BBVA Research: Radiografía de la economía peruana

Como sus vecinos, Perú está viviendo una desaceleración económica. Un bache en la tendencia de crecimiento de los últimos años que supondrá que el PIB crezca un 2,6% en el conjunto del año, según las estimaciones de BBVA Research. Desde el departamento de estudios del grupo español, avisan de que la desaceleración se debe a elementos externos pero también a factores estructurales. No obstante, los economistas de BBVA esperan un rebote de la economía. La previsión es que el crecimiento del PIB se acelerará el próximo año hasta el 4,8%.

Este escenario no es nuevo o inesperado. “Desde 2011 el ritmo de expansión del PIB empezó a dar señales de fatiga, iniciando una gradual convergencia hacia un crecimiento tendencial más lento que en unos años podría ubicarse entre 4,5% y 5,0%”, expone el informe elaborado por la Unidad de Perú de BBVA Research. “El cambio de las favorables condiciones externas hizo evidente que las tasas de crecimiento de los años previos a 2011 ya no eran sostenibles”, agregan.

Hay condiciones externas que contribuyen a entender esta coyuntura marcada por la desaceleración. La corrección a la baja de la cotización de los metales y el encarecimiento del financiamiento externo han zancadilleado el crecimiento. “Desde finales de 2012 a agosto de este año, los términos de intercambio acumulan una caída de 10,9%, una contracción similar a la que se registró entre setiembre de 2008 y diciembre de 2009 (12,5%) durante la crisis financiera internacional”, exponen en BBVA Research. La otra vía de dificultades vienen de las condiciones de financiación en los mercados internacionales. Un ejemplo es que el rendimiento exigido para el bono global 2025 del gobierno peruano se ha elevado en 70 puntos básicos desde el 3,18% de promedio en el primer trimestre de 2013 hasta el 3,88% que promedia en lo que va de 2014. “El rápido deterioro de las condiciones externas ha puesto en evidencia que el ritmo promedio de expansión anual que mostró la economía peruana en el periodo 2010-2013 (alrededor de 6.7%) no era sostenible en el mediano plazo”. Además, recuerdan que en el reporte ‘Perspectivas Económicas: Las Américas’ del FMI, se presentaba evidencia de que el efecto de una subida de precio de las materias primas en el crecimiento suele ser transitorio. “De acuerdo a lo mostrado por el FMI, una vez que la inversión se ajusta al aumento de la rentabilidad de los sectores primarios y el efecto riqueza se materializa, la tasa de expansión del producto retorno a su tendencia previa al boom, incluso si los precios se mantuvieran en niveles elevados”.

Sin embargo, también hay factores estructurales que atender. Especialmente el declive de la productividad y de la competitividad, “en un contexto en el que durante años no se han realizado reformas o tomado medidas para re-impulsarlas”. De hecho, en el periodo 2003-2010 la productividad aportaba anualmente 2,8 puntos porcentuales al crecimiento, contribución que disminuyó a 1,9 puntos entre 2011 y 2014. “Esto quiere decir que por menor productividad la economía peruana está creciendo aproximadamente un punto menos”. En cuanto a la competitividad, el Índice de Competitividad Global del World Economic Forum (WEF) refleja una pérdida de cuatro puestos para Perú, hasta la 65ª posición de un total de 144, por detrás de otras economías latinoamericanas como Chile (33), Brasil (57) o México (61).

Al respecto, resume el análisis de BBVA Research: “Aunque el informe continúa resaltando la buena posición en Ambiente Macroeconómico, componentes como Instituciones, Innovación, Infraestructura y Educación, todos vinculados con el crecimiento de largo plazo, siguen encontrándose muy rezagados y no presentan mejoras en los últimos años. La burocracia estatal, la corrupción y la regulación laboral restrictiva encabezan la lista de los principales problemas para hacer negocios en el país, según el reporte del WEF”.

Por otro lado, los aportes de producción al crecimiento potencial, trabajo y capital, se mantendrán estables para el periodo 2015-2018, según proyecta BBVA Research. “Sobre la contribución del trabajo, aún contará con el soporte del bono demográfico por algunos años más, lo que implica que la tasa de participación laboral aumentará ligeramente, aunque su efecto positivo sobre el crecimiento irá declinando de manera gradual”. Mientras que respecto a la acumulación del capital, “se prevé que se dará a un ritmo más moderado. Hacia adelante se proyecta que la inversión crecerá a tasas de un dígito, lo que contrasta con los crecimientos que mostraba esta variable hace algunos años”.

Estas previsiones, explican, son consistentes con una inversión minera que estiman que se ralentizará en los próximos años por las perspectivas de precios a la baja en los metales y el incremento de los costes operativos y de financiación. “Esta tendencia se observa localmente desde hace un par de años. Desde luego, esto es un fenómeno global que no sólo afecta la inversión del sector en Perú, sino en todo el mundo”.

En cuanto a la ratio de inversión bruta el porcentaje del PIB se ubica en el 27%, como las economías del sudeste asiático. Elevar este ratio aún más será complicado porque requerirá de un mayor ahorro interno que no sólo deberá financiar la mayor inversión sino que también deberá ayudar a reducir el elevado nivel de dependencia del ahorro externo (alrededor de 5% del PIB) que actualmente muestra la economía peruana”.

En esta coyuntura, BBVA Research estima que el PIB peruano habría crecido un1,6% en el tercer trimestre en términos interanuales. “Los motores que impulsarían la recuperación desde el tercer trimestre, en concreto la mayor producción minera (que por el lado del gasto se vería en mayores exportaciones) y el mayor gasto público, no han dado el soporte que se adelantaba, en tanto que la pesca continuó enfrentando dificultades”, resumen en la Unidad de Perú.

Para el cuarto trimestre, la expectativa es de crecimiento del 2,4% interanual. Esto implicaría un crecimiento intertrimestral en términos desestacionalizados del 6%. “Es una aceleración importante”. Podría ser síntoma de estar ante el rebote que BBVA Research prevé que experimente Perú. El rebote está condicionado por cuatro elementos: que se ejecute el impulso fiscal, mejora en los volúmenes de cobre producidos por Antamina y Toromocho, ajuste de inventarios y que no haya un deterioro adicional en la confianza empresarial.

En cuanto al tipo de cambio, en los últimos tiempos el nuevo sol se depreció un 4,7% hasta el nivel de 2,92 unidades por dólar. “Estimamos que el tipo de cambio cerrará el 2014 en niveles algo por encima de S/. 2,920 por dólar y que seguirá subiendo en el 2015 hasta S/. 3,050 por USD”. La previsión se basa en una política monetaria más laxa por la desaceleración económica, el inicio del ciclo alcista de la tasa de la FED, los menores influjos de capitales para inversión minera y la mayor dolarización de activos de agentes económicos en general.

Por último, cabe destacar la proyección para la evolución de los precios. Durante el año, la inflación ha estado por encima de la meta fijada en el 2%, con un máximo en febrero del 3,8%. “El comportamiento de la inflación en lo que va de 2014 ha estado asociado a choques de oferta que han afectado los precios de los alimentos, presiones de demanda sobre los precios de ciertos servicios y un traspaso del incremento del tipo de cambio (depreciación de la moneda local) hacia los precios de bienes transables”. Así, los economistas del departamento de estudios del grupo bancario español prevén que la inflación cierre el año en el 3,3%, pero que en 2015 se consolidaría en el interior del rango meta debido a la moderación de la actividad económica, reducción de la cotización internacional del petróleo y fuerte caída esperada en las cotizaciones de los commodities agrícolas.