BlackRock: visión general del mercado

Mientras los bonos continúan dominando los flujos minoristas de EE.UU. e internacionales, consideramos que el consenso de los inversores aún es bastante conservador en términos de perspectivas de inflación y crecimiento futuro y, por tanto, en términos de posicionamiento. A escala mundial, el crecimiento económico parece muy robusto y aunque podría moderarse en el segundo semestre del año, y desde luego en 2011, lo hará desde un punto de partida alto. Describimos este entorno como un “mercado alcista lento” en el que podrían producirse correcciones sustanciales a corto plazo de los precios de la renta variable en torno a la tendencia alcista a largo plazo.

Richard Urwin, director de inversiones del equipo de Inversiones de Mandatos Fiduciarios (FMIT) de BlackRock

Renta variable

Estamos ante un marco fundamental cada vez más favorable que está produciendo un “lento mercado alcista” de la renta variable. En el terreno macroeconómico, existen indicios crecientes de que la recuperación económica mundial está algo más afianzada. A escala mundial, el crecimiento económico parece robusto y aunque podría moderarse en el segundo semestre del año, y desde luego en 2011, lo hará desde un punto de partida alto. Consideramos que aún estamos en una fase de recuperación que podría resultar favorable para la actual recuperación de los beneficios empresariales. Cuando observamos la valoración general de la renta variable y los activos de riesgo, vemos pocos o ningún indicio de exuberancia irracional. De hecho, consideramos que el consenso de los inversores aún es bastante conservador en términos de crecimiento futuro e inflación y, por tanto, en términos de posicionamiento.

Por el lado negativo, continuamos percibiendo un riesgo de eventos significativo. El más obvio es el riesgo de la deuda soberana ejemplificado por los recientes acontecimientos de Grecia y algunos otros países europeos. Más en general, existe la posibilidad de una corriente de ventas en algún momento si comienza a prestarse más atención a la prima de riesgo fiscal, o más bien a su ausencia, en los mercados desarrollados.

También observamos los intentos de los reguladores de controlar el sistema bancario mundial. Asimismo, asistimos, probablemente muy correctamente desde un punto de vista fundamental, a un endurecimiento monetario en varios mercados emergentes clave, que también podría trastornar a los mercados de cuando en cuando, sobre todo en relación con China.

Renta fija

Todavía estamos en una época de tipos de interés bajos a corto plazo. Aunque subieran en las economías desarrolladas, es probable que sigamos en un entorno de tipos de interés a corto plazo bajos, pero también de tipos a largo plazo inferiores a la media, y no sólo debido a la persistente demanda de los inversores que buscan una rentabilidad superior a la del efectivo.

A corto plazo, esperamos que la deuda pública siga cotizando dentro del rango que ha estado vigente durante gran parte del último año. Estratégicamente, sin embargo, prevemos que el próximo gran movimiento podría ser una subida de los tipos de los bonos, debido a que se afianza la recuperación cíclica y a que los prestamistas del sector privado exigen una prima de riesgo mayor para invertir en deuda pública (es bastante sorprendente que este activo “libre de riesgo” se comporte como lo ha hecho últimamente). No pensamos que este movimiento sea inminente, sobre todo porque seguimos en un entorno de inflación baja dado que, tras la fuerte recesión, es poco probable que la recuperación de la economía afecte a la capacidad productiva en un futuro cercano.

Seguimos creyendo en la historia del crédito: los diferenciales han bajado mucho, regresando básicamente a su valor razonable y posiblemente descontando en exceso los riesgos de impago. No obstante, tanto los bonos con grado de inversión como los especulativos, aunque estos últimos de forma selectiva, siguen siendo una clase de activo atractiva como diversificación frente a la deuda pública.

Renta variable por regiones:

Europa

Indudablemente, el debate económico europeo ha estado dominado por la crisis de la deuda soberana griega. Sin embargo, debemos señalar que muchos indicadores de actividad y confianza de la región en realidad han dado muestras de mejora desde que comenzó el año. Tal vez no sea extraño que la caída del euro haya elevado la competitividad de Alemania, que no ha sufrido grandes variaciones de los costes laborales unitarios desde la entrada en vigor de la moneda única. La encuesta empresarial Ifo y los pedidos de exportaciones de Alemania están en niveles sólidos, pero las encuestas regionales más amplias y los datos de pedidos industriales indican que Francia e Italia también han disfrutado de la recuperación mundial. Sin embargo, para el resto de 2010, parece plausible que Europa tenga una inflación más baja y una recuperación del crecimiento más lenta que EE.UU., con consecuencias para el ritmo sostenible de crecimiento de los beneficios y, posiblemente, para la rentabilidad del mercado de renta variable.

Reino Unido

La economía británica está saliendo de la recesión más lentamente que otras economías principales, pero los últimos datos indican que la tendencia alcista continúa a un ritmo ligeramente más rápido. En especial, el sector manufacturero parece más fuerte, gracias a la mayor debilidad de la libra esterlina, pero la construcción también ha experimentado un rebote. Sin embargo, el crecimiento sólo puede calificarse de modesto en el mejor de los casos, y es poco probable que consiga poner en marcha la inversión en bienes de equipo a corto plazo. Parece que el nuevo gobierno tiene planes creíbles pero severos de reducción del gasto. El sistema bancario sigue padeciendo esclerosis y es probable que la necesidad a largo plazo de un aumento adicional de la tasa de ahorro deprima la demanda de consumo durante algún tiempo más. En cambio, la política monetaria se ha relajado sustancialmente y este sesgo expansionista persistirá durante casi todo el año, mientras que la combinación de debilidad de la libra esterlina y crecimiento exterior respaldará las exportaciones. Las condiciones cíclicas mejoradas pero difíciles persistirán en 2010, y no parece probable que tengamos un entorno cíclico “normal” – con una economía menos dependiente del respaldo de la política – antes de 2012.

Estados Unidos

La economía estadounidense está saliendo de la recesión a un ritmo muy sólido. El crecimiento económico del primer trimestre fue del 3,3% en tasa anual frente a los tres meses anteriores. Desde el segundo trimestre del año pasado, el crecimiento medio ha estado cerca del 4% anual. Más recientemente, el momentum del crecimiento ha conservado su solidez, con datos de encuestas muy favorables y una recuperación más clara del mercado laboral. El consumo ha aumentado, la inversión en bienes de equipo está creciendo, las exportaciones son muy elevadas y, si bien los datos de vivienda son poco más que planos, al menos se ha frenado la caída. Esperamos que continúe la recuperación, aunque es poco probable que las mejoras trimestrales reproduzcan el giro del cuarto trimestre. Para este año esperamos un crecimiento cercano al 3%. Sin embargo, la recuperación seguirá siendo muy dependiente de que se mantenga el estímulo de la política.

Mercados emergentes

Aunque los mercados de renta variable han subido desde los mínimos del año pasado, consideramos que aún se puede encontrar valor en todas las regiones. Por otra parte, todas las regiones continuarán beneficiándose de unas tasas de crecimiento económico más altas que las de economías más desarrolladas (por ejemplo, la UE), gracias a su evolución demográfica favorable y a la importancia creciente del consumo interno como motor del crecimiento económico. Por ello, en promedio, continuamos esperando una rentabilidad más alta de la renta variable de mercados emergentes.

Japón

La recuperación de Japón sigue adelante, aunque su ritmo no pueda calificarse de precipitado. La recuperación de las exportaciones es más sólida de lo que parece, aunque el valor de las exportaciones llegó a un máximo en junio, el efecto de la traducción de la fortaleza del yen explica la pérdida de impulso. La situación interna sigue siendo complicada, y la debilidad del sector financiero y la creciente vigilancia de los organismos reguladores son un obstáculo para las compañías de financiación del consumo. La fragilidad de la situación monetaria también se aprecia en el regreso de la deflación. El IPC subyacente ha vuelto a cruzar el nivel de -1% por primera vez desde 2001.

Asia-Pacífico

El crecimiento de la región ha sido muy sólido en un contexto absoluto y relativo al resto del mundo, aunque potencialmente un poco menos rápido que hace unos meses. Los datos manufactureros de China siguen siendo muy favorables, al igual que los de otras economías de la región, como Corea y Taiwán, y los indicadores adelantados en general se mantienen en niveles robustos. El rebote regional se ha debido a dos motores principales. En primer lugar, la recuperación del comercio mundial al desaparecer las presiones de la recesión, que ha respaldado el crecimiento de las exportaciones asiáticas. En segundo lugar, el estímulo de la política ha sido sustancial en Asia, en parte como resultado de los tipos de interés bajos, pero también por el importante impulso del estímulo fiscal en China. Esperamos que la tendencia alcista de la región persista en 2010, aunque posiblemente a un ritmo ligeramente inferior al de los últimos meses.

 

Comentario de Richard Urwin, director de inversiones del equipo de Inversiones de Mandatos Fiduciarios (FMIT) de BlackRock y director de análisis económico del grupo de Soluciones Multi-activo para Clientes de BlackRock (BMACS)