Brasil, ¿sólo zanahorias o también garrote?

Kassin, quien vivió gran parte de su niñez en Brasil, escribió recientemente para Citywire una nota donde además de mencionar los aspectos más positivos del país carioca, recalcaba los puntos más débiles de la economía más grande de Latinoamérica. Se basó en una crítica que hizo hace un par de años sobre  la decisión del gobierno brasilero de emitir un nuevo bono global, dado que consideraba que las condiciones no eran apropiadas en el momento.

El análisis mencionaba la riqueza natural del país, su gran potencial de desarrollo industrial y las excelentes cualidades de su capital humano como los principales aspectos de la economía brasilera. Además, incluía el robusto crecimiento económico, el sostenido aumento de sus reservas internacionales y la consolidación del déficit fiscal.

Por el contrario, Kassin hizo énfasis en su informe en el gran tamaño del aparato burocrático estatal, el pobre desarrollo en infraestructura que la nación presenta y un sistema impositivo muy ineficiente –con impuestos muy altos además–. Asimismo, criticó la calidad del sistema legal, mencionó los altos niveles de criminalidad y, principalmente, señaló el grave problema de corrupción presente en Brasil.

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