Andrew Acheson: "El sweet spot de la renta variable americana está en las compañías a medio camino entre el growth y el value"

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Uno de los consejos más conocidos de Warren Buffett hace referencia a cuál es el momento idóneo para invertir en bolsa, y tiene mucho que ver con la psicología del inversor: “Sé temeroso cuando los demás sean avariciosos, y sé avaricioso cuando los demás sean temerosos”. Andrew Acheson, gestor de Pioneer Investments, parafrasea esta cita para alertar a los inversores sobre las condiciones actuales de la renta variable estadounidense: “No creo que sea un momento para ser avaricioso. Si tratas al mercado como si fuera un casino, el mercado te tratará a ti como si estuvieras en un casino. Es una actitud peligrosa, y los inversores no deben tomar más riesgo del necesario”.

El experto aclara que el mercado estadounidense “está en una fase avanzada del ciclo. Esto no implica necesariamente que vaya a acabar, pero sí que podría acelerarse su final por la influencia de eventos de tipo geopolítico”. De todas formas, este veterano gestor aclara que “está siendo un ciclo largo en duración, pero de menor crecimiento. En la década de 1990 EE.UU. creció de forma estable una media del 3,5%. Ahora el crecimiento se encuentra en torno al 2,5%”. 

Acheson está al frente de uno de los fondos de Pioneer Investments que se han ganado la acreditación de Consistentes, el Pioneer Funds- US Fundamental Growth. El principal objetivo de este fondo de renta variable estadounidense es la protección del capital: “La preservación del capital es clave para la estrategia. Si no pierdes dinero, no tienes por qué volverte avaricioso”, afirma. Por ello, la construcción de la cartera en términos de riesgo es muy importante: “Estudiamos siempre el comportamiento en un entorno negativo y el riesgo por modelo de negocio en cada industria. Cuando seleccionamos una compañía que va a entrar en la cartera, determinamos su ponderación en términos absolutos y relativos al índice y estudiamos a fondo su contribución al tracking error. Me siento más cómodo si una compañía tiene una mayor contribución al tracking error y yo no la tengo, aunque me guste”.

Lo gestiona siguiendo unos principios fundamentales que aplica a todos los valores en los que invierte (generalmente entre 35 y 40 valores): la inversión en compañías americanas, generalmente de gran capitalización, que sean capaces de ofrecer crecimiento y calidad, y la voluntad de mantenerlas mucho tiempo en cartera. De hecho, hace dos años Funds People se entrevistó con Acheson y éste afirmó entonces estar invertido en valores como Apple, Microsoft y United Technologies; en 2016, estas tres posiciones siguen en cartera, junto con algunas que llevan ahí más de diez años, generando alfa para el fondo.

La definición de calidad es fundamental para explicar la construcción de la cartera y la rentabilidad del fondo, y pivota esencialmente sobre seis características principales: un adecuado retorno sobre el capital (“que las compañías dediquen la cantidad adecuada para reinvertir en el negocio”), que tengan balances fuertes, una ventaja competitiva sostenible en el tiempo, una generación de flujos de caja sostenible, baja dependencia del ciclo económico y capacidad para comportarse bien en momentos difíciles. “No se trata sólo de compañías con un buen producto, sino que ofrezcan además servicios que hagan a los consumidores sentirse cómodos y que quieran esa marca”, aclara el gestor.

El gestor asegura que “no es difícil encontrar compañías con estos criterios”. Sin embargo, dado el tono actual del mercado, admite que “la valoración puede ser un problema, porque algunas de las compañías que nos gustan están demasiado caras. Tenemos algunas otras en cartera que están en su valor justo y no queremos incrementar la posición”. Para Acheson hoy el “sweet spot” de la renta variable americana está en las compañías blend, es decir, aquellas que nadan a medio camino entre el growth y el value: “Hay partes del mercado que son muy atractivas, pero están caras y además muchas de esas compañías están decepcionando las expectativas del mercado. También hay un buen número de compañías deep value, pero invertir en ellas puede ser peligroso porque tienen mucha deuda”.

La cartera del fondo suele reflejar algunos temas de inversión. El principal es el de avances tecnológicos, y de hecho el sector de tecnología es la principal sobreponderación del fondo. Acheson indica que se centra en compañías que “estén en transición de su modelo de negocio hacia la nube”. “Es necesario ser cuidadosos porque hay compañías con un alto potencial de crecimiento que pueden ser muy caras, preferimos compañías tecnológicas que estén más maduras. No es necesario invertir en los negocios más innovadores, pero sí es importante determinar si el modelo de negocio de una compañía puede estar amenazado por la innovación”, aclara el gestor sobre el enfoque de selección dentro de esta temática. Éste matiza que “es un acercamiento defensivo, no agresivo: estudiamos las compañías que puedan verse amenazadas por el cambio y que no se sepan adaptar. Queremos invertir en compañías que existan dentro de diez años, en innovación es difícil predecir el futuro de un negocio”, concluye.

No obstante, el gestor indica que actualmente los temas en cartera son más difusos que en el pasado, pues muchos son a nivel específico de cada compañía, y además puede haber en cartera nombres que se pueden beneficiar de varios temas a la vez. Pone como ejemplo el caso de International Flavours & Fragances, una firma especializada en añadir fragancias o sabores a productos de consumo básico (champú, gel, pasta de dientes). Esta empresa tiene un amplio potencial de crecimiento porque se beneficia de “la proliferación de la clase media en países emergentes, que demanda productos básicos occidentales”, explica el gestor.

Acheson concluye la actualización de la estrategia con un recordatorio para los partícipes: “La cartera está gestionada como si fuéramos los dueños de todos los negocios, no especuladores. Por ello nunca nos concentramos excesivamente en torno a las diez principales apuestas; si una cartera está bien construida, el valor número 11 o el número 13 pueden contribuir a la rentabilidad de la cartera tan bien como los diez primeros”.