Asesor financiero: una profesión con mucho futuro

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Cedida por Banco Mediolanum

TRIBUNA de Salvo La Porta, director comercial de Banco Mediolanum. Comentario ofrecido por Banco Mediolanum.

Además de las consecuencias sanitarias de la pandemia, el impacto económico del coronavirus se ha convertido en una montaña rusa de la que no todos (personas, empresas o sectores en su conjunto) van a salir igual parados. 

Los cambios nos producen vértigo. Y ante un escenario de incertidumbre laboral y de máxima volatilidad de los mercados, la sensación es aún mayor. Por eso cobra valor la figura de profesionales como los asesores financieros. Si en un marco de estabilidad financiera los clientes demandaban su acompañamiento, ahora y en el futuro, mucho más.

En el actual contexto económico, los objetivos financieros van a convertirse en una prioridad para una inmensa mayoría de ahorradores. ¿Cómo podemos gestionar y planificar nuestra economía? Sin duda, acompañados del consejo de un experto en finanzas.

Tendencia al alza

De hecho, la tendencia en los últimos años es bastante clara. En España, por ejemplo, el número de asesores financieros ha aumentado en los últimos años. Así, según EFPA, (European Financial Planning Association) el número de asociados creció un 85% en 2017 y un 20% en 2018.

Pero no es una cuestión local, sino que se trata de una evolución global. En Estados Unidos, el Departamento de Trabajo estadounidense ha hecho sus propios cálculos y fija el crecimiento del empleo de los asesores financieros en un 7% en el periodo entre 2018 y 2028. Lo que traducido significa la creación de más de 19.000 puestos de trabajo.

Valoración de los clientes

Esta evolución no es fruto de la casualidad. Los clientes valoran la atención y el servicio personalizado. Y cuanto más crece la cultura financiera, más se aprecia ese consejo experto, como queda reflejado en estudios independientes que analizan el sector bancario en España.

Actualmente, en los tiempos que nos ha tocado vivir, la actividad de entidades especializadas como Banco Mediolanum (con una red de más de 1.100 asesores financieros, los Family Bankers) cobra mayor relevancia ante la necesidad de los ahorradores de contar con el mejor asesoramiento.

Además de un valor profesional, el asesor cumple, más que nunca, una función de coach financiero que ofrece tranquilidad y acompaña en la gestión de las emociones, más a flor de piel que nunca, para que se tomen las decisiones más adecuadas a lo largo del ciclo financiero de la vida.

En este sentido, la relación entre cliente y asesor se hace más cercana y constante cuanto más compleja es la situación. En el caso de Banco Mediolanum, en marzo de 2020 el número de encuentros con los clientes fue un 87% superior al de marzo del año pasado. Una muestra más de la importancia de estar ahí, al lado del cliente, aprovechando, en este caso, la fuerza de la tecnología.

Una vez más, si alguna cosa pone sobre la mesa esta crisis, es que la tecnología difícilmente sustituirá el valor del factor humano en los momentos clave. Por algo, según la consultora Qualtrics, el 85% de los clientes asegura que está satisfecho o muy satisfecho con su asesor financiero.

Cuando el temporal amaine, tendremos que recordar que la solidez de una estrategia acorde a nuestras necesidades financieras es clave para alcanzar nuestras metas y para ser capaz de sortear los mayores obstáculos, por muy duros que estos sean. Y en la construcción de esa estrategia, nuestro asesor financiero de confianza es clave.