Brasil: La CVM estudia cómo flexibilizar el mercado de private equity

Brasil es, además, el centro de los private equity en Latinoamérica -representa un 69%- y las perspectivas de crecimiento lo sitúan liderando aún más la industria.

Con todos los números sobre la mesa, la Comisión de Valores Mobiliarios (CVM) ya ha manifestado la importancia de que el país avance en la regulación del sector de los private equity y venture capital. Una de sus presidentas, María Helena Santana, fue la responsable de exponer ante los inversores, reunidos en el congreso anual de la ABVCAP, el plan de trabajo que la institución piensa seguir en este sentido. 

“La imposibilidad de las pequeñas empresas de acceder al mercado de capitales a través de una Oferta Inicial de Acciones (IPO) es una debilidad del mercado brasileño”. Santana dedicó una gran parte de su intervención a analizar el volumen medio captado en IPO´s por diferentes países entre los que Brasil se situó líder el año pasado. Según la presidenta, que se apoyó en datos de Bloomberg, Brasil alcanzó los 418 millones de dólares. Le sigue Singapur (346 millones), EEUU (246 millones), Indonesia (89 millones) o Australia (13 millones). “Esta diferencia en relación a otros países debe servirnos de inspiración para adecuar nuestro mercado al resto del mundo”, explicó Santana. El volumen de 2011, sin embargo, queda lejos de los 1.168 y 1.136 millones que Brasil captó en 2008 y 2009, respectivamente.

La intención de la CVM es la de flexibilizar las reglas para incentivar los IPO´s por debajo de los 300 millones de dólares, aunque el estudio, reconoció Santana, está en una “fase inicial”.

“Para atraer más recursos a la industria de private equity y venture capital, se necesita aumentar la confianza de los inversores en el mercado por medio del perfeccionamiento de los mecanismos de regulación”, reconoció Santana durante su intervención. Aunque la ejecutiva mantuvo esta apreciación general, es sobre un obstáculo en concreto del que hablaban los inversores en los corrillos: la persona física no está protegida. Es decir, en Brasil el inversor responde con su patrimonio a las deudas que contraiga la empresa en la que invierte, lo que convierte en un riesgo demasiado grande la inversión en una empresa pequeña. Fuera de aquí, en el peor de los casos, la persona física pierde como máximo su inversión. El asunto no tiene aún manifestación oficial. “No parece claro que institución va a patrocinar esa reforma”, explicaba uno de los asistentes.

Entre las medidas más concretas en estudio se encuentra la modificación de las instrucciones nº 209 y 391 que regulan el funcionamiento de los Fondos Mutuos de Inversión en Empresas Emergentes y de los Fondos de Inversión en Participaciones. Uno de los cambios demandados es la diferenciación en la instrucción n° 391 de los fondos de participaciones (FIPs), ya que la categoría agrupa bajo el mismo reglamento cerca de un 80% de fondos de gestión patrimonial y apenas un 20% de private equity. “La CVM se ha marcado que sea la propia industria la que cree sus mecanismos de autorregulación, lo que deberá contribuir al perfeccionamiento del sector”, explicó Santana.

Las novedades regulatorias están sobre la mesa de la CVM, la ABVCAP y otras entidades del sector que mantienen un grupo de trabajo en el que discutir los cambios. Entre ellos se encuentra también las normas contables de los FIPs. Fondos que ganan protagonismo en la industria a mucha velocidad –actualmente hay 416, mientras en 2005 eran 27- y cuyo patrimonio alcanzó en 2011 los 46.200 millones de dólares, un 78% más que seis años antes.