Tras las noticias aparecidas en varios medios de comunicación a última hora del jueves, CaixaBank y Bankia confirmaron minutos antes de la media noche, en sendos hechos relevantes remitidos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que han iniciado contactos para analizar una posible operación de fusión entre ambas entidades. En la escueta nota remitida al supervisor, confirman que han recibido autorización de sus respectivos Consejos de Administración para analizar una eventual fusión.
Los dos bancos han firmado un acuerdo de confidencialidad para intercambiarse información con la que poder valorar la integración, dentro de un proceso de due diligence con asesores externos, habitual en estas operaciones. Según diferentes medios, Morgan Stanley es el banco de inversión que se encarga de asesorar a Caixabank, mientras que Rothschild haría la misma labor para Bankia.
El anuncio llega a pocos días de que el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, urgiera a una mayor concentración en el sector bancario europeo y español para mejorar unas cifras de rentabilidad que pueden verse muy afectadas por el impacto de la pandemia del COVID-19.
La fusión entre el tercer y cuarto banco del país daría lugar a la mayor entidad bancaria española, con unos activos de 650.000 millones de euros, 6.600 oficinas y 51.000 empleados. Por su parte, consolidaría a ambas entidades como líderes en gestión y en segunda posición del ranking de Banca Privada.
Las cotizaciones de ambas entidades se disparaban en la apertura del viernes en respuesta al anuncio. Al cierre de la sesión del viernes, Bankia subió un 32,8%, mientras que la acción de CaixaBank se apuntaba unas ganancias del 12,3%. Las subidas se extendían al resto del sector bancario español, sobre todo a las entidades medianas, sobre las que va a recaer la atención del mercado ante eventuales nuevos procesos de concentración.
Según estimaciones realizadas por diferentes entidades y a la espera de conocer la posible ecuación de canje, la Fundación La Caixa podría controlar un 30% del banco resultante, mientras que el FROB reduciría su participación del actual 62% en Bankia a un 14%. También, según fuentes del mercado, José Ignacio Goirigolzarri podría presidir la entidad y Gonzalo Gortázar sería el consejero delegado.
