Aviva Investors: oportunidades en high yield

Kamil Molendys, Unsplash

El mercado mundial de bonos de alto rendimiento ha tenido un buen arranque de 2011 y ha logrado resistir la reciente ola de volatilidad en la renta variable. Por ello, ha aumentado la demanda, con unas entradas en fondos de inversión de 9.000 millones de dólares, es decir, un 4,6% de los activos de los fondos, según datos de AMG Data Services.

 

 

 

Sin embargo, Todd Youngberg, director mundial de inversiones de renta fija y responsable de bonos de alto rendimiento de Aviva Investors, matiza que los rendimientos se encuentran en niveles cercanos a sus mínimos históricos, ligeramente por encima del 7%. Por ello, la gestora reitera sus previsiones de rentabilidad de entre el 7% y el 8% y de entre el 6% y el 7% para los préstamos apalancados en 2011. “Estas tasas de rentabilidad siguen siendo atractivas si se comparan con las alternativas en títulos de renta fija con calidad crediticia”, comenta.

“A pesar de que los rendimientos se sitúan cerca de los mínimos históricos, observamos oportunidades para aumentar la rentabilidad total encontrando bonos con potencial para entrar en la categoría de investment grade. Los bonos cuyas calificaciones se han mejorado se abren a un universo de inversores más amplio e históricamente se han revalorizado cuando su prima de riesgo, o diferencial, se ha reducido. Por ejemplo, un bono de calificación BB+, como los de los grandes almacenes Macy’s, cotiza aproximadamente con un rendimiento del 5%, pero su rentabilidad potencial sería cercana al 9% si su calificación se revisa al alza hasta investment grade y los diferenciales se estrechan”, apostilla.

Para el experto, hay una serie de indicadores clave de mercado apoyan la inversión en bonos de alto rendimiento y préstamos apalancados: en primer lugar, la tasa mundial de impagos es baja y se espera que descienda más. Así, las probabilidades de impago se han reducido debido a la ampliación de los vencimientos a unos tipos atractivos, las grandes posiciones de caja, la mejora del apalancamiento operativo y los mayores márgenes de beneficio.

Además, los bajos tipos de interés reales proporcionan soporte para unos diferenciales de alto rendimiento reducidos: el entorno de tipos reales bajos ha sido favorecedor para los bonos de alto rendimiento y ha ayudado a abaratar el coste del capital a la hora de realizar refinanciaciones y ampliar vencimientos. Y por último, las tendencias de las calificaciones crediticias son las más favorables desde 1998: el fortalecimiento de los balances de las empresas y unos beneficios sólidos contribuyen positivamente a un entorno de revisiones al alza de las calificaciones crediticias; así, la tasa de revisiones al alza y a la baja de los últimos 12 meses se encuentra cercana a su mínimo histórico.