Banco Alcalá Wealth Management, el proyecto español de banca privada de Crèdit Andorrà

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Hace ahora un año, el Grupo Crèdit Andorrà entraba en el mercado español con la compra del 85% de Banco Alcalá. En este tiempo, la entidad andorrana ha ido cuajando su proyecto de banca privada en España de la mano de Santiago Churruca, al que fichó proveniente de Deutsche Bank, y se marca como objetivo llegar en cuatro años a los 2.000 millones de euros en la división de altos patrimonios, formado por Banco Alcalá Wealth Management y por el banco luxemburgués que compraron en abril de 2011, Banque BPP.

Su objetivo es captar clientes con patrimonio financiero superior a los cinco millones de euros pues, según explica Churruca, consideran que “ahí es donde puedes realmente vivir del asesoramiento y no de productos”. Su propuesta: banca privada de boutique. “Nuestra oferta es de calidad de servicio e independencia real, que es una de las cosas que ha lastrado a la banca privada tradicional”, dice Churrucha. “El cliente valora la boutique, la personalización, flexibilidad y dedicación que puede ofrecer una entidad como la nuestra frente a las grandes casas”.

“Nuestro objetivo es ofrecer estructuración del patrimonio y dar asesoramiento puro. El cliente está dispuesto a pagar si se ve el valor añadido del servicio, si nota calidad, personalización en el servicio y mensajes potentes”, dice. Por ello, el director general de la entidad prefiere trabajar con pocos clientes con elevado patrimonio.

Actualmente, cuentan con 14 banqueros privados e irán aumentado el equipo según encuentren a las personas adecuadas, ya que Churruca considera que es un tema “importante pero no urgente”. Quiere incorporar a buenos profesionales, con años de experiencia, que marquen la diferencia en el trato con el cliente. Antes de verano, por ejemplo, ficharon a Fernando Bertrán, que era subdirector general de BNP Paribas Wealth Management.

Negocio complicado

Churruca es pesimista con el ciclo económico de España y no cree que haya crecimiento de balance, por lo que considera que el negocio de banca privada va a ser complicado en los próximos años y “habrá que ganar cuota frente a la competencia”. En esa lucha, Banco Alcalá basa su oferta en ofrecer asesoramiento integral, con productos de valor añadido, arquitectura abierta en fondos de inversión y la doble plataforma que supone contar con ficha bancaria en España y Luxemburgo, lo que supone un valor extra para los clientes que prefieran tener depositado su patrimonio allí.

Trabajan bajo un modelo de arquitectura abierta, con un equipo de selección de fondos basado en Andorra al que se han unido los profesionales de Valira, la entidad de inversión libre de la que Crèdit Andorrà tiene el 60%.

Con la compra de Banco Alcalá, el grupo andorrano se hacía también con Gesalcalá, la gestora de IIC de la entidad. Este año han conseguido captar seis sicav, un vehículo en el que la entidad quiere crecer pero sin “obsesión”. En fondos de inversión, según datos de Inverco de agosto, gestionan 88 millones.

La apuesta de Crèdit Andorrà por España incluye tanto el crecimiento orgánimo como el proveniente vía acuerdos. Así, en junio, se decidió dar entrada en el accionariado de Banco Alcalá al grupo Riva y García, que controlará el 10% del capital de la entidad, y la familia Ros González, que al cierre de la operación dispondrá del 5%. Además, la familia Argüelles, antiguos propietarios de Banco Alcalá, mantiene una participación del 15% en la entidad.