Amundi Funds Multi Asset Sustainable Future: alta convicción en crecimiento sostenible

Joerg Moshuber y Enrico Bovalini
Enrico Bovalini y Joerg Moshuber

El Amundi Funds Multi-Asset Sustainable Future es un fondo de inversión responsable de alta convicción que busca un crecimiento sostenible del capital dentro de un marco de riesgo conservador (volatilidad esperada de entre el 5 y el 7%). El fondo con Sello FundsPeople 2020 por su calificación de Consistente combina la búsqueda de rentabilidad sostenible a largo plazo integrando los criterios ESG (factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo) con el análisis financiero tradicional.

La construcción de la cartera se aborda con una mirada holística. En el proceso de inversión se toman consideraciones cualitativas y cuantitativas, y combina una asignación de activos top-down y con una selección de valores bottom-up.

Aunque el fondo no tiene benchmark, utiliza como referencia un 30% del MSCI World y un 70% del Bloomberg Barclays Euro Aggregate para determinar la asignación de activos y definir el universo de inversión. Tras este punto de partida, los gestores aplican su filosofía ESG al universo, lo que incluye filtros negativos para eliminar sistemáticamente países y empresas controvertidas en base a sus valores. Luego se aplican los filtros positivos para excluir a los emisores corporativos con peor calificación ESG en cada sector y a los bonos de gobierno con peor calificación ESG.

El análisis financiero se aplica en el último paso. Los gestores se apalancan en el análisis de la plataforma global de análisis de crédito y de renta variable de Amundi, especializados por sectores, para la selección de estos activos. “El objetivo es garantizar que nuestros gestores de carteras seleccionan inversiones con un atractivo potencial de rentabilidad financiera junto con una elevada convicción”, explican.

La relevancia de la ESG

Es importante recordar que es un fondo de alta convicción y a la vez ESG. Dado que consideran que las compañías mejor calificadas en ISR batirán al universo tradicional a largo plazo, invierten en posiciones de alta convicción con un horizonte temporal a medio y largo plazo, lo que da lugar a una baja rotación de la cartera. “Que es coherente con nuestro enfoque de respaldar a compañías y emisores sostenibles”, defienden. 

Para el tándem formado por Joerg Moshuber, gestor principal, y Enrico Bovalini, jefe de Estrategias Balanced de Amundi, el análisis desde la perspectiva ESG está al mismo nivel que los factores fundamentales. De hecho, va primero en el proceso de inversión. “Creemos en este enfoque de 360 grados, ya que nos ayuda a descubrir no sólo los riesgos sino también las oportunidades que podemos implementar a través de nuestro análisis en profundidad”, cuenta Moshuber.

Y las tres patas de la inversión sostenible son igual de relevantes. Los factores sociales y de gobierno corporativo también son criterios igualmente importantes dependiendo del sector o la industria en la que opera la compañía, insiste. “Por ejemplo, un banco comercial puede no tener políticas centradas en el factor medioambiental, pero sin duda necesita ser evaluado en base a los factores sociales y de gobierno corporativo. Desde la comercialización responsable de sus productos a los pequeños inversores, hasta contar con un marco de gobernanza sólido en la remuneración de los altos directivos o políticas anticorrupción”, explica.

Actualización de la cartera

A las puertas de la segunda mitad de año, la cartera del fondo está posicionada para la cautela. Para el equipo gestor, las notables disrupciones que se están registrando en los frentes nacional e internacional, que pueden dar lugar a diversos grados de impacto económico y a pautas similares a las de la recesión, constituyen un riesgo evidente.

Así, su plan de ataque para los próximos meses consiste en permanecer vigilantes y supervisar los datos recientes para evaluar mejor los efectos en la economía mundial y la medida en que la recesión económica se refleja en el mercado. “Las medidas anunciadas por los gobiernos y los bancos centrales mundiales son bastante impresionantes, pero es probable que la volatilidad persista hasta que los mercados tengan una idea de cuánto tiempo durará la disrupción económica”, valora Moshuber.

A principios de abril, el fondo tenía una exposición históricamente baja a renta variable global, alrededor de un 25%, tras recortar de las acciones más cíclicas implementadas a finales de febrero debido al brote de Covid-19 y el consiguiente impacto en la economía mundial. El gestor observa una enorme disrupción del mercado en el precio de algunas compañías en el segmento de renta variable, así como en el de renta fija. El equipo de gestión está tratando ahora de evaluar cuáles son las oportunidades de inversión más atractivas considerando que en su opinión las empresas sostenibles, desde el punto de vista de ESG, se recuperarán antes que los demás sectores.

Dicho lo anterior, en las últimas semanas han añadido  posiciones relacionadas con la educación y tecnologías de la información, ya que ven que se beneficiarán de una mejor valoración tras la venta masiva del mercado y de unas buenas perspectivas. Además, los gestores reforzaron sus posiciones en bonos verdes y sociales, que ofrecen una mayor resistencia en comparación con los bonos tradicionales en su opinión, y que también deberían beneficiarse del desarrollo de proyectos de infraestructura y sociales.