Alpha Plus, una gestora de autor

Los fondos de Alpha Plus llevan marcadas a fuego las huellas de sus gestores. Javier Montoya Guerrero, Daniel Alonso-Pulpón, Francisco Esteban Tomás y Edwin Voerman, accionistas de la sociedad y partícipes de los fondos, insisten en su independencia y sentido de la creatividad, que les impide copiar lo que otros hacen. Con esta actitud proactiva, imprimen a su compañía el sello de una gestora de autor, una incubadora de ideas donde se fragua la esencia de sus inversiones. Originales, nunca importadas. Con ellas buscan generar alfa, añadir valor a sus fondos obteniendo rentabilidades atractivas con las menores volatilidades posibles. Junto a todos ellos, Javier Amo, consejero delegado de la gestora español que nació a finales de octubre de 2008.

Para desarrollar sus estrategias prefieren el formato tradicional, pues se sienten cómodos trabajando con UCITS y piensan que ahora no tiene sentido apalancarse en ellas, razón por la que no han recurrido a los hedge funds. Invierten en valores transparentes, listados y, sobre todo, líquidos. “Podemos deshacer toda la cartera en una hora si hace falta”, aseguran. Su secreto: huir de las inversiones que no pueden controlar ni entender al cien por cien; de ahí que no estén presentes en el mercado de convertibles o en el de emergentes.

 

El lanzamiento de un fondo de pensiones y el registro de sus fondos en Luxemburgo están entre sus proyectos de futuro. Con todo, antes de estrenar nuevos productos, pretenden dejar madurar los cuatro que manejan (AP Renta Fija Euro Corto Plazo, AP Diversificación, AP Rentabilidad Absoluta y AP Global Macro –este último registrado directamente en el FCP de Adepa AM, en Luxemburgo, hace apenas un mes-), alguno de los cuales no alcanza el año de vida. De hecho, la gestora se creó a finales de octubre de 2008 y lanzó sus primeros fondos en enero de 2009. Cada uno de ellos es único y se diferencia de los demás por su perfil de riesgo.

 

AP RENTA FIJA EURO CORTO PLAZO es un producto de deuda gestionado por Edwin Voerman y Javier Montoya que en 2009 obtuvo rentabilidades del 2,35% con una volatilidad del 0,9%. Ahora el sesgo es claramente corporativo, si bien puede cambiar con flexibilidad, y la duración es muy inferior a la de otras ocasiones. “Así asumimos el riesgo de crédito, pero no el de duración”, aseguran sus gestores. Aunque ahora recurren en escasa medida a la deuda pública (excepto el bono a dos años alemán, que utilizan como cobertura e inversión), confiesan que han comprado Grecia, hasta el 4% de la cartera, atraídos por su rentabilidad. “Fue una compra oportunista tras el plan estatal acordado con la UE porque estaba pagada al 5,5% en dos años”, afirman, si bien destacan los pocos movimientos del fondo. “Dejamos vencer los bonos y hacemos alguna cobertura en Schatz; estamos principalmente tácticos, y atentos a nuevas emisiones”. Lo que pretenden, haciendo la gestión más activa posible, es darle agilidad a un fondo pasivo de por sí. El mayor peso de su cartera lo ocupan firmas financieras y de materias primas.

 

El fondo insignia de la gestora, gestionado por los mismos profesionales, y el que más expertise requiere es AP DIVERSIFICACIÓN, un mixto de renta variable que invierte en bolsa entre un 15% y un 75% de sus activos, y ahora sobrepondera el mercado europeo. El secreto de su éxito (hasta el 1 de febrero logró una rentabilidad del 30% con una volatilidad inferior al 10%) consiste en su forma complementaria de gestionar en peso y estructura de cartera. “Si tomamos sesgo en renta variable en un valor, nos ponemos igual de cortos en el mismo valor en renta fija, arbitrando un mismo sector o valor en deuda y bolsa. De esta forma, se capean mejor las caídas a cambio de sacrificar algo en las subidas”, explican sus gestores.

 

Su estructura cuenta con tres escalones para lograr valor. El primero, que genera el 70% del retorno, proviene del asset alocaton de renta fija y variable, mediante una cartera estable con escasa rotación y sesgo hacia firmas medianas. En la actualidad la mayoría son europeas, pertenecientes a sectores como medios de comunicación, tecnología o seguros, pues los gestores intentan estar fuera de España y de áreas como bancos, utilities y farmacéuticas. Sobre esta cartera se aplica una gestión de retorno absoluto de la que se pretende obtener el 20% de la rentabilidad, con posiciones de mercado neutral de valores, índices o sectores, para sacar provecho de un mercado adverso. Por último, el 10% de la rentabilidad del fondo se obtiene vía trading.

 

AP RENTABILIDAD ABSOLUTA es el fondo más grande de la familia, con 11,5 millones de euros, entre los que figura el patrimonio personal de Francisco Esteban, su gestor. En 2009 su retorno fue del 5,42% con una volatilidad inferior al 2%. El producto, muy apto para el trading y las actuaciones tácticas, está diversificado por tres vías: activos (renta variable, renta fija, divisas y materias primas), estrategias (long-short, trading direccional, mercado neutral tanto por índices como por sectores, y global macro, en tipos de interés y divisas principalmente) y horizontes temporales (uno corto, de trading intradía, y otro más largo y direccional que se deja madurar hasta 3 meses). El control de riesgos se basa en arriesgar más en función de la rentabilidad acumulada en el ejercicio, un método muy eficiente a largo plazo, aunque al principio del ejercicio suponga un hándicap. “Ahora tenemos pocas posiciones porque hemos cerrado aquéllas con las que empezamos el año y tenemos únicamente vendidas en Inditex y, en mercado neutral, apostamos FTSE contra EuroStoxx”, dice Esteban.

 

El fondo más nuevo de Alpha Plus es AP GLOBAL MACRO registrado directamente en Luxemburgo hace apenas dos meses y gestionado por Daniel Alonso-Pulpón, un fondo de fondos multiestrategia con filosofía de preservación del capital. El gestor recurre a fondos de la casa para cubrir como máximo la mitad de la cartera, y para cubrir el resto, selecciona productos de otras gestoras con filosofía similar que operan mercados en lo que no está presente Alpha Plus, como commodities, emergentes o inflación. “La filosofía es tranquila, pero si queremos, por cualquier razón, cubrir la beta con opciones y futuros o tomar decisiones en las duraciones podemos hacerlo, aunque de forma periférica”, explica el gestor.