Ana Claver (Robeco): “Que toda la industria ahora sea verde está haciendo un flaco favor a la inversión sostenible”

Ana Claver (Robeco)
Cedida por Robeco

Hemos visto en este primer trimestre de fuertes caídas cómo la inversión sostenible se ha mostrado más resiliente tanto en las valoraciones como en los flujos hacia fondos. Se ha roto el mito de que la ISR es una moda pasajera. Pero precisamente por ello hay que extremar la precaución. Hacer inversión sostenible no es tan sencillo como parece. Lo sabe bien Robeco, una de las gestoras internacionales verdaderamente pioneras en el espacio de la ESG. “Que toda la industria ahora sea verde está haciendo un flaco favor a la inversión sostenible”, afirma Ana Claver Gaviña, CFA, responsable de Iberia y Chile de Robeco. Pide ser cautelosos con el greenwashing que se ha extendido en el sector a la sombra del mayor apetito por sostenibilidad.

En su opinión, la inversión sostenible no es simplemente hacer exclusión. “Va más allá”, insiste Claver. "Excluir es el paso más básico de la inversión responsable. No hay nada que frene a otro inversor menos concienciado a invertir en esas compañías, y además tiene un efecto superficial comparado con la integración o el impacto”, explica. Para Robeco, una verdadera inversión sostenible es aquella que integra de forma sistemática la información extra financiera en los procesos de inversión e incluso aquella que va un paso más allá con la inversión de impacto, donde haya un engagement con las empresas para buscar el cambio

Porque la solución a la contaminación no es prohibir el plástico, sino cambiarlo. De ahí que el foco de su última campaña de sostenibilidad sea desafiar las ideas preconcebidas sobre la ISR.

Vender en tiempos de crisis

Son ideas que han comenzado al fin a calar entre los inversores españoles. Hace año y medio Claver empezó a notar que los clientes nacionales al menos se sentaban a escuchar sobre la ISR. En los últimos meses muchos incluso dieron un paso más firme en su asignación de activos. Y lejos de paralizarse ahora, ha seguido creciendo. “Esta crisis ha reforzado la idea de que la inversión sostenible es un cambio de paradigma”, cuenta.

Se habla mucho de cambio estos días, pero la experta diría más bien que es una confirmación de tendencias que ya habían nacido. Muchos de los cambios sociales que estamos viviendo ahora perdurarán: nuevas dinámicas de trabajo, un énfasis en el gobierno corporativo. “Medidas como el teletrabajo, los horarios flexibles, las reuniones online tienen consecuencias fundamentales y positivas con la ESG.

La situación requería una respuesta rápida por parte de la industria y así se ha dado. “Los clientes se han comportado de una manera profesional desde el primer momento”, asegura. Pese a la particularidad de tener que seguir trabajando durante una pandemia, la relación entre cliente y gestora se ha mantenido fluida. “De hecho, hay que alabar la labor de los asesores y banqueros privados y el trabajo previo de educación financiera”, añade. En efecto, una de las grandes diferencias con crisis pasadas ha sido la templanza en la reacción del inversor español con las caídas.

Desde Robeco también tuvieron claro el cambio de prioridades. “La situación era tan crítica que ha sido clave reaccionar a tiempo”, defiende. Su confinamiento particular, mandatado por la gestora holandesa, empezó semanas antes que se decretara como obligatorio en España. Eso supuso sacrificar eventos y roadshows ya planificados, como un encuentro con el consejero delegado. “Nuestro objetivo era priorizar la seguridad de nuestros trabajadores y clientes por encima del potencial de negocio”, asegura Claver. Por eso ahora, más que nunca, la diferenciación será la clave; explicar cuál es el valor añadido de una gestora. Para Robeco, seguirá siendo las Soluciones personalizadas y la inversión Sostenible.