Cambios estratégicos en la cartera del Schroder ISF European Opportunities

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Funds People

Steve Cordell es gestor del Schroder ISF European Opportunities. Se trata de un fondo con cinco estrellas Morningstar que Schroders ha incorporado a su gama tras la compra de Cazenove (antes, el nombre del producto era Cazenove Pan Europe). La nomenclatura es lo único que ha cambiado. El estilo y la filosofía se mantiene. La estrategia presenta algunos rasgos idiosincrásicos. Cordell parte de la prmesia de que, en periodos de recuperación y expansión, las compañías cíclicas guardan una correlación positiva con el ciclo, siendo momento por tanto de sobreponderarlas en la cartera. De igual forma, la correlación entre las empresas defensivas y el ciclo es negativa, por lo que solo las sobreponderan en periodos de desaceleración o recesión económica. Con este enfoque, la rentabilidad anualizada del fondo en los últimos tres años ha sido del 19,1%, 4,3 puntos por encima del MSCI Europe.

“El éxito de la estrategia radica en saber anticiparse a los cambios del ciclo. Es en los puntos de inflexión del ciclo cuando se producen las revisiones de los beneficios y también cuando resulta clave ser muy rápido a la hora de fijar las nuevas estimaciones del precio de las acciones. Los mercados están en un continuo proceso de reevaluación del riesgo. Lo importante es ser capaz de mover la cartera antes que el resto”, afirma. La estrategia presenta algunos rasgos idiosincrásicos. Uno de ellos es que el análisis macroeconómico juega un papel muy relevante. “Solemos apostar por aquellos mercados en los que las expectativas económicas parten de niveles muy deprimidos y existe un mayor margen para asistir a sorpresas positivas”. Es el caso de países como España o Francia, a los que sobrepondera.

El gestor considera que las mayores oportunidades se encuentran en el Reino Unido, con una ponderación a este país del 24,6%, a pesar de que ser casi ocho puntos inferior con respecto a su índice (MSCI Europe). Dentro de las primeras posiciones del fondo, también están infraponderados en Alemania y Suiza; mientras que Francia y España están sobreponderadas. La fuerte apuesta por países como España o Reino Unido se debe, en parte, a la segunda característica del producto: dar mayor peso a las large caps en periodos de deterioro de la actividad y elevar el peso de las empresas de mediana capitalización en escenario de bonanza económica. En este sentido, las compañías de mediano tamaño de España y Reino Unido están entre sus apuestas.

Sin embargo, en las últimas fechas Cordell ha ido reduciendo el peso global de las mid caps. “Hemos aumentado nuestra posición en empresas de gran capitalización con respecto a las de mediana y pequeña capitalización y sobreponderado valores defensivos ante la sombra de la recesión y el menor apoyo que están recibiendo las acciones con beta alta. En los últimos meses, hemos realizado un cambio estratégico hacia una postura más defensiva, vendiendo ciertas posiciones cíclicas. Esto nos ha llevado a infraponderar los tres sectores cíclicos (consumo, industriales y materias primas)”. A nivel sectorial, las principales posiciones del fondo se sitúan en el sector financiero, el de los productos de consumo, el sanitario y, dentro de las materias primas, en el sector del petróleo y el gas.

Si bien parecería que Europa está cayendo de nuevo en recesión, el gestor mantiene la esperanza de que el BCE seguirá apoyando al sector financiero y, por lo tanto, permancen sobreponderados en este sector. Al menos, por ahora. “La evaluación exhaustiva de los bancos de la zona euro ha sido una de las medidas más importantes adoptadas por el BCE. Gracias a la relajación de la presión sobre los balances de los bancos, las entidades pueden centrarse en su actividad más importante, la concesión de préstamos, con el fin de apoyar la tan necesaria inversión de las empresas y el crecimiento económico. Por lo tanto, esperamos que la concesión de préstamos bancarios mejoren en 2015”, indica el experto.

Cordell considera que el BCE ha tomado una serie de medidas —en particular, la introducción de unos tipos de interés negativos para los depósitos— que han servido para que el euro se devalúe. “Una moneda más débil podría constituir un impulso positivo para los beneficios para el próximo año. Mientras tanto, la caída del precio del petróleo también debería impulsar los beneficios. Aunque esto plantea dificultades para el BCE en cuanto al cumplimiento del objetivo de inflación, el descenso del precio del petróleo es una buena noticia para los consumidores y debería incrementar su poder adquisitivo durante los períodos festivos más importantes”. Pese a ello, Cordell reconoce que la zona euro sigue sufriendo una desaceleración del crecimiento, o incluso crecimiento negativo en algunos países, sobre todo ahora Alemania, que está viendo cómo las empresas están recortando drásticamente en el gasto y la inversión.

“Parece que las sanciones anunciadas en septiembre contra Rusia en los sectores de energía, finanzas y defensa están también afectando a toda la UE. Los nuevos pedidos son ahora inferiores a las existencias, ya que la caída en Alemania ha sido suficiente para arrastrar a la zona del euro en general a una acumulación de existencias no deseada. Esto es un mal presagio para las perspectivas de producción industrial relativas al cuarto trimestre. Podemos terminar el año negativamente, ya que parece incluso poco probable que se produzca el repunte típico de las Navidades dado que la gravedad parece estar presionando a la baja a los activos de riesgo ante el punto y final del programa de relajación cuantitativa por parte de la Fed. La economía europea se está desacelerando y puede estar a punto de entrar en una recesión”, concluye el experto.