Actualmente, en Brasil hay un impuesto del 6% al capital extranjero para inversiones financieras. Se instauró para evitar que el real se fortaleciera aún más en los mercados y dañar las exportaciones, ya que tenía altos rendimientos.
El Gobierno de Brasilia quiere incentivar la llegada de inversiones hacia deuda. “Estamos retirando estas barreras para el ingreso de capital extranjero para inversiones de renta fija, que son principalmente inversiones en títulos del Tesoro brasileño”, aseguró este martes Guido Mantega, ministro de Hacienda.
Este miércoles se hace efectiva la retirada del tributo. “Esto indica que podría haber una reducción en la liquidez en los mercados internacionales. Esto será positivo para el mercado global”, añade Mantega.