Bruselas quiere fijar nuevas reglas para un mercado paneuropeo de pensiones

La Comisión Europea ha publicado un Libro Blanco que fija un marco más seguro y sostenible para el negocio de pensiones. El panorama que apuntan desde Bruselas para los próximos años es preocupante: las pensiones son ya la principal fuente de ingresos para la cuarta parte de la población europea y al menos que Europa sea capaz de diseñar un sistema de pensiones decente para los ciudadanos, millones de europeos se enfrentarán a la pobreza tras la jubilación. Las pensiones se están convirtiendo en una losa demasiado pesada para el Continente, una situación que se ha agravado con la actual crisis financiera.

Desde Bruselas buscan, a través de una serie de iniciativas, un equilibrio entre los años de trabajo y los de jubilación, asegurando que los aportantes que se trasladan de país conserven sus derechos. En este sentido, la Comisión Europea está estudiando revisar la actual directiva para mantener un terreno de juego adecuado para las nuevas reglas de Solvencia II y para unos ciudadanos que cada vez aumentan más los movimientos entre países.

 

El Libro Blanco se basa, según una nota remitida por la Comisión Europea, en los resultados de una amplia consulta que se puso en marcha en julio de 2010. Aborda diferentes ámbitos políticos y está plenamente en consonancia con el Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento 2012 de la Comisión. Las medidas a nivel europeo apoyarán y complementarán las reformas nacionales en materia de pensiones. El Libro Blanco propone, en particular:
 

- Crear mejores oportunidades para los trabajadores de más edad, instando a los interlocutores sociales a adaptar los lugares de trabajo y las prácticas de los mercados laborales y recurriendo al Fondo Social Europeo para que los trabajadores de más edad puedan acceder al empleo. Capacitar a las personas para que trabajen más tiempo es uno de los componentes centrales de 2012, Año Europeo del Envejecimiento Activo y de la Solidaridad Intergeneracional.
 

- Constituir planes privados de jubilación complementarios animando a los interlocutores sociales a crearlos y a los Estados miembros a optimizar los incentivos fiscales y de otro tipo.

- Mejorar la seguridad de los planes de pensiones complementarios, por ejemplo mediante la revisión de la Directiva sobre fondos de pensiones de empleo y la mejora de la información al consumidor.

- Hacer que los planes de pensiones complementarios sean compatibles con la movilidad, protegiendo, a través de la legislación, los derechos de pensión de los ciudadanos que se desplazan e impulsando el establecimiento de servicios de rastreo de pensiones en toda la UE. De este modo es posible proporcionar a los ciudadanos información sobre sus derechos de pensión y previsiones sobre sus ingresos tras la jubilación.

- Animar a los Estados miembros a que fomenten la prolongación de la vida laboral, vinculando la edad de jubilación a la esperanza de vida, restringiendo
el acceso a la jubilación anticipada y eliminando las diferencias que existen entre hombres y mujeres en materia de pensiones.
 

- Seguir con el seguimiento de la adecuación, la sostenibilidad y la seguridad de las pensiones y apoyar las reformas de los Estados miembros en materia
de pensiones.
 

EFAMA, la asociación europea de fondos y gestoras, ha apoyado la propuesta de la Comisión Europea para mejorar la calidad de la información para los particulares. La asociación defiende la existencia de un mercado único de productos de pensiones paneuropeos. En este sentido, apoyan la propuesta de Bruselas de apoyar la distribución transfronteriza de ciertos productos de pensiones. En opinión de Efama, se debería crear una certificación europea para los productos que cumplan con unos elevados niveles de información y de transparencia. En este sentido, Efama celebrará un Pension Day en abril para estimular el debate sobre el mundo de la previsión.

 

Consulta aquí el Libro Blanco de la Comisión Europea.