Aviva Investors: "La única divisa segura hoy por hoy es el dólar"

Kamil Molendys, Unsplash

El actual panorama económico está marcado por la incertidumbre, hasta el punto que Anne-Sophie Girault, responsable de relaciones con los clientes de los productos de deuda emergente de Aviva Investors, considera que, en el universo de divisas, la única segura es el dólar y, en deuda gubernamental, los bonos estadounidense y alemán. “No hay muchas opciones a la hora de apostar por una divisa segura”, señalando al dólar. Por ello afirma que, a la hora de invertir en divisas emergentes, clave en el fondo Emerging Markets Local Currency Bond, han de estar muy convencidos, de acuerdo con su objetivo de preservar el capital.

Más aún, cuando la rentabilidad del 30% del producto deriva de las posiciones en monedas de países en desarrollo, con positivas perspectivas actualmente en el peso mexicano y el won coreano. De hecho, entre las posiciones más importantes del fondo destaca Latinoamérica, especialmente la deuda mexicana y argentina, frente a la infraponderación de mercados como el chino, debido a la incertidumbre sobre cuándo llegará la revaluación de su divisa. Con respecto a Brasil, si bien infraponderan la deuda a corto plazo, se muestran positivos con respecto a los bonos a 10 y 15 años, debido a las atractivas valoraciones. Y es que, aunque la política monetaria es restrictiva, el mercado ya descuenta varias subidas de tipos, por lo que sus bonos ofrecen altas rentabilidades y un fuerte potencial de estrechamiento de la curva.

En la gestión del fondo también resulta clave la estrategia, más oportunista, en bonos ligados a la inflación, que el último año fueron responsables de un 25% de sus retornos. “Nos hemos beneficiado de la exposición a Turquía e incrementado la exposición a los de Polonia”, afirma Girault, que se muestra prudente con respecto a las emisiones de otros mercados asiáticos en un universo en el que Brasil es un gigante mundial. De hecho, Aviva lanzó en enero de 2010 una sicav de carácter especial (SIF) que invierte en estos activos, Emerging Markets Inflation Linked Bond (con 750 millones de dólares bajo gestión), que se verán beneficiados por la subida de la inflación en una de las pocas partes del mundo donde esto puede ocurrir.

Oriente Medio: perspectivas favorables

Otro de los productos de la gestora, Emerging Markets Bond (subfondo de la sicav luxemburguesa Aviva Investors) se posiciona asimismo en deuda emergente, pero denominada en dólares. La mayoría de los bonos son gubernamentales, si bien Girault asegura que paulatinamente pretenden añadir algo de deuda corporativa para aprovechar las atractivas valoraciones. Por el momento las principales posiciones están en Rusia, un mercado cada vez más transparente, así como en países latinoamericanos como Argentina, por su calidad, y Venezuela, por su precio. Sin embargo, Girault afirma que, con el objetivo de protegerse de las turbulencias actuales, el equipo gestor ha reducido su exposición a la deuda de Europa del Este, que ocupa en total cerca del 25% de la cartera, así como incrementando el nivel de cash. Entre sus mercados favoritos destaca Oriente Medio, “poco querido, pero con valoraciones muy atractivas”. De ahí que estén incrementando posiciones de forma selectiva.

La gestora utiliza dos fuentes de selección de activos, tanto cualitativa (análisis global macro y por países) y cuantitativa (valoración y rentabilidad), lo que lleva implícitos tanto un análisis top-down como bottom-up, en un proceso de construcción del portfolio disciplinado y simple, muy enfocado al control de riesgos. Tanto es así que, desde el lanzamiento, hace 10 años, no han registrado defaults en ninguno en unos activos que ya suman 2.000 millones de dólares.

Divergencia en la calidad crediticia

Entre los principales catalizadores del mercado de deuda emergente, en Aviva destacan las ineficiencias estructurales de los mercados, que dan lugar a oportunidades y que el año pasado atrajeron flujos de 25.000 millones de dólares. Además de las fuertes posiciones fiscales de los gobiernos frente a los desarrollados, su mayor crecimiento y el potencial creciente de sus clases medias como consumidoras, que este año por primera vez superaron a EEUU como tal, frente a su rol tradicional de exportadores y productores. También a favor juega la tendencia de mejora de la calidad de su deuda, frente al empeoramiento en el mundo desarrollado, lo que permite que sean fuente de obtención de rentabilidad y diversificación.

Sin embargo, existen también riesgos como unas valoraciones que hacen asomar en algunos casos la sombra de una burbuja, sí como la posibilidad de que exista “demasiado dinero en pocos activos”, el peligro de contagio de Grecia, con el sentimiento de aversión al riesgo que acompaña, y las políticas monetarias restrictivas. Sin embargo, con respecto a este último aspecto, “la subida de tipos en países como Brasil, además de tratarse de una política acomodaticia, juega a favor de la credibilidad del gobierno a la hora de anticiparse para controlar la inflación”.