lo acelera, lo que resta margen de maniobra”. Aunque Europa no está en el mismo punto del ciclo económico que Estados Unidos, el experto considera importante desgranar cómo se está recuperando la región. “El crecimiento no ha venido por el lado del consumo interno, ni por el de la inversión, sino por el de las exportaciones, lo que significa que lo que pasa en Estados Unidos y los emergentes le importa mucho. Europa se ha vuelto una economía cíclica muy dependiente del crecimiento mundial y, en algunas partes, el ciclo está muy maduro”.

Didier Saint-Georges ve signos de agotamiento del ciclo. “En los últimos años, los bancos centrales han sido el motor de los mercados financieros, pero ahora éstos nos están lanzando señales de que no estamos lejos del punto álgido del ciclo. La inflación está repuntando –aunque no creemos que vaya a subir mucho más - y los indicadores macroeconómicos debilitándose. En este entorno cobrará una especial relevancia la construcción de la cartera. Es un escenario en el que hay que sobreponderar la liquidez y los activos defensivos que tradicionalmente han sido las empresas tradicionales de consumo y ahora son compañías tecnológicas con grandes reservas de efectivo. . El círculo que representa el ciclo económico vuelve a funcionar como guía base. Llevaba diez años sin tener que utilizar este gráfico en mis presentaciones, pero ahora vuelve a tener sentido”, afirma el experto.

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