¿Cambio climático? ¡Ja!

Si bien es cierto que la Semana Santa se caracteriza por el elevado riesgo de lluvia, las lluvias de los últimos días (y las que aún nos acompañaran  a corto plazo.creo) suponen sin duda un caso extremo. Bueno, siempre queda la resignación de pensar que es bueno para el campo.  Y es que el que no se contenta es porque no quiere. Durante la semana pasada las bolsas mundiales recortaron ligeramente, pero con diferencias apreciables entre los nuevos máximos en Estados Unidos y descensos del 4% en Europa. De hecho, podríamos decir que las bolsas de Estados Unidos están en máximos y el resto oscilan entre el 10 y el 200% por debajo de sus máximos históricos. El mundo es injusto.

¿Qué tienen las bolsas de Estados Unidos que no tengan el resto? No es la valoración, precisamente. Pero sí una economía que sigue ofreciendo sorpresas positivas, un banco central entregado, una clase política que evitando situaciones limite (sin resolver los problemas, es cierto) y una moneda fuerte. Al  final, transparencia y claridad. Es lo que piden los inversores. Y es lo que Europa les niega.

Por ejemplo, Chipre. Para algunos, un modelo a futuro; para otros, un caso excepcional. Para algunos, la integración bancaria sigue su curso; para otros, se aplaza o simplemente se muestra la realidad de que la deuda pasada no será cubierta por la UEM si no que será pagada a nivel nacional o en caso de que sea imposible por los acreedores y depositantes. ¿O no es así? Vaya lío tenemos. Es normal en este caso que la falta de claridad (camino a seguir) determine la confianza. Siempre nos quedará el BCE, aunque alguna agencia de rating no lo tenga muy claro. Por cierto, ¿qué opinan las agencias de rating de Chipre y cómo puede afectar a otros países? Su opinión me inquieta.

¿Y qué pasa con Italia? Pues si quieren que les diga la verdad, no tengo la menor idea de cómo resolver el embrollo político en la tercera economía europea. Muy inteligente sin duda la decisión del presidente Napolitano. Pero juega contra el tiempo, debido al vencimiento de su mandato. Y de hecho, no queda claro quién puede convocar nuevas elecciones. Obviamente, menos qué puede salir de ellas. En este punto "esperado" estamos. De hecho, se cumple la máxima del peligro de no valorar los riesgos de crisis. Me refiero, precisamente, a evitarla.

En nuestro caso quizás los inversores y la clase política han confiado en el poder "indefinido e ilimitado" del BCE. Pero no estoy seguro de que haya llegado el momento en que la autoridad monetaria europea lo ponga en funcionamiento. De nuevo, la disciplina del mercado no parece lo suficiente contundente como para llevar al BCE a tomar nuevas decisiones en esta semana. Sí podría dulcificar la inyección de liquidez, con ampliación de colaterales. También se hablará de recortar tipos, pero la decisión final probablemente se aplazará de nuevo. Sí, todo debe empeorar para que se adopten nuevas decisiones excepcionales. Me temo lo peor a corto plazo.

Y es que tampoco veo que los mercados estadounidenses tengan más argumentos para ir contra corriente. Naturalmente, sigo siento optimista para el conjunto del año. Pero el año es largo. Y muchos inversores pueden tener la tentación de hacer cartera. También admito que pienso lo mismo desde hace más de un mes. No paro de equivocarme. Pero acertaré en algún momento..¿por qué no en los próximos días?

Autor de la imagen: Sumcensuvitt, Flickr, Creative Commons