¿Apostarle al crédito o a la duración de la curva?

"Me atrevo a decir que nadie fue capaz de predecir que la tasa del Bono del Tesoro a 10 años estaría hoy en el 1,90%", asegura en su reciente conversación con Funds Americas, en viaje a Miami para visitar clientes institucionales, "y creo que ahora sigue siendo muy difícil hacer apuestas en este sentido para un portafolio".

Con estos niveles tan bajos de tipos ¿sólo pueden subir? Robert Hall responde: "No voy a tratar de predecir donde estarán los tipos dentro de un año, acabo de decir que es imposible hacerlo, pero voy a dar una poderosa razón para poner en duda que la única dirección posible en los tipos es al alza: Represión Financiera". Según explica el experto, la Represión Financiera consiste en mantener los tipos de interés artificialmente bajos no solo para que el servicio de la duda sea más asequible, sino porque si se consigue mantener tipos de interés reales negativos durante suficiente tiempo la inflación se encarga de reducir el principal de la deuda. Carmen M. Reinhart y M. Belen Sbrancia, economistas del National Bureau of Economic Research publicaban en 2011 un estudio titulado La liquidación de la deuda soberana (The Liquidation of Government Debt, NBER Working Paper Series) en el que explica esta teoría y sus precedentes históricos, que datan del periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial Estados Unidos en el que se mantuvieron tipos reales negativos desde 1945 hasta 1980. "El año pasado fue el primero después del fin de la Segunda Guerra Mundial en que el ratio de deuda pública sobre PIB en Estados Unidos superaba el 100%; curiosamente tenemos tipos reales negativos y la FED ha indicado que va a hacer lo posible para que los tipos largos se mantengan muy bajos durante mucho tiempo. La Represión Financiera es una buena fórmula para reducir el endeudamiento de un país sin que el ciudadano proteste", asegura Hall.

El inversionista en renta fija puede tomar decisiones sobre expectativas para los tipos, o sobre expectativas de la calidad del crédito. "Manejar la duración de la curva de tipos para añadir valor es ahora más difícil que nunca, como bien hemos podido observar con ejemplos muy sonados en 2011", comenta Hall en probable alusión a las decisiones tomadas por Bill Gross de PIMCO, el año pasado sobre la inversión en Treasuries y el impacto sobre su fondo. “Nos sentimos mucho más cómodos bajando el nivel de crédito para sumar rentabilidad, que jugando con la curva de tipos”, explica.