Bajar el sueldo al gestor si no logra batir al mercado: la nueva tendencia

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Images_of_money, Flickr, Creative Commons

La disrupción ha llegado a la industria de gestión de activos. Y lo ha hecho especialmente desde que los ETF empezasen a comerle el terreno a los fondos activos. A lo largo de los últimos años, en Estados Unidos las salidas de dinero de los productos de gestión activa de bolsa americana han sido muy fuertes, flujos que se han ido a los productos debajo coste que invierten en el mismo mercado, en este caso la renta variable americana. Ha sido una de las categorías que más han defraudado a los inversores. Por ese motivo, hartos de pagar altas comisiones por bajos rendimientos, los inversores americanos han empezado a deshacerse de los fondos más caros y a comprar aquellos más baratos, principalmente ETF y productos indexados.

Esto está obligado a la industria americana a reaccionar en varios frentes. En primer lugar, reduciendo las comisiones de sus fondos, una tendencia que ha venido apreciándose en el sector a lo largo de los últimos veinte años. En segundo lugar, racionalizando gamas, lo que en la práctica significa deshacerse de todas aquellas estrategias que no aportan valor añadido y que, en realidad, lo único que hacían era cobrar una comisión de gestión activa por invertir en una estrategia pegada al índice de referencia (los famosos closet trackers). Y, en tercer lugar, vinculando el cobro de las comisiones a los resultados ofrecidos por los productos, algo todavía minoritario en la industria pero que ya han empezado a hacer gestoras como Fidelity, Allianz Global Investors o AllianceBernstein.

Sin embargo, la industria no se está parando ahí y, consciente de la necesidad de ganar credibilidad ante sus clientes, está buscando fórmulas adicionales que permitan convencer al inversor de la existencia de una alineación de intereses entre gestora y partícipe. La última: bajarle el sueldo al gestor si éste no logra batir al mercado. Es la nueva fórmula que ha ideado Peter Kraus, el que fuera presidente y consejero delegado de AllianceBernstein durante casi nueve años, para mantener la intensidad entre los gestores activos y que no bajen la guardia en su batalla por batir en rentabilidad a los productos indexados. Y lo va a poner en marcha en Aperture Investors, la nueva firma que acaba de crear y de la que también es el máximo responsable.

De hecho, esta nueva empresa se basa en el concepto que defendió en sus últimos meses en AllianceBernstein: los gestores activos solo deberían cobrar comisiones más altas que los ETF cuando sus productos batan al mercado. Su gestora echa a andar con 4.000 millones de dólares de dinero procedente de la aseguradora italiana Assicurazioni Generali, con la que acaba de lanzar su nuevo proyecto. “El modelo de ingresos de Aperture Investors es único y se basa en cobrar comisiones similares a las de los ETF, que sólo se suben si los gestores han sido capaces de batir a sus respectivos benckmarks. Del mismo modo, a los gestores se les paga un salario base modesto. Únicamente pueden ganar más cuando generan un rendimiento superior al del índice”, explican.

“Se trata de un modelo muy distinto de la estructura de tarifa fija tradicional en la que a los gestores se les paga en función del volumen de activos gestionados. Hoy hay demasiados gestores activos que gestionan demasiado dinero. Las comisiones fijas y la ausencia de límites a la capacidad real de los fondos han incentivado desde hace mucho tiempo a los gestores a aumentar sus activos bajo gestión en lugar de buscar una rentabilidad superior”, denuncia Kraus.

A su entender, esta estructura ha llevado a años de pobres resultados, que han erosionado la confianza del cliente en la gestión activa. “Tenemos la intención de cambiar esto alineando los intereses de los gestores y los del cliente en torno a lo que supone ofrecer unas rentabilidades superiores a las de los ETF. Los inversores prefieren pagar por los resultados que pagar independientemente de cuáles sean éstos, y la única forma de hacerlo es poner fin al modelo de honorarios fijos basado en el patrimonio gestionado”, concluye.