Carla Bergareche (Schroders): “En 2019 las cosas van a seguir estando complicadas en los mercados: las expectativas deben ser realistas”

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Foto cedida

Schroders está de aniversario. La gestora acaba de cumplir 20 años en España. Lo hace posicionada como una de las entidades internacionales de referencia en el mercado ibérico y bajo el timón de Carla Bergareche, quien durante los últimos ocho años ha sido la máxima responsable de la oficina. Durante este tiempo, la firma británica ha ido aumentando su base de clientes y su volumen de activos, hasta alcanzar los 6.000 millones que gestiona actualmente en España, según datos del barómetro que publica Funds People. Como es sabido, el 2018 está siendo un año difícil para la industria, que ha ido claramente de más a menos. “El año empezó con un primer trimestre espectacular, el mejor de los 20 años en los que hemos estado aquí. A partir de entonces el apetito se fue enfriando hasta el punto de que, en término de flujos, todo apunta a que será un año neutral”, afirma.

Sin embargo, el recuerdo con el que se quedará la directora general de Schroders para España y Portugal del 2018 será positivo. “Ha sido un periodo de consolidación tras la fase de fuerte crecimiento que hemos vivido en los últimos años. No hay que olvidar que el 2017 fue un año récord. Todo lo que sea afianzar estos niveles es bueno para el sector”. En el caso concreto de Schroders, la gestora dispone en el mercado ibérico de un negocio muy diversificado, tanto por tipo de cliente como de producto. Bergareche lo define como una base muy sólida y de alto valor. “Tenemos 21 productos con más de 100 millones en activos bajo gestión y el fondo que más pesa en Iberia –el Schroder ISF Euro Equity- ocupa un 19% del total”, revela. Esto es lo que han conseguido hasta ahora. El futuro lo mira con un renovado optimismo pese a los innegables retos que se avecinan.

“Estamos al final del ciclo económico y los mercados anticipan, lo que hará que la volatilidad que hemos vivido últimamente persista. La renta variable ofrece unas valoraciones muy ajustadas, aunque con las caídas registradas este año y los buenos resultados empresariales, son más atractivas de lo que lo eran a principios de año. La renta fija está complicada, especialmente para los inversores en euros. Eso es un gran reto para las carteras conservadoras, donde el peso de esta clase de activo es importante. Hablarle a ese tipo de cliente en estos momentos es muy difícil. El próximo año las cosas van a seguir estando complicadas en los mercados. No se le puede decir lo contrario. Los depósitos tampoco serán atractivos. Las expectativas deben ser realistas. El ejercicio que debe hacer el inversor es el de alargar el horizonte temporal de sus inversiones”, señala la experta.

En su opinión, ello permitiría asumir algo más de volatilidad e ir ajustando las inversiones de una forma distinta, incluyendo más activos en cartera según sea el perfil de riesgo del cliente. “Creo que se están dando pasos en ese sentido”, subraya. Las dos categorías más demandadas este año son bonos flotantes y fondos monetarios. “Las carteras conservadoras han aumentado posiciones en estos activos, reflejo de la dificultad que existe para encontrar productos interesantes en renta fija. También crece la parte de alternativos, principalmente líquidos, un área donde contamos con 30 estrategias con 22.000 millones en activos bajo gestión, que hemos reforzado con fondos multiestrategia (Schroder GAIA Wellington Pagosa) o long short tecnológico (Schroder GAIA Contour Tech Equity) y donde seguiremos innovando al ser un universo que despierta mucho interés entre unos inversores que están buscando diversificar sus carteras”.

Desarrollo de producto

Asimismo, Bergareche detecta interés por los alternativos ilíquidos, donde existe interés y demanda por parte de inversores institucionales, ya que los mercados privados ofrecen una descorrelación mucho mayor. La gestión alternativa es un área donde Schroders está innovando a nivel de producto. También lo harán con nuevos fondos temáticos, productos ESG (los mismos equipos que gestionan los fondos tradicionales gestionarán estrategias socialmente responsables) y soluciones de la mano de sus clientes. “La gama está viva. Hay productos que cuentan con un ciclo vital que, cuando lo cumplen, los cerramos. Las necesidades de los clientes van cambiando y nuestro objetivo es ir lanzando soluciones que den respuesta a esas demandas concretas. Nuestro papel como gestora es seguir mejorando nuestra propuesta de valor, buscando soluciones inteligentes y novedosas a las necesidades de los clientes”.

En el actual contexto de mercado, en ese esfuerzo por ofrecer valor –término que Bergareche define como el resultado neto que das a tu cliente- la comisión juega un papel mucho más relevante. “El coste tiene hoy una mayor importancia de la que ha tenido en el pasado. Antes, cuando se esperaban retornos del 7%, el hecho de que un gestor te pudiese generar un 1-2% anualizado extra no se valoraba tanto como en un entorno, como el actual, en el que se pueden esperar retornos de los mercados de renta variable del 4,8%. Lo mismo ocurre con el precio. Lo importante es el resultado neto que ofreces al cliente. Como compañía nos estamos centrando en eso y, por ello, hemos reducido comisiones, principalmente en productos de renta variable”, asevera.

El valor de la tecnología

La tecnología es otro aspecto muy importante en el negocio de Schroders. “Te permite ser más eficiente”, destaca Bergareche. En la gestora se pueden encontrar ejemplos muy claros de hasta qué punto la innovación tecnológica está desempeñando un rol fundamental en la vida de la entidad, como es el caso de los Data Insight Units, equipo de 30 profesionales provenientes de distintos ámbitos (música, Fórmula 1, behavioral finance…), que con herramientas de big data se dedican a buscar datos que puedan incorporar a sus sistemas y ayudar a los gestores a tomar mejores decisiones de inversión.

“Está dando muy buenos resultados. Cada vez más equipos recurren a ellos. Les hacen preguntas concretas y les ayudan en determinados valores a ajustar sus predicciones y, por lo tanto, a tomar mejores decisiones de stock picking. Para generar valor hay que seguir invirtiendo en tecnología”, indica Bergareche. Los desarrollos tecnológicos también son cada vez más importantes a la hora de comunicarse con unos clientes que –según Bergareche- valoran especialmente el reporting, principalmente la calidad y la rapidez. “Es algo que en España se aprecia mucho”.

En Schroders somos muy conscientes de las disrupciones que se están produciendo en la industria. No nos asustan esos cambios, sino que los abrazamos. Desde Schroders somos partidarios de mantener la política de adquisiciones de pequeñas firmas que ofrezcan a la gestora capacidades de gestión que no tenían, como las recientes compras de una boutique de private equity, Adveq, o una entidad de real estate centrada en gestión hotelera, Algonquin, o que les permitan entrar en nuevos mercados (actualmente están en 27 de todo el mundo).

“Ahora es más importante estar centrado en saber qué buscan los inversores y satisfacer sus necesidades que meterse en grandes procesos de fusiones que obliguen a concentrar esfuerzos en digerir operaciones de este tipo” (en este momento, por ejemplo, están viendo flujos entrando en mercados emergentes). Por ese motivo, para continuar creciendo en el futuro, Schroders seguirá apostando por reforzar sus capacidades y no por entrar en operaciones de M&A que distraigan la atención de un cliente que, ahora más que nunca, demanda soluciones. Y, cada uno, de manera específica, lo que obliga a la gestora a dedicar tiempo y recursos para saber lo que buscan y adaptarse a ellos, ya que –tal y como indica Bergareche- “ofrecerle el mismo producto a todo el mundo no sirve de nada. No es un café para todos. Eso no vale. Cada cliente tiene una necesidad concreta”, concluye.