Carlos Magán (Afi): “Nuestros clientes institucionales necesitan mucho asesoramiento con el cambio de ciclo en renta fija”

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En los últimos años, Afi se ha dedicado a diversificar sus áreas de negocio. Además de formación, research y mercados, también son proveedores de tecnología financiera y tienen la parte de seguros, corporate y una EAFI, entre otros.

Esta última, Afi Inversiones Financieras Globales, se creó con el objetivo de dar asesoramiento al cliente institucional y actualmente asesora ya un patrimonio de en torno a los 3.000 millones de euros, cuenta Carlos Magán, socio de Afi. Del total, un 60% corresponde a la parte de vehículos asesorados de gestoras o planes de pensiones e incluso de empleo, donde hay cuatro personas dedicadas al análisis de profundidad de los fondos. 

El 40% del patrimonio total de la EAFI restante está en la parte de clientes institucionales, donde han crecido mucho “en asesoramiento a fundaciones, empresas y compañías de seguros”, explica Magán. “Necesitaban información y son, además, clientes conservadores, que hoy necesitan mucho más asesoramiento sobre todo con el cambio de ciclo en renta fija”. Un área donde “hay una vía de crecimiento”, añade el experto.

Adicionalmente, están detrás de las carteras de grupos financieros, compañías de mutualidades, unit linked o algún robo advisor.

Subraya varias características diferenciales de la EAFI, además de su independencia y rigor técnico, también está el hecho de pertenecer a Afi, en cuyos recursos pueden apoyarse.

Su visión sobre la renta variable, dice, no se centra en mercados sino en sectores, temáticas y el análisis de las megatendencias del futuro. Y en renta fija, en la selección minuciosa de activos. Eso sí, Magán cree que “los activos ilíquidos (como loans, infraestructuras, private equity...) en España empezarán a formar parte en las carteras en los próximos años”.

Actualmente el equipo de la EAFI consta de nueve personas, aunque lo han ampliado en lo que va de año, fundamentalmente con la cantera formativa de Afi.

Con respecto a la entrada en vigor de MiFID, no creen que les afecte en particular ya que, en realidad, su forma de trabajar siempre se ha basado en la independencia y en el cobro directo a sus clientes, no obteniendo ningún tipo de incentivo de terceros, lo que asegura una total alineación de intereses. La base de su servicio pasa por la selección de carteras individualizadas para cada cliente, lo que al final les obliga a analizar un universo de activos distinto para cada uno.

“ESMA tiene claro que los incentivos desaparecerán. Ahora estamos en un paso intermedio pero habrá que separar comercializador de la fábrica de producto, igual que ocurre en otros países”, avanza.