Amundi Funds Bond Global Corporate o cómo ser flexible en la gestión

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En Amundi están apostando por la deuda corporativa y, en concreto, por la gestión global de este tipo de activo. “Es clave ser activo en el entorno actual porque el mercado ha cambiado muchísimo en los últimos años”, explica Grégoire Pesqués, director de Crédito Corporativo global de la gestora francesa. “Además, a la hora de gestionar hay que contar con gran flexibilidad para poder adaptar la cartera a cada momento de mercado”. Así, al invertir de manera global en esta clase de activo, el gestor puede en cada momento realizar la asignación por regiones que mejor convenga o entrar a hacer arbitraje entre las mismas emisiones en moneda distinta. En su fondo Amundi Funds Bond Global Corporate recurren a este arbitraje, cubriendo mediante swaps la divisa, de manera que pueden obtener rentabilidades extra en este tipo de posiciones de hasta el 4%.

Pesqués también ve necesario tener flexibilidad para invertir una parte de la cartera en otro tipo de deuda. Ellos, por ejemplo, pueden invertir hasta un 15% en emisiones de alta rentabilidad. “Es una ventaja porque así no te obliga a ser un vendedor forzado cuando hay rebajas en los ratings”, explica el gestor. Actualmente, tienen tan sólo el 6% en high yield.

En su proceso de inversión, Pesqués combina un proceso micro y macro pero con la capacidad de, si así lo decide, otorgar mayor peso a uno u otro según considere que sea necesario. Por ejemplo, actualmente cree que no hay beneficio en hacer fuertes apuestas específicas en nombres concretos pues la evolución de las compañías es muy simétrica dentro de los países. Así, a la vuelta del verano decidieron reducir su exposición en Europa central y Reino Unido para entrar más en deuda italiana y española, a la vez que se alejaron de las emisiones asiáticas y de los mercados emergentes en pro de las estadounidenses. Dentro de España cuentan con una cesta de emisores que incluye cuatro grandes firmas del Ibex 35.

“Se habla mucho del smart beta y la deuda corporativa global la ofrece de por sí ya que está invertida en distintos países y el universo es amplio. Con 6 billones de dólares en el mercado, más de 5.000 emisiones y cerca de 1.000 emisores entre los que elegir, esta clase de activo es atractiva y ya es smart beta de por sí. Tiene el mejor ratio sharpe a tres y cinco años, es decir, es una historia real”, explica.

Pesqués cree que todavía hay oportunidades dentro de la renta fija y que “el coste de oportunidad de estar en deuda pública es altísimo”. No prevé que haya grandes bajadas de rating en el segmento corporativo aunque no descarta que siga habiendo en el de gobiernos. “Las compañías sufren por la debilidad de sus países en mercados como el español o el francés, pero sus fundamentales son buenos y esa anomalía se terminará corrigiendo”, dice.

Amundi gestiona 421.000 millones en renta fija global, de los que 130.000 millones son de crédito. Cuentan con un equipo que trabaja desde Londres, con 18 analistas de crédito y 17 cuantitativos. El Amundi Funds Bond Global Corporate tiene 243 millones de dólares en activos bajo gestión y registra una rentabilidad del 13,4% a un año con datos a septiembre.