AXA IM: una curva peligrosa para la economía mundial

La economía mundial se enfrenta a una curva peligrosa: mientras que el convoy de la recuperación parecía haber alcanzado velocidad de crucero y se disponía a realizar una transición tranquila de la locomotora desde los emergentes hacia EEUU, varias situaciones imprevistas han deteriorado la vía. Desde Axa Investment Managers se refieren así al impacto de la tragedia japonesa y las crisis en Oriente Medio, con sus consecuencias inflacionistas sobre el petróleo, en el crecimiento.

 

 

En el informe de estrategia de inversión de abril “Curva peligrosa”, Raphaël Gallardo y Franz Wenzel muestran su prudencia con el recalentamiento de las bolsas emergentes, si bien siguen siendo positivos con EEUU e incluso con la zona euro en un contexto en el que la renta variable se debate entre los buenos resultados económicos y los temores inflacionistas, mientras en renta fija se decantan por el crédito y los bonos vinculados a la inflación frente a la deuda pública. Con las materias primas son neutrales.

Los expertos explican ese deterioro en la vía de la recuperación ante choques externos como el terremoto ocurrido en Tohoku, el tsunami y el accidente nuclear posteriores -que han afectado gravemente a la capacidad productiva japonesa y además el parón en los sectores de alta tecnología tendrá repercusiones sobre las industrias más globalizadas como la de la electrónica (baterías) y la del automóvil- y el riesgo geopolítico en el mundo árabe, cuya intensificación podría frenar el crecimiento global si se contagia a Arabia Saudí y que además contribuye al recalentamiento emergente. “La mayor parte de los países emergentes se enfrentan al recalentamiento de sus economías, y algunos pesos pesados padecen en mayor o menor medida tensiones inflacionistas (India), elevados déficits por cuenta corriente con una financiación volátil (Turquía) y aceleración del crédito interno (Brasil)”, dice el informe. De ahí la cautela de la gestora con estos mercados.

Otro de los choques externos es el cambio de la política monetaria, en un punto de inflexión con la subida de tipos en Europa y la llegada del final del QE2 en EEUU: “Las economías desarrolladas necesitan tener una inercia máxima mientras abordan esta curva delicada”. Pero en la gestora consideran que su renta variable sigue siendo atractiva, sobre todo en términos de valoraciones en la eurozona y ante las medidas emprendidas por las autoridades europeas que “deberían ayudar a corregir la infrarentabilidad de larga duración de la zona euro", sobreponderada por AXA IM. Sin embargo, dudan de la economía británica y el endurecimiento de las políticas por lo que sugieren reducir la posición a infraponderada. Por sectores, sobreponderan energía y materiales.

En renta fija, la gestora aboga por mantener la pudencia en los bonos del Estado (en EEUU ven los tipos a 10 años en torno al 4% hasta finales de año y en Europa ven el Bund alemán en una horquilla entre el 3,5% y el 4% hasta finales de 2011) y apuestan por bonos indexados a la inflación y el crédito, una de sus clases de activos preferidos, pues a pesar de la catástrofes los diferenciales han seguido reduciéndose, una tendencia que debería mantenerse impulsada por la recuperación económica y por el saneamiento de los balances, a pesar de unos tipos a largo en alza. En este sector, favorecen el segmento high yield, pues ofrece más protección ante la subida de tasas.