CapitalatWork da como seguro el default griego. La duda es cuándo.

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Joel Filipe (Unsplash)

La situación económica actual se puede resumir en lo que Eric Ollinger, presidente de CapitalatWork, denomina las tres C (crisis de deuda, crisis económica y crisis de credibilidad y confianza). El endeudamiento es de dos tipos, privado y público lo que deja un panorama de  división en Europa. Se tiende a meter en el mismo saco a España o Italia que Grecia y Portugal, pero desde Capital at Work señalan que las cifras demuestran lo contrario.

 

Estos dos últimos países han tenido que hacer desde el año 2010 una subida muy grande de intereses, llegando en el caso de Grecia a +374 puntos, por ejemplo. El panorama sólo refleja la posibilidad de rescatar a Grecia por segunda vez, pero como detalla Lucas Monjardín, consejero delegado de la compañía española (en la foto), es imposible que consiga devolver la deuda contraída con la Unión Europea. La situación no tiene otra solución que la de hacer un “default”. Monjardín cree conveniente que dicho default (del 30%) se lleve a cabo cuando el sistema financiero se encuentre un poco más estable (2-3 años) pero no descarta que se produjese en un plazo de un año, lo que supondría graves consecuencias para el sistema financiero. “El problema no es hacer que Grecia haga un default, sino cuando”, destacó Monjardín.

 

El problema griego no sólo atañe a la Unión Europea sino que la exposición de Estados Unidos es igual que la que pudieran tener Francia o Alemania. Al final este default supone que los inversores no pierden, sino que las pérdidas son más de tinte social, en opinión de los expertos de CapitalatWork. 

 

El panorama que vemos es distinto al que muestra la realidad, explicaba Monjardín ya que el gobierno alemán necesita de países periféricos. Él vende sus productos a estos países, que frente a un euro caro para sus economías tienen que importar, teniendo dificultades para exportar. Es decir, que Alemania crece gracias a los países periféricos, ya que hace que el euro sea una moneda asequible para ellos y fuerte para estos países periféricos.

 

El PIB de los países periféricos, caso de España, se está recuperando, pero hay que mantener la paciencia señalan desde Capital at Work. Europa avanza en dos bloques y las economías de muchos de estos países dejan atrás la crisis, pero otros siguen inmersos.


Compañías para invertir

 

Actualmente existen oportunidades tanto en el campo de renta fija corporativa y renta variable, pero Capital at Work abogan por buscar las buenas compañias y estudiar los riesgos. En la situación de crisis en la que nos encontramos, Lucas Monjardín señala como empresas apetitosas para el inversor Acerinox, Técnicas Reunidas o Repsol. Jazztel o BBVA (está más exigente pero con oportunidades) son algunas otras que destaca.

 

Fuera de España, Monjardín destaca por encima de todas a Intel como una gran oportunidad que ofrece el mercado. El éxito del negocio para Capital at Work se encuentra en una idea que tienen fija: la rentabilidad es igual a los flujos futuros-precios. El precio de una cosa es la única forma de saber que es un buen negocio. Como resume Lucas Monjardín, “una buena compra ya es media buena venta”. La estimación del valor intrínseco es lo primero que hay que analizar para llevar a cabo una buena inversión.

 

Monjardin considera que invertir en lo que es consistente funciona. La crisis ofrece un abanico de posibilidades que en épocas de bonanza no se dan, y es ahora donde surgen las oportunidades. En el caso de España, Lucas Monjardín señala que  el problema de nuestra banca es que muchos inversores han apostado contra ella. Pero este no es el único problema, ni el mayor ya  que la situación de crédito en España reviste de especial gravedad.

 

Las bolsas europeas se comportan al igual que sus países, es decir, que podríamos diferenciar dos bloques (centro-nórdicos y periféricos). Todas tienen un punto común que es a mediados del año 2009, pero desde esa fecha bolsas como la alemana crecen en mayor medida que la española. En Capital at Work quieren poner de manifiesto que a pesar de esta diferenciación, las bolsas en su conjunto se han comportado de manera estable. Las caídas que ha sufrido el Ibex son producidas por la caída de las grandes empresas que componen este grupo, que al final son unas pocas.