Banca sostenible en la región de la ASEAN

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Cedida por Seilern

TRIBUNA de Juan Salazar y Nina Roth, directores, analistas y responsables de Inversión, BMO Global AM. Comentario patrocinado por BMO Global AM.

Los beneficios de que los bancos realicen una robusta due diligence de los aspectos medioambientales y sociales como parte de sus actividades de préstamos y evaluación de riesgos son evidentes: mejora la gestión general de riesgos, ayuda a identificar nuevas oportunidades de negocio y refuerza la reputación y el valor de marca.

El sudeste asiático es muy vulnerable a los impactos negativos en materia medioambiental y social, lo que incluye el cambio climático. Sin embargo, los bancos de la región, entre los que se encuentran los de los países miembros de la ASEAN, han tardado en revisar sus sistemas de gestión de riesgos para asegurarse de que reflejan los factores de riesgo relacionados con la sostenibilidad, que cada vez resultan más importantes.

En 2019, nuestra colaboración activa con las empresas en las que invertimos (engagement) se centró principalmente en la gestión de riesgos y abordó una dimensión más estratégica de la banca sostenible: las implicaciones y las oportunidades de negocio que generan los retos medioambientales, sociales y de desarrollo de nuestro tiempo.

Expectativas de engagement

Nos pusimos en contacto con 15 bancos que cotizan en bolsa y que mantienen un importante volumen de operaciones bancarias en Indonesia, Malasia, Tailandia, Filipinas y Singapur. Llevamos al menos cinco años colaborando activamente con algunos de estos bancos en cuestiones relacionadas con banca sostenible.

Como parte de nuestro engagement, les pedimos a las empresas que:

• Refuercen sus actuales sistemas de gestión de riesgos mediante el establecimiento de procedimientos y políticas medioambientales y sociales a nivel de incorporación de clientes, de due diligence y de operativa, prestando especial atención a los clientes de sectores con un gran impacto en términos de sostenibilidad, como el sector extractivo, la agricultura, o el de alimentación y bebidas.
Involucren a múltiples equipos de expertos del banco, incluyendo a los equipos de sostenibilidad, de riesgos y a los que interactúan directamente con los clientes.
• Incorporen factores de sostenibilidad para orientar las decisiones de financiación a nivel de cartera.
• Investiguen y desarrollen procedimientos específicos de gestión del riesgo climático, conforme a las recomendaciones del Grupo de Trabajo sobre la Divulgación de Información Financiera relacionada con el Clima (TCFD, por sus siglas en inglés).
• Establezcan procedimientos internos para hacer un seguimiento de la regulación relacionada con la sostenibilidad.
• Desarrollen productos y servicios innovadores para hacer frente a los retos en materia de sostenibilidad.
• Mejoren la transparencia de la información sobre gestión de riesgos y oportunidades medioambientales y sociales.
• Establezcan una adecuada gobernanza corporativa con el fin de garantizar que las cuestiones sobre banca sostenible se tratan al más alto nivel.

Principales conclusiones

Solo algunos de los bancos más importantes han desarrollado y aplican medidas para gestionar de forma rigurosa esos riesgos. Entre ellas figuran políticas y procedimientos específicos, como instrumentos de monitorización y due diligence; capacidad interna para identificar y gestionar los riesgos medioambientales y sociales, y un buen nivel de transparencia.

Los bancos de Singapur están a la vanguardia de la gestión de riesgos medioambientales y sociales (ESR, por sus siglas en inglés), ya que sus prácticas están cada vez más alineadas con las de los principales bancos europeos y norteamericanos.

Destacamos las siguientes conclusiones:

  • La importancia de establecer prácticas para gestionar los ESR ocupa ahora un lugar destacado en la agenda de los equipos directivos.
  • Todos los bancos con los que hemos contactado han desarrollado marcos para la gestión de los ESR con diferentes niveles de sofisticación, pero hay lagunas en la aplicación.
  • Los bancos aún no han determinado con certeza hasta qué punto están expuestas sus carteras a los riesgos relacionados con el clima ni cuentan con una estrategia para medir y gestionar esos riesgos.
  • La mayoría de los bancos de la ASEAN proporcionan financiación a los productores de aceite de palma de Indonesia y Malasia. Somos conscientes de la importancia que tienen estos programas de financiación para fomentar la sostenibilidad del cultivo y la producción de aceite de palma.
  • Muchos bancos han desarrollado productos y servicios financieros verdes para sus clientes, que se centran principalmente en las energías renovables y los edificios sostenibles.

Perspectivas y siguientes pasos

Dada la elevada vulnerabilidad de los países de la región a los efectos del cambio climático, nos preocupa que los bancos aún no hayan tomado medidas decisivas para identificar y gestionar los riesgos y las oportunidades relacionadas con el clima presentes en sus carteras.

De aquí en adelante, planeamos mantener nuestras iniciativas de implicación con los bancos de la ASEAN para animarlos a que continúen mejorando sus prácticas de gestión de los ESR. Otro aspecto importante es que aprovecharemos el trabajo que desarrollamos en nuestro proyecto de engagement para 2020, "Instituciones financieras y riesgo climático", para pedirle a los bancos de la ASEAN que gestionen de forma rigurosa los riesgos y las oportunidades relacionadas con el clima.

Nuestras conversaciones con los quince bancos de la ASEAN confirman que todos son conscientes del potencial impacto de los riesgos medioambientales y sociales en la calidad de crédito y el perfil de riesgo.

La ASEAN es la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, una organización intergubernamental regional integrada por diez países del Sudeste Asiático: Brunéi, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Birmania, Tailandia, Filipinas, Singapur y Vietnam.